Franco Escamilla hace de sus anécdotas una juerga
"El comediante presenta su nuevo espectáculo ante más de mil 500 personas en el Centro de Convenciones de Mazatlán"
El nuevo show del comediante Franco Escamilla, Por la anécdota, llegó a Mazatlán precedido del gran éxito que tiene el regiomontano de corazón nacido en Cuautla, Morelos.
Su nueva lista de chistes se “desgrana” en los ambiente familiares, su esposa, sus hijos, el machismo y el feminismo ondean en sus ingeniosas imágenes que hacen que se destornille de risa el público.
La noche de chistes la abrieron dos comediantes amigos de Franco Escamilla: “El Mago Jambo” y Alan Saldaña; a las 22:00 horas fue anunciado Franco Escamilla, y fue recibido con un caluroso aplauso.
Explicó que había creado el show Por la anécdota porque era suyo y le ponía como el quería.
“Cuando empecé siempre me quejaba de todo, de lo orgánico de las tienditas de la esquina, ahora no tengo de qué quejarme y como mi vida es aburrida estoy buscando cosas como comprarme una moto para darme en la torre y armar con eso que me pasa mi show, acepto todas las invitaciones, porque sé que algo va a suceder, hago cualquier cosa por conseguir anécdotas”.
Empezó a hablar del miedo y la costumbre en las familias de dejar prendidos los focos de toda la casa y las clásicas frases del papá: “‘¿Que crees que cago luz’, y me dice mi hijo, ‘no papá, la luz no huele’”.
“Yo antes le tenía miedo a la oscuridad, ahora le tengo miedo a la luz, sobre todo cuando me llega el recibo”, continuó.
“En las madrugadas acostumbro bajar a comer algo a la cocina, como podrán notar, -y se vio la panza-, me cuestiono qué tanto quiero ese sandwich... he descubierto que soy más gordo que miedoso”.
También tiene miedo a quedar viudo, comentó y así empezó a contar las anécdotas de la experiencia que tuvo cuando operaron a su esposa y tuvo que hacerse cargo de los niños; y así durante un largo rato habló de las divertidas situaciones que se generaron alrededor de todas las actividades hogareñas que tuvo que resolver.
“Tengo amigos cantantes que tienen muchas fans, que se agolpan al final de los conciertos y le dicen ‘hazme tuya’; a mis shows van más hombres que mujeres, el 85 por ciento de los que van son hombre. Cuando termino mi show, se acerca una de las esposas de un bato que va al show y me dice: ‘Mi marido te ama’”.
Así durante dos horas más de mil 500 personas estuvieron riendo sin parar con el show de Franco Escamilla.