Muere Cruz Hernández Fermín, fundador del Club La Hojarasca, en Recoveco
El profesor del CBTA 133 tuvo comunicación constante con el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez
Cruz Hernández Fermín, fundador del Club de Lectura La Hojarasca, en Recoveco, que llegó a oídos de Gabriel García Márquez y les enviaba libros, falleció la mañana de este sábado, por complicaciones de cáncer de riñón.
Hernández Fermín, veterinario de profesión, originario de la huasteca veracruzana, radicaba en Recoveco, una comunidad perteneciente al municipio de Mocorito, Sinaloa, desde hacía más de 30 años.
Era maestro jubilado del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario 133, donde cada año, desde 2002, organizaba el Festival Cultural, dedicado al Nobel colombiano a propósito de su cumpleaños en el mes de marzo.
Su primer acercamiento a la obra de García Márquez, contó en entrevista con Noroeste, fue cuando tenía alrededor de 14 años y ese universo creado con palabras que le recordaba las historias que su abuelo, Juan Cruz Hernández, le contaba en su infancia, lo cautivó.
Leyó El coronel no tiene quien le escriba, Cien años de soledad, Los funerales de mamá grande, La hojarasca, El olor de la guayaba, Doce cuentos peregrinos, El amor en los tiempos del cólera y cada emoción que le despertaron esos libros lo motivaron a crear un club que motivara a los jóvenes a leer.
Fundó el Club de Lectura la Hojarasca, hacían tertulias literarias y luego empezaron a celebrar el cumpleaños de Gabriel García Márquez, el 6 de marzo, con actividades culturales. Así nació el festival y él se encargó de hacerle saber al colombiano lo que pasaba en este pueblito de Sinaloa.
Llamó a la revista Proceso para pedir algún teléfono dónde localizarlo y le dieron el de Mónica Alonso, la asistente de García Márquez, quien al ver las fotografías que habían subido a internet, se lo comunicó al Nobel.
“A don Gabriel le emocionó que los muchachos, hijos de campesinos, estén tan entusiasmados con la lectura y por eso quiere donarles libros”, le comentó en un correo electrónico, según las propias palabras de Hernández Fermín durante aquella entrevista.
Desde entonces y hasta el fallecimiento del Nobel, estuvieron en contacto, les enviaba libros y ellos, en agradecimiento, le mandaban cajas de camarones y de lichis frescas durante la temporada.
Su sueño de conocer a García Márquez en persona lo llevó a tomar un camión hacia Monterrey, en 2003, cuando supo que estaría en el homenaje que la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano le haría al periodista Julio Scherer y no logró verlo. Y en 2006 se lanzó a la FIL de Guadalajara, pero la seguridad que rodeaba al escritor le impidió acercarse.
García Márquez supo de estos fallidos encuentros y el 9 de enero de 2007 llamó al profe para preguntarle por qué no se había acercado.
“Porque estaba muy estricta la seguridad”, le dijo y el novelista reclamó no haberle mandado un recado. “No se me ocurrió, pero iremos a la próxima FIL”.
Y ahí su sueño se hizo realidad, en diciembre de 2007, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, integrantes del Club de Lectura la Hojarasca, fueron invitados a una comida.
De aquel encuentro quedaron fotos, firmas en libros y grandes memorias, que el profe Cruz siguió compartiendo con sus alumnos.
El Festival Cultural cada año fue más grande, como lo fue también su amistad con el Nobel. Llegó incluso a visitarlo en su casa, en 2012, para regalarle una edición especial de El Quijote, de Cervantes, y el colombiano le hizo un recorrido guiado por su biblioteca.
Muchas veces lo invitó a visitar Sinaloa y fue la promesa que no pudo cumplir el Nobel: “Estuve a punto de ir, no sé por qué no... Pero voy a ir sin mucho ruido”, le dijo.
La historia del profe inspiró al cineasta Óscar Blancarte a hacer una película, La promesa, que estrenó justamente en Recoveco y en las salas de cine del país.
Trata de un niño abandonado por sus padres que se vuelve rebelde y el Profe Cruz, como le puso al co protagonista, lo ayuda a tomar el camino del bien y llegar a ser un gran triunfador.
Cruz Hernández consideraba que en ese camino, el del bien y del triunfo, parte importante es la literatura, el deporte y el conocimiento.
En las últimas semanas, le aquejaba un cáncer de riñón y estuvo algunas semanas en el hospital. Le sobreviven su esposa Alma Sapiens y sus hijos Rodrigo y Mercedes.
Pesar por la partida
Para el escritor Élmer Mendoza, el legado más fuerte que deja es la visión de compartir un autor que todos los jóvenes que estuvieron a su alcance, Gabriel García Márquez.
“Y a partir de ahí acercó a otros autores, a nosotros los sinaloenses, Javier Valdez, Guillermo Gallardo, todos los que fuimos ahí a Recoveco, que estuvimos en esa escuela, se veían los rostros de fascinación porque estaban viviendo una experiencia diferente y muy importante en su formación”, dijo.
“Creo que ese es el gran legado de Cruz Hernández, no importa qué vivas, qué hagas, no tienes que temer conocer lo más grande que hay en la vida y que tiene que ver con la cultura”.
El ingeniero Rubén Rubio, promotor de música y de cultura, recordó a Cruz Hernández por su amor a la lectura.
“Era de la huasteca veracruzana, platicábamos mucho del interés por la literatura y por él cree la utopía de que pudiéramos hermanar Aracataca con Mocorito, impulsé el proyecto, hablé con cabildo, preparé el decreto para hermanar, como se hermanan ciudades con ciudades, hablamos con el Nobel, me contestó la asistente, hablé con Mercedes Barcha y le gustó la idea pero no se concretó acá, tuve que ir a pedir disculpas a Aracataca, que ya tenían todo listo, pero debo agradecer al profe Cruz”.
A través de redes sociales, muchos amigos e instituciones se manifestaron también.
“Hoy falleció un gran amigo e incansable promotor de la cultura y del libro: el profe Cruz Hernández Fermín, fundador del Club de Lectura La Hojarasca y del Festival Cultural Gabriel García Márquez, en Recoveco. Un abrazo fuerte a su familia, deseando pronta resignación”, publicó el escritor Guillermo Gallardo.
“Duele la muerte de un amigo, de un amigo que supo asumir la sugerencia del maestro – así le llamaba el profe Cruz a García Márquez– que te distraiga la vida, no la muerte. Mi amigo ya no está, no obstante, permanece, pervive en su pueblo, y con sus amigos. Abrazo a la familia del Profe Cruz y a su pueblo”, escribió el diputado Feliciano Castro.
“Descanse en paz querido Fermín, se le recordará con gran cariño y nuestro mayor reconocimiento y admiración. Luz en su camino al encuentro de su admirado amigo”, escribió la artista Minerva Solano.
“El Profe Cruz, a través de la educación, la cultura y la lectura, fue y será por siempre un agente de cambio para su comunidad y hoy le recordamos con profundo respeto. Nos hace falta en Sinaloa. QEPD”, publicó la Secretaría de Educación Pública y Cultura en su página de Facebook.