Un bailarín es un deportista de alto rendimiento, asegura el coreógrafo Cuauhtémoc Nájera

Noroeste/Redacción
02 julio 2021

El coreógrafo tabasqueño participa en el programa Entre Sonidos y Silencios, que conduce Aldo Rodríguez en Radio UAS

Un bailarín de cualquier género de danza es un deportista de alto rendimiento, aseguró Cuauhtémoc Nájera.

El codirector de la Compañía Nacional de Danza participó como invitado en el programa Entre Sonidos y Silencios que conduce Aldo rodríguez.

“El dolor es parte de la vida diaria de un bailarín profesional”, comentó, con respecto al sometimiento físico al que están expuestas todas aquellas personas que se dedican a la danza profesional.

En evento transmitido en Facebook Live a través de la cuentas Cultura UAS y Radio UAS respectivamente, el tabasqueño detalló que el coreógrafo como cualquier creador tiene diferentes momentos de la creación.

“Desde que está creando el proyecto hasta que lo tiene que compartir, al contrario de lo que sería un compositor, va escribiendo la pieza para escucharla, normalmente la escribe solo; el coreógrafo tiene que escribir sobre el cuerpo de otro, así que requiere tener el cuerpo de los bailarines a su disposición mientras está escribiendo la obra”, apuntó.

“Si habláramos de teatro, es al mismo tiempo el dramaturgo y el director, es decir, dos personajes en una misma persona; creo que es un poco más difícil porque el coreógrafo no escribe la obra y luego la dirige, sino al mismo tiempo la hace”.

Luego de charlar sobre sus inicios en el mundo del ballet en la Habana, Cuba, donde empezó a tener conciencia de su enamoramiento con la danza y del impacto que ha tenido siempre el país caribeño con México a través de dos grandes exponentes del ballet, Fernando y Alicia Alonso, expresó que “la escuela cubana sigue siendo una escuela muy importante, la capacidad de formación que tienen es muy alta, muchos bailarines y bailarinas muy importantes son egresadas de la Escuela Nacional de Arte”.

Respecto al papel de los hombres en el ballet como género, compartió que cuando empezó él, eran hombres los que bailaban.

“El papel del hombre en el ballet es muy curioso, cuando inicié en el ballet solo lo bailaban hombres, igual que en el teatro, los hombres se vestían de mujeres, luego vino un tiempo de mujeres, fue la época de las grandes mujeres bailarinas en la época del romanticismo”.

Detalló que, en las expresiones artísticas como el ballet, el asunto del género ha ido cambiando.

“El bolero de rabel ya no es un rol para hombre o para mujer, sino un papel para un artista que está en el escenario”.