Los totorames
En un lugar situado donde da inicio la parte norte de México, desconocida y muchas veces ignorada en la arqueológica investigación, tuvo asiento la cultura Totorame, en asentamiento del cual se llegó a tener conocimiento gracias a las andanzas exploradoras y conquistadoras tanto de Nuño Beltrán de Guzmán y de Francisco de Ibarra.
El territorio del reino o señorío Totorame se extendía desde el Río de las cañas, que colinda con el estado de Nayarit, hasta el Río Piaxtla, aunque algunos llegan a consideran su presencia en una parte más norteña del país, siguiendo siempre una trayectoria paralela al litoral del Océano Pacifico.
La lengua de esta cultura tenía influencia de la lengua de los cahitas, antiguamente hablada en la parte norteña del estado de Sinaloa y el sur del estado de Sonora. Según esto los nombres nahuas que hoy encontramos en varios lugares se deben más bien a los aborígenes que acompañaban a los conquistadores conocidos como nahuatlatos, quienes designaban con nombres nahuas a los lugares según el ambiente que dominaba en ese lugar.
Con la llegada de Nuño Beltrán de Guzmán a las tierras de lo que hoy es Sinaloa, este tuvo la pretensión de establecerse hasta las tierras ocupadas por el Reino Totorame, a donde envió a su capitán Cristóbal Berrios, quien con un estilo de crueldad y tiranía fundó el Fuerte del Espíritu Santo. Finalmente, este asentamiento fundado desapareció debido a los ataques de los naturales Xiximes y Acaxees.
Fue Francisco de Ibarra, de origen vasco, quien incursionando por el hoy estado de Zacatecas fundó la provincia de la Nueva Vizcaya, desde el hoy estado de Durango, para continuar con la exploración en la parte norte de Sinaloa y en el estado de Chihuahua, después se dirigió a través de la sierra de Durango, hasta llegar a la parte sur del hoy estado de Sinaloa, fundando la Villa de San Sebastián, hoy Concordia, hasta llegar a Caulian, hoy conocido como Chametla, sede del reino Totorame, donde falleció en 1575.
El Señorío de Totorame se caracterizaba por tener una cultura sedentaria, su actividad principal era la agricultura y la pesca, así como la elaboración de diferentes artículos de uso doméstico, herramientas y prendas de vestir.
Asentados en las márgenes de la desembocadura del Río Baluarte, en el lugar donde hoy se ubica el poblado de Chametla o quizá muy cerca de ahí, tenían la amenaza constante de sus vecinos habitantes en las zonas serranas, los Acaxees y los Xiximes, quienes por lo accidentado de su terreno buscaban una manera de subsistir, siendo considerados como belicosos.
El reino o señorío Totorame era parte de una especie de confederación conocida como Chimalhuacana, junto a los señoríos de Xalisco, Colima y Aztatlán, con los cuales compartían objetivos comunes.
El Señorío Totorame nos presenta una parte de nuestra historia aún por conocer, afortunadamente gracias al empeño de investigadores y estudiosos, sobre todo de esta región, se empieza a develar ese mundo aún desconocido en muchos aspectos, penetrando en las ancestrales raíces de esta parte de este estado llamado Sinaloa.