Fantástica presentación de 'Las buenas noches de las vírgenes'

Elizabeth Gámez
28 abril 2017

"María Sastre y Ricardo Tapia interpretan la narrativa de la artista multidisciplinaria Cecilia Pablos"

Un desafío, una aventura el viaje con historias cotidianas y fantásticas, con una excelsa narrativa es el libro Las buenas noches de las vírgenes, de Cecilia Pablos, consideraron la filóloga María Sastre y el poeta y maestro de historia Ricardo Tapia.

La quinta publicación de Pablos, una creadora multidisciplinaria, fue presentada el martes, en el Centro Sinaloa de las Arte Centenario, donde fue "arropada" por su familia, escritores, artistas plásticos y público en general que disfrutó la disertación de los panelistas, así como a la autora, que sorprendió como bailaora y la representación de uno de los cuentos con Larick Huerta y David Zataráin.

El libro está compuesto por 16 cuentos, la mitad de temas cotidianos y el resto tiene un tono surrealista, pero que acaban hablando de temas humanos, explicó Sastre, también correctora del área de Literatura del Isic. 

Todavía no es mañana es un cuento sobre la incapacidad de desprenderse de un cuerpo muerto de un amante, o El tiempo es hiel, Míriam, que habla de la experiencia de David en un campo de concentración nazi, ejemplificó de las narraciones reales. 

De los fantásticos se refirió a Mambrú se fue a la guerra, ¿Hay quién te necesite viva?, Según los sueños de Alicia con una recreación onírica de Alicia en el país de las maravillas, pero reinventado, llevado a la realidad, con una Alicia moderna, más humana.

"Vamos a encontrar historias de muchos tipos que una al menos para cada uno de ustedes va a ser fundamental", expresó Sastre.

Del conjunto de cuentos destacó uno en particular que se refiere al debate que muchas mujeres viven, que es dejarse llevar por el deseo, el recato o la renuncia, un tema fundamental en la obra de Pablos, y lo ejemplificó con su Poema Rompehielo, del libro de poesía Días de pájaros salvajes, que leyó.

Un tema que también se ve en el cuento Las buenas noches de las vírgenes, al que dio lectura, para destacar de éste esa libertad femenina.

Ricardo Tapia dijo que ve dos elementos de los que debe apropiarse el lector para lograr la conexión con la autora; primero, internalizar los hallazgos de su intuición y descubrir qué oculta deliberadamente para que discernamos.

Este desafío que plantea Pablos no es menor, dijo. En su caso consideró importante hacerlo a través de un personaje de un libro, un "escritor", a quien usó como ancla para vivir diferentes hechos, en relatos distintos y comenzar un diálogo con el personaje con el libro en sus manos.

Este escritor que también fue periodista, añadió, se volvió cada vez más cercano en ese espacio de las barracas de la historia de Cecilia, por lo que para un par de principiantes no había forma de escuchar consejos.

Recordó que este escritor había leído insuficiente sobre los libros, que era posiblemente seguidor de los tesocráticos o al menos había internalizado a Heráclito y sabía perfectamente que nadie se baña dos veces en el mismo río, como también lo sabe Cecilia, que en sus palabras refiere Nadie se baña dos veces en la mismas aguas, como en una excelsa narración.

Motivado por este "escritor", fue que escribió una interpretación del libro de Pablos, considerando su narrativa como un enjambre de motivos literarios que pican como abejas; como una construcción superior más importante que cualquier forma propuesta por una corriente literaria.

"El olvido de ciertos valores que nos son inherentes a nuestra naturaleza, y la aparente decepción por la espiritualidad, dan origen a esta estructura con sentido de vida", expuso Tapia.

Acá no hay asesinatos, no hay sexo explícito, añadió, hay una poderosa fuerza que exalta los sentidos y emerge en la guerra de vida alguien que se expresa de su pasión, un recuerdo imperecedero que se trasforma en un cuento titulado Un blues en la tempestad.

"Me identifico con la autora en la necesidad de contarles a otros sobre la violencia, encapsularla en palabras de trascendencia literaria, en este caso puntual de la violencia de género, puesta en La tragedia de la mujer y un ángel que la mira, un título magnífico para que el mensaje conferido en la historia sea más profundo".

Cecilia Pablos se mostró emocionada y agradeció la generosidad de las palabras de Tapia y Sastre, así como el respaldo de las autoridades del Isic.

Comentó que el don artístico no viene por casualidad, no se logra por oficio, se reflexiona, mas es un regalo que Dios deposita, y del que hay que comprometerse para llevar este don a la trascendencia.

Y es el artista el que busca el bien de la obra, que es la realización en la verdad, en la belleza de la obra, expuso.

"El artista cuando crea desea profundamente, suda, se esfuerza, se desvela, como decía Octavio Paz, reposas la obra", relató Pablos de cuando observa sus pinturas imponiéndole a cada pieza un ejercicio racional, en esa búsqueda de la belleza.

"El mundo es cambiante, la vida es movimiento, y en ese espacio de tiempo está la realización del ser humano", subrayó Pablos que luego compartió sus poemas favoritos, recordando a Federico García Lorca, y de la mano de este autor su sentimiento se elevó a canto, demostrando su talento como bailaora, llenando de aplausos el recinto.

 

AUTORA

Cecilia Pablos estudió High School, Arte Dramático y Danza en Pasadena, California.

Diplomado en Orientación Familiar por la Universidad de Navarra, en el IPADE de México, diplomado en Filosofía por la Universidad de Navarra, España.

Ha publicado teatro, poesía y cuento.

En 1998 estrenó la obra 'Amor en una esponja de vinagre'. 

En 2000 recibió el premio Nacional de Poesía Benemérito de las Américas, de Oaxaca.

Estudia la licenciatura en Eneagrama y Desarrollo Humano.

Es autora de los libros 'Umbral', 'Apología por un desterrado', 'Revelación de lo imposible', 'Días de pájaros salvajes' y 'Sólo se trata de este cielo'.

El libro 'Las buenas noches de las vírgenes' está a la venta en Educal, en el Casino de la Cultura.