Las formas de manipular

Paúl Chávez
21 enero 2023

Nunca habíamos observado tanta polarización y gente distanciada por lo político. ¿Qué ha venido sucediendo y que puede resultar?

¿Discernimos la verdad?

Todo el mundo en algún momento manipula, los políticos, el marketing y los medios son expertos.

¿Las masas venezolanas se dieron cuenta de lo que se les venía encima con Chávez, de Ortega en Nicaragua, de Fernández en Argentina, de Evo en Bolivia? De haberse dado cuenta lo hubiesen impedido, ahora huyen, en Brasil la población está dividida.

En las “mañaneras” uno puede darse cuenta si el presidente dice o no la verdad, que tan honesto es respondiendo, si desvía o no la cuestión hacia otros temas y termina hablando de sus adversarios que “conspiran” contra él, si respeta o espeta contra quienes lo critican, si es conciso o alarga sus respuestas, si ataca o no a los periodistas que critican sus resultados, si da información confidencial que los pone en peligro, a que gobiernos prefiriere y apoya.

Más nos llama la atención en las encuestas que la misma gente que lo aprueba desaprueba sus resultados y la situación del país.

¿Qué está pasando?

Hay un “efecto halo”, la aureola que la gente pone en quien se siente representada e identificada, ya sea que simpatizan con su ideología, su partido, la esperanza que suscita, le creen, le tienen un afecto que filtra la realidad, para una madre su hijo no es un delincuente aunque la policía le muestre las evidencias.

¿Qué tanto afecta a los simpatizantes el tener la experiencia de ser robados, extorsionados, no recibir las medicinas y la evidente falta de mantenimiento del Metro? La cuestión de fondo es más emotiva que racional, Sin embargo la popularidad baja, el DF cambió su voto.

El poder requiere del apoyo de las masas ¿pero que tanto se les puede manipular? Más ahora ante la próxima elección presidencial.

Formas de manipular

Aquí algunas formas de manipular, incluimos a Noam Chomsky un pensador de EEUU, Alfredo Paredes un experto en comunicación social y propias:

1. Las redes sociales. Urge discernir la verdad ante la marea de mensajes recibidos donde se manipula fácilmente, en una conferencia de alta dirección los directivos de las redes comentaron “nosotros conocemos a cada uno más que sus esposas”.

No es casualidad que recibas esos anuncios tan personalizados e insistentes, Google te da la información que le conviene, incluso se puede oír tus conversaciones con el celular apagado y saben más de ti de lo que sospechas. Las granjas de boots manipulan y provocan tendencias.

2. Distraer y culpar a otros. Mantener ajena la atención pública de los problemas importantes y de las decisiones claves: cambios a la constitución, a las leyes, acuerdos, con trivialidades que enganchan, sorprende que muchos analistas las comenten.

3. La desinformación. Provocar ciudadanos desinformados, apáticos, ignorantes de las noticias relevantes que no leen los periódicos y se enteran por las redes, se busca la docilidad y que crean todo lo que se les dice porque “tienen otros datos” más valiosos.

4. Tratar al público infantilmente. Los políticos siempre han tratado al público como si fuese tonto, los argumentos infantiles crean de alguna manera un público infantil. La TV lo ha favorecido con su programación insulsa.

5. Mantener al público en la ignorancia y en la mediocridad. Entre más ignorancia y pobreza más se manipula, se descuida la educación que está en manos de sindicatos, se baja el presupuesto al Conacyt, el abandono de las escuelas, combatir a “los aspiracionistas” porque “solo a los ricos secuestran”.

4. Hacerse la víctima de un enemigo. Los “conservadores” y los “neoliberales” suplieron al “imperialismo”, pero eso no ha impedido que la gente siga bebiendo “las aguas negras del imperialismo yanqui”, pero ojo, los enemigos virtuales cobran vida: “el judaísmo internacional” venció a Hitler.

5. Presencia permanente. Se pensó en extender los fines de semana “las mañaneras” ante las nuevas evidencias de corrupción opuestas al discurso, entendamos: el problema no son las tonterías dichas sino mantenerse en boca de todos.

6. Repetir mentiras. Los nazis hipnotizaron al pueblo alemán llevándolo a la guerra y que pasara inadvertida la persecución judía frente a sus ojos, los industriales y empresarios que apoyaron a Hitler porque los enriqueció fueron arruinados por la guerra ¿Estará pasando igual en México?

7. Un presidente altruista. Repitiendo los discursos de Chávez de “primero los pobres”, “yo ya no me pertenezco”, la gente ha visto un mesías que al fin vela por ellos y los representa, las dádivas son muestras de “amor con amor se paga”.

8. Repetir slogans. Hasta que terminan creyéndolo, “ya se acabó la corrupción”, “no somos iguales”, “eso era antes”, sin embargo el huachicol sigue descontrolado y las auditorias federales muestran lo contrario.

9. Crear problemas y ofrecer soluciones. La forma en que resolvieron los accidentes del Metro con la guardia nacional ¿acabará con los accidentes? ¿Y los culpables?

10. Ir gradualmente. Los cambios de sistemas políticos requieren tiempo y que la gente se vaya acostumbrando creando las condiciones legales, políticas y del poder para imponerse y mantenerse... con la bendición de las masas.

Discernir y actuar a tiempo es clave.