Llevarán Héctor y Daniel su ‘mala compañía’ a Tijuana
El dúo de trova y bohemia culiacanense probará suerte en un escenario internacional
Quien guste de la trova en Sinaloa, habrá escuchado hablar o tocar el cajón del Compaye o la guitarra y voz del maestro Dani Huerta.
Pues Las malas compañías, como nombran a su proyecto en dúo bohemio, tiene la oportunidad de presentarse en el mítico salón El Nopal, en Tijuana, este próximo 23 de julio, sin embargo, requieren de un último empujoncito económico para cumplir ese sueño.
Ambos, cuyo destino se unió precisamente por la música, tendrán además la responsabilidad de cubrir esa fecha a dos metros de la trova: Alejandro García Villalón, Virulo, y Amaury Gutiérrez.
Sus orígenes y trayectoria
El Compaye, como le conocen a Héctor Cuén López, asegura que llegó a la música por un rebote.
“Yo conocí por accidente a un cantautor local, que se llama Toni Ferrer, talentosísimo, cantante, guitarrista y compositor también”, señala.
“Iba mucho a verlo a un bar donde él tocaba y un día se dio cuenta que yo le pegaba a la mesa con ritmo y me dijo ‘tú tienes ritmo’, y me regaló en mi cumpleaños números 29 un cajón, (2007) y prácticamente me obligó a tocarlo y luego tomé clases con el maestro Gustavo Carreón, de métrica y rítmica, y así es como yo empecé en el mundo de la música”.
El caso de Dani Huerta fue diferente porque su familia lo mantuvo siempre dentro de la música.
Se llama Francisco Daniel Huerta Cabrera y nació el 3 de noviembre de 1996 en La Paz, Baja California Sur.
“Desde los 7 años tuve mi primera guitarra y me daban clases particulares en mi casa... formalmente empecé a los 13 años y egresé de la Escuela de Música del Estado de Baja California Sur (INBA) a los 16 años, mientras estudiaba la parte académica, mi papá Juan Flores “El Zurdo” me enseñaba las ‘vagancias’ dentro de lo popular para hacer adaptaciones”, recordó.
“Cuando tenía 17 años falleció mi papá y me motiva para salir de la ciudad y seguir especializándome. Después me vine a estudiar a Culiacán y egresé en el 2020 como Licenciado en Música con especialidad en Jazz”.
Recalcó que como experiencia individual destacó como ganador del Programa Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA 2015-2016).
“Me he presentado en diversos Festivales de Cultura y Universitarios en esta Ciudad. Ganador del primer lugar en el Segundo Concurso de la Canción Inédita, Género Balada en el Festival Internacional Universitario de la Cultura 2022 en donde me acompañó en las percusiones Compaye Héctor Cuén”.
Sus influencias de composición musical y letra se desarrollan gracias a artistas como Jorge Drexler, Silvio Rodríguez, entre otros.
Héctor, por su parte, ha tocado en recintos emblemáticos con diferentes proyectos en el país, como Rojo Café en Guadalajara, El Sapo Cancionero y El Breve Espacio en la Ciudad de México, además de tocar en Los Ángeles, San Diego, Bells Garden y Long Beach, todos en el estado de California, en los Estados Unidos.
Cómo nació Las malas compañías
Héctor recuerda que conoció a Daniel en el 2019, cuando fue llamado por Tony Ferrer de última hora para cubrir un evento privado en La Primavera.
“Fue una tocada que no nos gustó mucho, porque no nos conocíamos, y el equipo de sonido no era bueno”, recuerda.
“Después en la pandemia, cuando Juan Jiménez cayó al hospital, que no encontrábamos quién supliera un viernes, alguien encontró al Dani y nos volvimos a reencontrar en el Peor para el Sol. Fue una noche bonita y ahí me dijo sobre su idea del proyecto”.
Recuerda además que desde diciembre de 2020 comenzaron con el proyecto, “... pero ya en forma podemos decir que tenemos un año y poquito, podemos decir un año y poquito tal vez, Las malas compañías, la primera tocada fue en febrero de 2020, en una despedida de soltero de unos clientes del bar, fue nuestra primera tocada tal cual como Las malas compañías”, recalcó Cuén López.
“Después hicimos un en vivo en un bar de una casa de una señora que muy amablemente nos prestó, que fue el debut en sociedad como un dueto de trova y bohemia y que intentamos rescatar, pues más que nada, las canciones de autor de todas las épocas, tanto las que conocía Daniel, como las que conocía yo, hicimos una fusión muy bonita de muchos autores de la vieja escuela y también de la nueva”.
El próximo viaje a Tijuana
El Compaye recuerda que alguna vez tuvo oportunidad de acudir y tocar en El Nopal, cuando lo administraba otra persona y cuando supo que un cambio buscó comunicarse para explorar la idea de presentarse por allá.
Entonces buscó comunicación por redes sociales y unos días después tuvo respuesta. “...es un lugar emblemático de las rolas de autor, de la trova y bohemia, me contactó el nuevo dueño del lugar y me dicen que para poder agendar ahí se ocupan como ocho meses de anticipación y además, pues tener cartel cosa que nosotros con un dueto de bohemia, de cover, pues no tenemos tanto”, dijo Cuén López. “... pero casualmente ese día, que va a ser el 23 de julio, de este año, Virulo y Amaury cancelaron el concierto que tenían programado y nosotros somos los que vamos a cubrir a esos maestros”.
Aún con su experiencia, Daniel opina que espera con nervios vivir la experiencia de presentarse en ese lugar.
“Está de nervios y emocionante, será una gran experiencia presentarnos en un lugar que ha sido pisado por tantos cantautores y artistas de renombre”, expresó.
“Le tengo mucha fe al proyecto y pienso que será bien recibido en Tijuana, pienso que es un escalón más en nuestra trayectoria musical”.
¿Cómo ayudar?
Para su presentación del 23 de julio en Tijuana, Héctor y Daniel cubrieron los vuelos, pero aún faltan otros detalles para su viaje, por lo que se presentarán en el centro cultural Alicletas, un espacio de encuentro creativo ubicado por la calle Antonio Rosales casi esquina con Vicente Guerrero, el próximo 20 de julio.
“Será un concierto de puras canciones de Sabina, versionada por la guitarra y la voz del maestro Dani Huerta y acompañado en el cajón por un servidor, es el mismo concierto que se va a presentar en Tijuana”, explicó Cuén López. “... estamos pidiendo un poquito el apoyo de la gente para recuperar un poco de esa inversión, porque realmente no somos ricos, y nada más queremos hacer un concierto; se cobrará un descorche y la gente podrá llevar su comida, bebidas y todo lo que apetezcan”.