Sorprendente el Ballet de Monterrey con la gala ‘Levitar’
El público aplaudió los pasajes de grandes suites clásicas, así como coreografías modernas creadas para la compañía que dirige Thiago Soares
Con unos primeros bailarines y bailarinas que dieron muestras de su talento, en un espectáculo con los más selectos pasajes de famosas suites así como con creaciones propias, el Ballet de Monterrey sorprendió y fue muy aplaudido en su Gala Levitar, la noche del viernes en el Teatro Pablo de Villavicencio, bajo la dirección de Thiago Soares.
Lo anterior, dentro de la Temporada de Primavera 2022 “Vive la emoción”, de la Sociedad Artística Sinaloense y el Instituto Sinaloense de Cultura, en una noche en la que los asistentes disfrutaron del talento, la creatividad y la magia de fragmentos de suites como El lago de los cisnes y Don Quijote, así como de piezas modernas creadas algunas por el mismo director artístico y con música en vivo.
Una gala con la que la agrupación celebra 32 años de existencia, en un espectáculo diseñado para festejar los 30 años pero que fue diferido por la pandemia y sus estragos, y en el que brillaron sus cuatro principales ballerinas, Abigaíl Miranda, Daniela Favelo, Olivia Quintana y Amelie Flores.
Abrió con una escena del Acto 3 de la suite Don Quijote, de Marius Petipa y Ludwig Minkus para continuar con el pasaje Cisne blanco, del acto 2 de El lago de los cisnes, de Tchaikovsky y Petipa, con una serie de solos en los que los primeros bailarines dieron muestra de su talento, y el dúo del primer acto de esta suite.
Con el ‘pas de trois’ del acto III de la suite “Corsario”, de Tchaikovski, Petipa y Lev Ivanov, cerró el segmento dedicado a los clásicos.
Entre las piezas nuevas, creadas para la compañía, bailaron Traspoint, de Thiago Soares y Julio Barrios, un dúo sobre un tema amoroso, a cargo de Olivia Quintana y Alejandro Reyes, con acompañamiento al piano de Caleb Ruiz.
E Inefable, de Diego Landín y música de Franz Liszt, y dos creaciones de Thiago Soares, Sonatina y Pa Yo-Yo-Ma, como un homenaje al gran chelista japonés, con música al piano y el violinista Issac Suárez.
Hacia el final brindaron una soberbia interpretación de Cisne negro, del acto 3 del El Lago de los Cisnes, con sus mejores solistas, y cerraron con el Vals del musical Carousell, una coreografía de Thiago Soares, con la música de Rogers, en la que participó toda la compañía y que provocó muchos aplausos entre la concurrencia, cuyo entusiasmo pudo constatarse al salir del inmueble entre comentarios favorables acerca de los mejores pasajes del espectáculo.