La comida de Sinaloa es muy honesta, porque con menos sabores se conjuga un gran plato: Diego Becerra
Pese a varios desaciertos y fracasos profesionales, Diego jamás se rindió, hoy al frente de Diego’s Casa de Playa, su propuesta gastronómica es reconocida, y apreciada en su natal Mazatlán, pero su mayor deseo en este mundo, es dejar como legado, un platillo con el que desea ser recordado
Para el chef Diego Becerra, la pasión que siente por el mar y el surf no se compara en nada con su amor por la cocina, en la que da rienda suelta a su talento, creatividad e innovación, la cual se puede ver y disfrutar en cada uno de los platillos que comparte en su restaurante Diego’s Casa de Playa, en Mazatlán.
Su éxito en el mundo gastronómico no ha sido fácil, para ello, dijo, se ha rodeado de las personas correctas que se han sumado a su visión, a su propuesta culinaria, lo que ha permitido que a lo largo de 20 años siga creciendo en la preferencia de sus comensales.
“La pasión por la cocina la tengo desde que tenía ocho años de edad, desde ahí me fascinó cocinar, y también de las ganas de comer, porque a mí me gusta comer bien y para mi familia, la comida es el centro de todas las relaciones, comer siempre es primero”.
Buscando ser autosuficiente, siguiendo el ejemplo de sus padres, a quienes él considera su mayor orgullo, aprendió a como ellos, dándole el impulso necesario para desear dedicarse y enfocarse a esta profesión, aunque estudió la carrera de Diseño Gráfico, periodo al que llamó “años perdidos”.
“Yo tenía la inquietud de cocinar, pero nunca pensé que podría vivir de esto, pero estudiando diseño gráfico me daba flojera, me gustaba dibujar, pero lo hacía como una fuga porque mi mente siempre estaba en otro lado, yo quería cocinar y lo hacía para mis amigos después de la pachanga, era un buen anfitrión y eso nunca me daba flojera”.
Cocinar, subrayó Becerra, fue su salvavidas, lo que finalmente lo llevó a dejar la carrera de diseño para optar por la de gastronomía, contando para ello con todo el apoyo de sus padres.
Fue así que ingresó al Centro Culinario Ambrosía, institución a la que le agradece el haberle ampliado su visión, que aunque él ya tenía una idea de lo que era ser chef, y de los campos de trabajo que existían, egresa con una visión mucho más amplia, con el deseo de hacer cocina europea, enamorándose de la cocina mexicana, esta última considerada una joya para él.
Profesionalmente empezó a trabajar en la Ciudad de México para un hotel llamado Nikko, donde aprendió mucho más de cocina dentro del restaurante Les Celebrites, bajo el mando del Chef Ricardo Muñoz, para después de un tiempo, dejar el trabajo y viajar a Mazatlán, lugar que le ha dado de todo en el ramo.
“En Mazatlán tengo mucho que agradecer a gente que creyó en mí, entre ellos Rodolfo y María Eugenia Coppel, y sus hijos, quienes me contrataban para eventos en mis inicios, ya fueran personales, de trabajo, y estoy eternamente agradecido con ellos”.
Sin darse cuenta, gracias a su esfuerzo, deseo de superación, y ganas de hacerse de un nombre en el ramo, fue ganando adeptos a su propuesta culinaria, creciendo de manera orgánica, sin prisas, atrayendo cada vez más clientes, buscando crear con ello su propia marca.
“El primer negocio que abrí fue con unos primos, se llamó Los Quekes, un negocio de quesadillas fritas, en un puesto con una carreta, y sí, todas llevaban queso porque en el norte sí llevan queso, y fue todo un éxito rotundo desde que empecé, pero era tan demandante que lo troné porque no pude aguantar el trote”, recordó.
Pasado esta etapa, en el 2006, Diego decide una vez más emprender otro negocio, esta vez de barbecue cocina ahumada, instalándose en un terreno de la familia ubicado frente al mar, donde fabrica su propio ahumador, arrancando así su negocio, ofreciendo buffet, con el deseo de llevar esta vez por rumbo su negocio.
“Como empresario es muy riesgoso entrar con un producto que la gente no conoce; si le pegas te va muy bien, pero por cada uno que lo logra hay mil que les fue muy mal, sin embargo, tiempo después terminé asociándome con unos amigos que traían mucha experiencia en restaurante, creando juntos el restaurante Diego’s”.
Recordó que desde la apertura fue un éxito rotundo, ofreciendo todo lo que el mercado quería, un menú playero, dejando el barbecue como un complemento del menú, ofertando también mariscos, entre otras opciones.
Sin embargo, no todo funcionó muy bien, a pesar de que el restaurante siempre lucía lleno, no estaba generando dinero, por lo que Diego, decidió separarse de sus socios, abriendo después una pequeña taquería a la que llamó Chilillo en el Centro de Mazatlán, pero una vez más no le funcionó, pero eso no lo desanimó, le dio más fuerza para junto a su hermano, abrir un nuevo restaurante en una vieja casona de la familia, ofreciendo un concepto de comida con influencia mexicana, con solo 30 espacios para sus comensales.
“Esta vez me enfoqué en crear un restaurante que tuviera un estándar de calidad muy bueno, atendiendo la demanda del mercado, sólo que ahora sí, lo hice en un concepto más comercial”.
Resaltó que la cocina sinaloense es muy honesta, porque con menos sabores se conjuga un gran plato, y que al ser más sencilla, logra que los sabores sean más puros. Estar en la mesa de un sinaloense es placer, es convivir, y es alegría.
“Hay dos cosas en la vida que me apasionan, viajar y la comida, y hay una parte de mi que me dice que aquí estoy muy bien, y hay otra parte de mi ego que le falta llenarse, quiero dejar un lugar con mi marca, mi legado en un restaurante en donde me olvide de lo que quiere el mercado y hacer lo que realmente quiero, un platillo con el que quiero que me recuerden, y no me voy a ir de este mundo sin haber hecho ese intento”.
Frases
“Hay dos cosas en la vida que me apasionan, viajar y la comida”.
“Quiero dejar un lugar con mi marca, mi legado, en un restaurante en donde me olvide de lo que quiere el mercado y hacer lo que realmente quiero, un platillo con el que quiero que me recuerden, y no me voy a ir de este mundo sin haber hecho ese intento”.
Perfil
Nombre: Diego Becerra
Profesión: Chef y fundador del Restaurante Diego’s Casa de Playa, en Mazatlán, Sinaloa.
Estudios: Centro Culinario Ambrosía en la Ciudad de México
Pasatiempos: Surfear, comer y viajar