Rescatan los poemas de amor más antiguos del mundo
Francisco Segovia, Adrián Muñoz y Juan Carlos Calvillo editan una antología de El Colegio de México que recoge, traduce y comenta algunos de los primeros poemas amorosos en más de 50 idiomas
La idea del amor, plasmada en la poesía a través de la historia, ha sido muy diversa. En los poemas antiguos se planteaba el erotismo de manera explícita; durante el cristianismo, se manifestó mediante alusiones y en la época actual se escribe con mayor apertura, pero quien lea Primer amor, sacará sus propias conclusiones.
Así lo consideran Francisco Segovia, Adrián Muñoz y Juan Carlos Calvillo, editores de esta antología poética publicada por El Colegio de México, que recoge, traduce y comenta algunos de los poemas de amor más antiguos del mundo, en medio centenar de lenguas.
En algunos casos, son los más antiguos de una fase importante de esa lengua, como en el caso del sánscrito que tiene dos, el védico y el clásico, y de inglés hay tres: anglosajón, medieval y renacentista. En otros casos se da más de un ejemplo de un mismo estadio de la lengua, como en el griego antiguo, que presenta un poema de Homero, y uno de Safo. En total, son 55 colaboraciones diferentes.
“Este libro es resultado de un trabajo de años porque hay muchísimos colaboradores y había que coordinarlos a todos y darle un estilo parejo al libro, somos tres editores, los tres trabajamos en El Colegio de México, los tres poetas y los tres traductores”, compartió en entrevista Francisco Segovia.
La idea de este libro surgió en una conversación durante una comida, Segovia, Muñoz, Calvillo pensaron en los poemas de las lenguas más antiguas e hicieron las primeras traducciones, en egipcio, sánscrito y anglosajón, las propusieron como modelo a otros traductores y comenzaron a armarla.
“Yo trabajo en el Diccionario de Español de México, Juan Carlos es parte del Centro de Estudios Literarios y Lingüísticos, Adrián es parte del Centro de Estudios de Asia y África y sabe las lenguas más raras, Juan Carlos traduce el anglosajón que es de los más raros, pero Adrián Muñoz traduce del sánscrito clásico”.
Así, les pidieron encontrar el poema más antiguo de las traducciones que trabajan, y lograron reunir 55 colaboraciones de 52 comentaristas, dando como resultado una muestra pequeña de las culturas del mundo.
“A los colaboradores les escribimos una carta y los dejamos en libertad de elegir los poemas, simplemente les decíamos el poema de amor más antiguo que se conozca en tu lengua o en tu tradición, porque ocurre que muchos de ellos son poemas registrados muy tardíamente y que son mucho más antiguos”.
Son las primeras manifestaciones de la poesía lírica amorosa en lenguas verdaderamente antiguas: sumerio, egipcio, sánscrito védico y clásico, persa, chino antiguo, griego antiguo, hebreo. Un libro de amor, pero también de traducción.
“De los que tradujimos directamente, es de los más antiguos, hay traducciones directas del chino arcaico y traducciones no directas del sumerio y del egipcio son las únicas que no son directas, y lenguas de América del Norte, de los yaquis para arriba, son traducciones de traducciones, todas las demás son directas”, asegura Segovia.
“Por ejemplo, el macedonio o búlgaro, países que vivieron sometidos a un imperio, el ruso, el otomano, el inglés, y que sólo muy tardíamente, con las revoluciones de independencia del Siglo 19, o incluso del 20, se convirtieron en una nación estado, que debían presumir su historia y entonces comenzaron a registrar esos viejos poemas que no se sabe de cuándo son”.
Las fechas que tienen para esos poemas son las de aparición y la organización se da a partir de que se registraron por primera vez.
“Aunque cada comentarista aclara en esos casos que aunque el poema se registró por ejemplo en el Siglo 20 dC, seguramente es del Siglo 5 aC”, aclara.
“El libro está ordenado con el criterio de aparición por escrito, lo cual no refleja el orden real, en que aparecieron los poemas, pero como ese orden era irreconstruible, teníamos que elegir un orden y fue este que sí podemos justificar”.
Siglos de poesía
Siglos de poesía
Cuando empezaron a hacer el libro, pensaron solamente en los poemas más antiguos, pero pronto se dieron cuenta de que si ponían el más antiguo en francés o italiano, estarían dando otro nombre a una de las fases del latín, y decidieron incluir las fases.
“El griego no da nombres a sus fases, es arcaico, clásico, medieval y moderno, y eso nos llevó a incluir fases de las lenguas; el poema más antiguo en la última fase importante del Chino, es del Siglo 20 , y es porque la que hablaban los ciudadanos, no era la lengua oficial, de modo que mucha literatura, documentos, periodismo, juicios, se hacía en una lengua culta, anquilosada y los poetas ya habían comenzado a usar la lengua vernácula, pero se reconoce oficialmente en el Siglo 20”.
Éste tiene poemas en 52 lenguas y participan el mismo número de colaboradores, pero es una coincidencia, pues algunas lenguas tienen más de un ejemplo o varios ejemplos de distintas fases.
“El italiano tiene un poema de Dante y uno de Petrarca, el italiano medieval que Dante inventó, el español tiene cuatro fases: ladino, mozárabe, medieval y renacentista no todas las lenguas europeas tienen muchas fases”.
El Colegio de México, reconoce Segovia, no suele publicar antologías poéticas y lo interesante de este proyecto es que involucra a mucha gente y a más de un centro, de modo que no es proyecto de un área en específico, sino que se acerca más a los de la presidencia.
“Tiene 11 ó 12 colaboradores, hay mucho de lo asiático, nosotros bromeamos y decimos que el libro tiene cierto tufillo a curry porque están muy bien representadas las lenguas de la India”, dice Segovia entre bromas.
“No era proyecto de El Colegio, sino de tres empleados de El Colegio, y muestra algo que sí le importa a la institución, que es la traducción. Es un libro hecho por poetas traductores, de traducciones de poesía, no todos los colaboradores son poetas, a muchos hubo que ayudarles mucho, pero tratamos de que fuera lo más poético posible”
Francisco Segovia compartió que a nadie se le ocurrió elegir un texto y ponerlo en prosa, sino que todos intentaron ponerlo en verso, con más o menos éxito.
“Y donde se podía, los poetas metimos mano para que rimara mejor el verso, el chiste es que estos traductores se enfrentan y comentaran esas traducciones, están muy bien explicados los poemas, el comentario hace que el poema se entienda”.
Solo está la traducción, sin el idioma original por dos razones, una es que no se puede conseguir jeroglíficos en chino, persa o turco antiguo y porque quisieron que el poema se sostuviera como una obra de creación en español.
La visión del amor
Sobre las coincidencias en cuanto a la visión del amor que los poetas han tenido a lo largo de la historia, señaló que cada época tiene sus diferencias.
“Creo que los poetas antiguos eran mucho más desinhibidos, la poesía antigua era muy explícita en temas amorosos y sexuales, decían las cosas por su nombre. Luego cae el cristianismo y la cosa se vuelve secreta, se cierra la expresión, todo empieza a ser por alusiones, y luego se vuelve a abrir a finales del 19 y principios del 20, vuelve a haber poesía explícita”, advierte.
“Nosotros cuidamos bastante el libro, es muy difícil destrabar el tema amoroso del erótico, pero tratamos de conservar el tono de la poesía amorosa, ningún poema es totalmente erótico, bueno, quizá uno, que es el náhuatl, que es una condena a la lujuria porque se trata de dos mujeres mayores que seducen a unos jovencitos y las condenan no es fácil encontrar poemas de amor en la literatura indígena, directamente eróticos es más fácil”.
Como colaborador, de la antología, tradujo y participó con los comentarios de un poema egipcio.
“Lo traduje de varias lenguas y con un ensayo para traductores y poetas, se llamaba de Cómo y porqué los poetas traducen poemas de lenguas que no conocen. Yo no conozco el egipcio, no sé leer jeroglíficos, pero leí muchas traducciones de muchas lenguas, incluso en español, y el que tradujo Ezra Pound al inglés, que aparece en la traducción de Elsa Cross y de José Luis Rivas... me leí una gramática del egipcio para ver en qué momento de la lengua se hizo”, comparte.
“Es un poema de una coquetería increíble y otra cosa que ocurre no tan rara en este libro, yo doy esa versión que es la más literal, pero luego no sabemos mucho de cómo era la métrica egipcia pero yo me animo a ponerle metro, con una variante, los egipcios igual que los sumerios llamaban hermano a la pareja. En otra versión que hice no puse la palabra hermano, porque no había comentario y se podía confundir con un poema incestuoso, como aquí sí hay comentario, pongo hermano, con metro y rima”.
Además hizo el sumerio, el egipcio y el de Dante en italiano.
“Fabio Morábito me obligó a firmar el otro, porque era Petrarca y Fabio cuya lengua materna es el italiano, cuando lo invité me dijo que no quería hacer el italiano, sino el griego e hizo Safo, en colaboración y yo hice el italiano, le mostré una traducción de Petrarca, y me la destrozó”, dice entre risas.
“La corrigió muchísimo y entonces le dije fírmala tú y me dijo que si no la firmaba yo no la publicamos, entonces firmamos los dos”.
El libro Primer amor, título inspirado justamente en el primer poema de amor encontrado, se puede comprar en las librerías del Fondo de Cultura Económica, y en línea, en la página de El Colegio de México.
“Es un libro muy bonito, más grande, no entra en ninguna colección y nos dieron libertad de hacerlo un poco más a nuestro gusto, está hecho para el público general, aunque lo hacen especialistas, tratamos de que no fuera especializado”.