Recibe El Colegio de Sinaloa a tres miembros eméritos
Dan placa y medaba a Jaime Labastida Ochoa y Jaime Martuscelli Quintana; al mazatleco Antonio López Sáenz lo distinguen en una reunión privada
Por el gran legado que han dejado a lo largo de sus respectivas trayectorias, Jaime Labastida Ochoa, Antonio López Sáenz y Jaime Martuscelli Quintana, recibieron una placa y medalla de plata como Miembros Emérito del Colegio de Sinaloa.
En una ceremonia que tuvo lugar en Casa Haas, el poeta, periodista, ensayista, filósofo y académico mexicano, Jaime Labastida Ochoa y el bioquímico, con numerosos estudios sobre biología molecular y políticas de investigación en salud, Jaime Martuscelli Quintana, recibieron la distinción.
Mientras que al maestro pintor y escultor mazatleco Antonio López Sáenz en consideración a su salud se le hizo entrega de su distinción en una reunión privada que se celebró en su hogar.
En la reunión celebrada en el recinto cultural ubicado por la Heriberto Frías, Estrella Palacios Domínguez, Secretaria de Turismo del Estado de Sinaloa, fue la encargada de realizar la entrega a los miembros fundadores del Colegio de Sinaloa.
En el acto estuvieron presentes además de los dos homenajeados, Élmer Mendoza, presidente del Colegio de Sinaloa; Enrique Vega Ayala, director de Planeación del Instituto Municipal de Turismo y Arte de Mazatlán, en representación del Alcalde Édgar Zataráin, y Rubén Félix Gastélum, presidente en turno del Colegio de Sinaloa.
“Si la expresión por su currículum los conoceréis el Doctor Jaime Martuscelli Quintana probablemente no dormía, no comía, no miraba por las ventanas, porque es extensísimo su curriculum, aparte de que es partero, es doctor en bioquímica, pero ha sido miembros de muchísimas organizaciones, por ejemplo la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y al Desarrollo Tecnológico, y secretario y director del Instituto de Investigación Biomédicas, y coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, y así como 280, o sea, evidentemente es un hombre muy brillante y sinaloense, y nos da mucho gusto tenerlo aquí, para nosotros un gran amigo que ama Mazatlán y su comida, miembro fundador de nuestro colegio y ahora miembro emérito”, dijo Élmer Mendoza.
También alabó la trayectoria de Jaime Labastida Ochoa, quien ha destacado en las letras.
“Jaime Labastida Ochoa es un gran poeta mexicano, doctor en filosofía, es un poeta cantor de lejanías, de horizontes difusos, de seres presos en sí mismos, es un cantor del amor, ese amor que es la mano que más suavemente mueve el universo, el universo personal de cada ser humano, y también tiene una larga carrera como académico en la universidad, de hecho yo lo conocí cuando era maestro en la UNAM, y de 1981 que fue la primera vez que lo escuche leer poemas en Bellas Artes, su libro si más no recuerdo es Las Cuatro Estaciones, que mereció el premio de La Paz de poesía, que ya no existe, y también en miembro fundador del colegio y a partir de hoy también es un miembro emérito”, comentó.
Posteriormente a las palabras otorgadas a cada uno de los homenajeados por el presidente del colegio, Palacio Domínguez hizo entrega de la placa y medalla a cada uno de los homenajeados.
A su vez, Jaime Mario Labastida Ochoa, fue quien expresó su agradecimiento en nombres de los tres homenajeados.
“La idea de la creación del Colegio era descentralizar las tareas culturales concretadas todavía hoy en la capital de la República; el Colegio de Sinaloa fue fundado a semejanza del Colegio Nacional, que a su vez se inspiró en la institución francesa del mismo modo, tiene como objeto reconocer a los creadores más importantes de nuestro estado en campos más fértiles de las ciencias y las artes, no se trata de un privilegio constituye más bien una operación, que es de dar a nuestros pueblos lo mejor de nosotros mismos”, dijo Labastida Ochoa.
Al final, Estrella Palacios Domínguez expresó su admiración y reconocimiento a la trayectoria de los tres homenajeados, a quienes les agradeció su presencia en el puerto.