Julión Álvarez sale de la ‘lista negra’ de Estados Unidos
Las propiedades, intereses y transacciones del cantante mexicano y sus empresas, que se encuentran en los Estados Unidos o en posesión o control de personas estadounidenses o en tránsito, ya no estarán designadas o bloqueadas por el Gobierno de Estados Unidos
El cantante Julión Álvarez fue borrado el 27 de mayo de la “lista negra” de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Además, las empresas del intérprete originario de La Concordia, Chiapas, de 39 años de edad, JCAM Editora Musical, SA de CV; Noryban Productiones, SA de CV; Ticket Boleto, SA de CV, también fueron eliminadas del listado del Gobierno estadounidense.
Con la última actualización en la “lista del archivo de personas especialmente designadas” -según la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros (Ley Kingpin)- de la OFAC, las propiedades, intereses y transacciones del cantante mexicano y sus empresas, que se encuentran en los Estados Unidos o en posesión o control de personas estadounidenses o en tránsito, ya no estarán designadas o bloqueadas por el Gobierno de Estados Unidos.
En agosto de 2018, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ordenó desbloquear todas las cuentas que estuvieran abiertas en el sistema financiero mexicano de 66 personas físicas y morales, entre ellos, las del futbolista Rafael Márquez Álvarez -quien abandonó la lista de la OFAC en septiembre del 2021- y las del cantante.
El 9 de agosto del 2017, la OFAC, del Departamento del Tesoro de EE.UU., aseguró “que desde hace muchos años, y hasta la fecha, ambos personajes públicos mexicanos incluidos en la lista habían supuestamente colaborado con Raúl Flores Hernández, alias “El Tío”, para lavar dinero de organizaciones delictivas, entre estas, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Hoy obtenemos una carta donde se menciona el nombre de Julio César Álvarez Montelongo cumpliendo con todos los requisitos para ser excluido de la lista de OFAC, de poder reactivar mis actividades financieras como cualquier otra persona o como cualquier otra empresa lo hace de manera cotidiana. Incluso con personas y empresas americanas”, dijo el cantante chiapaneco el viernes durante una conferencia de prensa.
“Desde 2017, en agosto, tuvimos los señalamientos y fue un 10 de agosto cuando salimos a dar cara y poder decirles a todos ustedes qué es lo que pasaba, que íbamos a salir a afrontar todas las situaciones y temas que se nos estaban señalando”.
“Hay un Julio antes y un Julio después que puedo compartir con todos ustedes. A lo mejor me ven un poco serio, pero estoy nervioso de alegría, de una satisfacción difícil de poder expresar porque son situaciones que nos tocaron vivir a toda la gente que me rodea, el equipo de trabajo, familia”, indicó.
“Hoy, así como lo prometí desde 2017, tratando de limpiar nuestro nombre, tratando de esclarecer esos señalamientos. Hoy, 27 de mayo bendito Dios, es algo que les podemos compartir”, agregó durante la conferencia, en la que, además, se proyectaron testimonios grabados en video de sus familiares y amigos.
Por su parte, “El Tío”, detenido el 20 de julio del 2017 por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), en Zapopan, Jalisco, y trasladado el 10 de agosto de ese mismo año, al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1, El Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
El presunto narcotraficante, originario de Jalisco, era requerido por la Corte Federal de Distrito de Columbia, en Washington, Estados Unidos, para ser procesado por el delito de asociación delictuosa, por distribuir cinco kilogramos o más de cocaína.
“El Tío” fue señalado por la OFAC, como líder de un grupo delincuencial, “Los Flores”, en el que vinculó como testaferros al futbolista, Rafael Márquez Álvarez y al cantante, Julio César Álvarez Montelongo, y a 19 personas más, así como a 42 empresas.
La institución federal estadounidense afirmó que los vínculos de “El Tío” con las cabecillas de los cárteles permitieron que la organización criminal de Los Flores funcionara con éxito desde los años 80 del Siglo pasado, en Guadalajara y en la Ciudad de México.