Barry Jenkins entendió con los Mayas la importancia de contar sus propias historias
Después de desarrollar grandes dramas, ahora el cineasta se suma a un nuevo proyecto y reto: Mufasa: The Lion King, precuela de live-acticon del clásico de Disney y de la que adelantó ha sido un gran trabajo a desarrollar
El director estadounidense Barry Jenkins, ganador del Óscar a Mejor Película por Moonlight en 2016, visitó México en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), para hablar sobre su filmografía y la importancia “de contar sus propias historias”.
El director afroamericano compartió ante medios, sobre la condición que se ha convertido en el eje de su cine, en el que asegura que aunque no es su intención hablar de la situación actual en términos sociales, siendo “una persona negra que creció en los Estados Unidos siempre va a estar presente”.
Jenkins contó sobre un episodio en su vida que tuvo lugar en México y que cambió su perspectiva al momento de contar historias. Cuenta que después de la intensidad que se vivió en la ceremonia del Óscar donde se coronó como ganador, viajó a Mérida, Yucatán, lugar del que se vio sorprendido al enterarse que existían pirámides ahí.
“Fue un vuelo que tomé de Miami a Mérida y describí que había pirámides ahí, yo no tenía idea de eso. Yo no tenía idea que a 90 minutos de los edificios de interés social, había unas pirámides y llegamos a Uxmal, y realmente fue muy emotivo para mí, especialmente porque los Óscares, como ustedes saben, habían terminado de una forma muy intensa”, relata.
Uxmal, una antigua ciudad maya que alberga yacimientos arqueológicos, impactó al cineasta que quiso saber más sobre aquella cultura sobresaliente atacada por Diego de Landa, misionero español de la Orden Franciscana que usó la tortura en contra de los mayas a los que acusaba de paganismo y de los que intentó borrar todo rastro, su obra y su trabajo avanzado.
“Le preguntaba a la persona que nos llevaba estando ahí en Uxmal qué es lo que le había pasado a los Mayas. Aprendí que ellos hicieron el único lenguaje escrito que se creó en América. Me contó de Diego de Landa, de todas las gemas de códices que hubo, y con todo ese contexto es que yo pienso que realmente quiero que no se pueda borrar el registro cultural de mi propia gente”.
“En algún momento con los Mayas, De landa fue quien contó sus historias por haber quemado todo, hasta que encontraron los códices perdidos y los pudieron descifrar. Si me siento orgulloso de algo es que en los últimos 10 o 20 años he podido hacer una crónica de la experiencia de mi gente y eso va a hacer más difícil a que otra gente lo cuente o sea borrador”.
El cineasta es consistente al afirmar que: “Si no contamos nosotros mismos nuestras propias historias los van a contar ellos”, y hizo una analogía con lo ocurrido con los mayas a el entonces gobierno de Donald Trump.
“Cuando yo vi esto en un momento en el que el Presidente de Estados Unidos, era Trump en ese entonces, hablaba de los ‘países de mierda’. Al verme enfrentado a todo esto, a la cultura Maya realmente fue un entendimiento muy grande que no podía ni siquiera abarcarlo, y me parece que eso es muy importante, que tenemos que contar nuestras historias para que no las cuenten ellos, y es algo que sucedió particularmente en The Underground Railroad y en mi película más reciente”.
Un paso más en su filmografía
Barry Jenkins mira hacia atrás, a su filmografía, y entiende su progreso. Un trabajo que se ha formado siempre de la mano de amigos de escuela de cine con los que ha ido creciendo profesionalmente a la par que as formado su propio estilo.
“Muchas veces he recibido la crítica de que soy demasiado pesado en términos estilísticos, en cuanto a mi estilo, yo pienso que el cine, no es narrativa nada más, no es contar historias nada más, sino que comunicar con imágenes y con sonidos y eso intento llevar la conciencia a través de imágenes y sonidos, estas películas como The Underground Railroad y Moonlight, son sobre gente negra”.
“En realidad si se fijan en el cine previo al año 2010, si ustedes ven este tipo de cine es como si la gente negra no soñara, como si nunca soñara. Lo que trato es como meterme en la conciencia de la gente negra y de alguna forma muy concreta a través de sonidos, imágenes e ideas mostrar que la gente negra si sueña, que tiene una conciencia, que tiene pesadillas y que tiene una conciencia levada como cualquier otra persona, algo que no veía antes. El simple hecho de mostrar que la gente negra sueña es también política. El cine es el vehículo perfecto para poder elevar la conciencia y poder meternos en la conciencia en este caso de la gente negra”, destaca.
Jenkins detalla que a través de sus películas siempre ha tratado de dar un mensaje de esperanza “porque esta esperanza es real y existe también en el dolor, en la suciedad y ese ha sido mi caso. Yo encontré una manera de salir de una situación difícil a través del amor y siempre intento poner eso en mis películas”.
Después de desarrollar grandes dramas, ahora el cineasta se suma a un nuevo proyecto y reto: Mufasa: The Lion King, precuela de live-acticon del clásico de Disney y de la que adelantó ha sido un gran trabajo a desarrollar.
“Fue como dirigirla siete veces, hacerla siete veces, tuve que dirigir las voces, luego a la gente de los storyborards y dirigirlos con las voces ya editadas, y luego hacer una historias animadas, dirigir a la gente que se pone los trajes especiales, los movimientos con las voces, hacer un mapa en tercera dimensión virtual de todo y habría que dirigirlo completamente y editar todo eso, así que he tenido que dirigir mucho más en esta película de lo que había dirigido nunca antes”.