La Iglesia de Filadelfia

Presbítero Amador Campos Serrano
02 julio 2024

La comunidad de Filadelfia fue fundada 189 años antes del nacimiento de Cristo por el rey Attalo II, siendo considerada como la reciente en su existencia con respecto a las otras seis mencionadas en el libro del Apocalipsis.

Esta iglesia es la única mencionada en el texto a la cual no se le hace algún reclamo, subrayando su fidelidad en el ejercicio de su fe, predicada en las enseñanzas del Maestro Jesús, reconociéndole un trabajo y una fidelidad en la guarda de sus enseñanzas, guardándolas y nunca negando su nombre.

Después del Rey Attalo II le sucedió su hermano en el gobierno de la ciudad, el cual, careciendo de un sucesor, la donó, junto con la de Sardes al gobierno de Roma.

En el primer siglo de la era cristiana, la ciudad fue víctima de un terremoto que la dejó dañada severamente, siendo restaurada por el emperador romano César Tiberio por lo cual se le empezó a llamar la Nueva Cesárea, nombre que después regreso al de Filadelfia.

El origen de presencia del cristianismo, en ese lugar, sin duda se debe a la predicación del apóstol san Juan, junto a las otras comunidades mencionadas en el libro del apocalipsis, establecidas en la península de Anatolia, hoy la región de Turquía. Su mérito a los ojos del apóstol fue su perseverancia, a pesar de las dificultades. Lo cual es un signo elocuente de la vivencia de su fe.

La fidelidad y santidad de esta comunidad es emanada de una obediencia en su más puro significado, no de una obediencia convertida en servilismo, como muchos pretenden imponer, sino inspirada en la verdad que quiere resplandecer a pesar de las contradicciones de un autoritarismo impuesto.

La perseverancia en la fe, no para agradar a los hombres, sino solo a Dios, esperando su venida, aunque parece que tarda en llegar, es el mandato y la sugerencia, porque ya sus nombres están inscritos en el Reino de los Cielos.

El nombre de Filadelfia significa amor fraternal, designando en el texto apocalíptico el modelo de fidelidad eclesial en el cual se vive la armonía, a pesar de las tribulaciones del diario vivir,

Viviendo el amor fraterno en la fidelidad, a iglesia de Filadelfia, mereció el reconocimiento divino, al vivir la fe, convirtiéndola en la iglesia amada al hacer vida el amor fraterno descubriendo a Dios en amor a los hermanos.