‘La pasión atraviesa la raza humana desde el inicio de los tiempos’: Carla Guelfenbein

SinEmbargo.MX
31 diciembre 2022

La pasión “atraviesa la raza humana desde el comienzo de los tiempos”, señaló en entrevista la escritora chilena Carla Guelfenbein, quien emplea este sentimiento como el hilo conductor de su última novela, La naturaleza del deseo (Alfaguara), una historia que relata la relación pasional de dos chilenos: S, una escritora que vive en Londres y afronta la pérdida de su hijo; y F, un abogado casado de Santiago de Chile que busca escapar de su realidad.

“La idea de escribir particularmente sobre la pasión es una idea que me rondaba hace mucho tiempo, pero de alguna manera no sabía cómo encararla, por dónde, de qué forma. Había tocado a lo largo de mis nueve novelas —porque esta es la novena— siempre el tema del amor, siempre parejas que se encuentran, pero nunca había transformado el tema del amor pasional en el centro de mis novelas”, comentó Guelfenbein en entrevista con SinEmbargo.

La autora compartió que la idea de nombrar a sus personajes simplemente como F y S, y de referirse a los lugares en donde esconden su relación con números corresponde a una cuestión de despersonalizar a los protagonistas y su espacio.

“Ellos son F, él; S, ella. Son él y ella, en el sentido de que son todos los amantes, todos los hombres, todas las mujeres, porque en la vida adulta cualquier ser humano ha vivido algún grado de esa pasión, en menor o mayor medida, pero es un sentimiento que atraviesa la raza humana desde el comienzo de los tiempos”, precisó. “Lo mismo las ciudades, estos dos amantes, F y S, se encuentran en diferentes ciudades del mundo y las ciudades tampoco tienen nombre, tiene número, Ciudad 1, Ciudad 2 [...] porque en el fondo son un telón de fondo a estos dos amantes que están en el primer plano, viviendo esta historia y que son todos los amantes”.

Si bien el amor pasional toca a sus protagonistas de principio a fin, siempre a través de la mirada de S, hay otra cuestión que atraviesa al texto y sus personajes: la pérdida. S busca reponerse de la pérdida de uno de sus dos hijos, un suceso que acaba con su matrimonio y la consume hasta que conoce a F. Esa misma pérdida la hereda S también con el exilio de sus padres a causa de la dictadura de Augusto Pinochet, que le lleva a crecer en Londres con los ojos puestos siempre en un Chile del que apenas conoce.

“Ella efectivamente tiene un sentimiento de no pertenencia, uno la ve bastante aislada, sola, muy autosuficiente en sus emociones, su hija, su amiga, trabaja en un colegio, escribe, es escritora, no pertenece del todo y eso también es un campo fértil para que irrumpa el Eros, porque irrumpe en una tierra en la cual es una mujer con ciertas carencias en el fondo”, expuso Guelfenbein.

La autora de La naturaleza del deseo refirió en la plática la dinámica en la que subsisten la pasión con la pérdida. Explicó que hay ciertos aspectos de la escritura que son conscientes y que un escritor pone en juego ciertas cosas, como, por ejemplo, esta contraposición entre el Tánatos, la muerte, este espacio puro en que ella vive y el Eros; “cómo el Eros interfiere en el Tánatos, y cómo en este caso vence al Tanatos”.

“Ella es una mujer inteligente, una mujer culta, una mujer que tiene referencias, una mujer que tiene todos los instrumentos para defenderse de una pasión irracional, de una pasión que mirada desde afuera uno dice cómo esta mujer con tantos instrumentos de defensa o tantas formas en las que ella hubiera podido tomar consciencia del torbellino que se estaba metiendo, no lo puede hacer y esto también tiene que ver con la fuerza del Eros”, destacó en cuanto a S.

Y sobre F, puntualizó: “(Es) un personaje complejo, yo diría, no solamente un hombre infiel, hay una intranquilidad en su interior, gigante, una intranquilidad, una carencia que no sabe cómo llenar en el fondo, y que llena con esta búsqueda vertiginosa de la pasión”.