México necesita un nuevo sistema
Necesitamos una nueva forma de gobierno, con instituciones fuertes y una participación ciudadana más poderosa y organizada, aquí proponemos soluciones.
La política y futbol.
Si los mexicanos y los argentinos fuesen igual de interesados en la política como en el futbol seríamos países muy desarrollados.
Cada aficionado siente el juego, celebran y lloran, se identifican y se unen, animan, no toleran las fallas del árbitro, conocen a sus jugadores, se sacrifican y van a donde sea para apoyar al equipo, hay esperanza y angustia como si fuese mucho lo que está en juego, y lo es, el futbol es algo propio, la política en cambio se ve como un juego ajeno.
Salir del paradigma.
Así como México necesita salir del paradigma para ganar mundiales, necesitamos una nueva forma para prosperar como país y lograr más paz, justicia, equidad, sanidad y seguridad. La clave no son los candidatos: es un nuevo sistema de gobernarnos y una cultura que lo refuerce.
México se autodestruye.
Centrarse en quién sea el próximo caudillo que nos salve ha sido parte del problema repetido desde la independencia; engolfados en nosotros mismos por ganar poder y en guerras internas perdimos la mitad del territorio, nos invadieron varias veces y ahora México mete autogoles en su porvenir y muchos no se dan cuenta o cierran los ojos y le siguen dando crédito a quien diario les miente. Es increíble.
Con el sabotaje al INE y a las instituciones que nos han permitido crecer, la militarización, el control de las cámaras, la manipulación del poder judicial y del público, los abrazos a los narcos, el gobierno actual desea perpetuarse en el poder a toda costa eliminando de la cancha a sus “adversarios” incluyendo a los periodistas.
O “están con él o contra él”, no hay medias tintas. Quienes simpatizan y favorecen este proceder se dan un balazo en el pie, se instala un régimen dictatorial anunciado, no importarán las garantías individuales, los derechos humanos, la libertad para escoger candidatos ni podrás votar como antes, entre más pobres controlarán más.
Ese dineral de las campañas de las “corcholatas” ¿de dónde crees que viene? Pero no hay dinero para lo primordial, para las vacunas, ni tratamientos infantiles, ni medicinas, ni escuelas. Para seguir dando dádivas se endeudarán mucho.
Ahora busquemos soluciones, el nuevo sistema de gobierno requiere entre otras cosas:
1. Más participación y poder ciudadano. Los partidos políticos ya fueron rebasados, la ciudadanía participa más activamente llenando las omisiones e ineficiencias de los gobernantes, necesitamos propuestas de gente honesta y probada en su capacidad, pues se premia la mediocridad y la lealtad al presidente. No seamos ingenuos, el poder solo cede ante el poder, no lo van a soltar, es el idioma de la política.
México necesita más que nunca unirse en fines comunes, cuando hay un “Qué” claro, común y confesable, los “cómos” se acomodan y negocian mejor. Asimilémoslo: seguir con los juegos de poder e intereses partidistas desgastó, la gente ya no cree en los partidos pero los necesita.
2. Dejar de depender del presidencialismo. No es posible que el destino de un país y con un entorno más complejo y competitivo dependa de un solo hombre: el presidente. Esto nos hace demasiado vulnerables. Este sistema heredado propicia un besamanos de un grupo de empresarios que se benefician de los permisos y contratos del gobierno, una sumisión del poder legislativo y judicial, crea un semi-dios cada sexenio enfermo de poder que dicta al sucesor con caprichos muy costosos al país, propicia la corrupción, impide las decisiones prontas y consensadas y la dictadura del presupuesto y endeudamiento. El presidencialismo nos ha costado soberanía, rigidez y severas crisis.
3. Respetar la constitución. Sin reglas claras que no se respetan es difícil crear certidumbre, confianza ni justicia pareja, tenemos una constitución a modo del presidente en turno. La ley es la ley y tiene que respetarse, si no hay abusos y caos. “La constitución de los EEUU tiene 7 artículos, con cerca de 240 años ha tenido solo 27 enmiendas”, la nuestra con 105 años “tiene 136 artículos y 762 reformas”. (Sepgra, 05,2022). Se simula obedecerla y la gente lo sabe. Con esa cultura imposible.
4. Equilibrio de los 3 poderes. Está en vilo la autonomía del poder judicial con los nuevos magistrados, la mayoría del poder legislativo obedece sumisamente la voz del amo; no hay diálogo ni negociaciones en las cámaras, hay posiciones arraigadas favorecidas por ideologías extrañas que han provocado resentimientos y radicalización. Usan al pueblo como pretexto pero han creado más pobreza y autoritarismo. Imposible reducir el presidencialismo sin los otros 2 poderes. Perú nos ha dado ejemplo con su congreso.
5. Fortalecer las instituciones. Hay que rescatarlas y hacerlas inmunes a los caprichos del gobierno en turno, son fruto de la sensatez y de la providencia, garantizan el buen funcionamiento, la autonomía y crean reservas. Un país es tan fuerte como fuertes son sus instituciones.
6. Partidos políticos abiertos y que representen a sus votantes. La política ha sido el gran negocio, un oasis para ganar fortuna y fama, se convirtieron en franquicias centrados en sus propios intereses vendiendo caro su amor. Ellos necesitan nuevos, creíbles y capaces candidatos no contaminados por el sistema, la ciudadanía por lo pronto los necesita para competir en las próximas elecciones.
Aumentan los políticos que velan por sus votantes y por el país, mejorando la política pero no pueden impedir los retrocesos.
7. Estar bien informados y exigir avances. La transparencia y dar seguimiento a la rendición de cuentas a cada político federal, estatal y municipal y aplicarles la ley si fallan reducen la corrupción.
México es tuyo no de los políticos, participa activamente y déjales un porvenir a tus hijos.