Retrata la vulnerabilidad del ser humano

Noroeste/Redacción
25 febrero 2023

La escritora presenta ‘La mujer que quiso hacer todo al revés’ en la que toca el tema de la deshumanización de la metrópoli

“La mujer que quiso hacer todo al revés”, de María Julia Hidalgo López, es su primera novela, estructurada “como un rompecabezas, por lo que requiere una lectura muy activa”, según expresó la maestra Hana Okamura, y “una historia demencial, en cierta forma, con una estructura de muñeca rusa”, expresó la poeta Ernestina Yépiz, al comentar la publicación.

El libro fue presentado ante un numeroso público, en el Centro de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura, donde la autora comentó que fue el ejercicio periodístico lo que le llevó a escribirla, es decir la curiosidad, como el pasar ante una ventana e imaginar lo que hay dentro, y la necesidad de recrear ese mundo de contrastes de donde provengo, el medio rural o una ciudad como Culiacán, para luego irse a vivir a la ciudad de México, que es un monstruo.

El estar en diferentes escenarios, en distintos ámbitos laborales, nos permite aprender de todo, nos permite hermanarnos al escribir de lo que nos une; en sí, la novela habla de la vulnerabilidad, de lo que nos hace quebrarnos; y es que las metrópolis son tan deshumanizadas por la misma afluencia de quienes llegamos.

La Ciudad de México es un monstruo, integrada por un montón de gente que llega de todos lados y la enriquecen; y es que en cierto modo, todos somos emigrantes, todos venimos de otro lugar, y los personajes de la novela muestran esos contrastes.

Ernestina Yépiz, directora de Literatura del Isic, comentó que en la novela queda de manifiesto la Ciudad de México, con personajes que, cada uno, van creando sus propios caminos; la leí de principio a fin, muy rápido, aunque la lectura es un ejercicio de lentitud, por lo que tengo pendiente una segunda lectura, agregó.

Okamura, quien fue maestra de la autora en la Escuela de Comunicación Social de María Teresa Zazueta, comentó de cuando conoció a María Julia. “Yo creo que no nació literata, sino que se hizo a fuerza de voluntad y constancia; poco a poco empezó a darse cuenta de lo que no quería ser y así fue adquiriendo características y experiencias”.

“Leía su trabajo en el Centro de Ciencias y su columna en Noroeste hasta que un día encontró su camino; no la pierdan de vista; sus personajes son gentes qué piensan, qué reflexionan” e hizo notar que el libro tiene distintas fuentes tipográficas y cada una tiene una historia, por eso es como un rompecabezas.

María Julia Hidalgo nació en Sinaloa y radicó en la ciudad de México donde trabajó para la revista de divulgación científica “Ciencia”, ha participado en antologías del CEPE-UNAM y tiene dos libros publicados. Ha sido jurado en concursos literarios y es tallerista en el Instituto Politécnico Nacional y escribe la columna “Las alas de Titika” en el periódico Noroeste; “Zona chilanga” en la revista digital Espejo y en Las Letras del Burro del IPN.