Fallece Ramona de Saá, notable figura del ballet en Cuba

Nelly Sánchez
17 abril 2024

Reconocida internacionalmente por sus enseñanzas en esta expresión danzaria, de Saá Bello fue discípula de Alicia Alonso y por mucho tiempo directora de la Escuela Nacional de Ballet

Ramona de Saá Bello, una de las más importantes figuras de la danza cubana, falleció este miércoles en La Habana.

Fue una de las más destacadas discípulas de Alicia y Fernando Alonso y devino ella misma principal formadora de muchos de los más reconocidos bailarines cubanos del último medio siglo.

Madre de Margarita Naranjo de Saá, quien dirigió la Escuela Municipal de Ballet de Mazatlán durante 10 años, y que fue privada de la vida, en 2008, en su departamento en el puerto.

Acudió al funeral de su hija y aseguró que no acusaron a nadie y que lo único que siempre trataron de hacer era ayudar a las autoridades, respondiendo con la verdad.

“Nosotros no queremos inmiscuirnos en nada de esto. Yo pienso que la policía que está haciendo lo posible por resolver el caso. Nadie, aquí, ha acusado a nadie”, dijo en su momento De Saá sobre el caso de su hija.

De Sáa fue una de las más prominentes y multifacéticas personalidades del Arte de la Danza en Cuba y su obra fundamenta sólidamente al movimiento creativo y pedagógico de esta manifestación artística.

Mereció en el año 2000 el título de Doctora Honoris Causa en Arte y Premio Nacional de Enseñanza Artística en 2002, como reconocimiento a su trayectoria la cual la vincularon a 45 años con la enseñanza del ballet en Cuba.

El legado de la maestra Ramona de Saá va más allá de lo artístico y es que por su ejemplo de entrega, fortaleza moral, ética, sencillez y altruismo, se ganó el respeto y la admiración de todos en el área desempeñada.

Nacida en La Habana el 23 de julio de 1939, fue forjadora del actual sistema de enseñanza de la Danza en Cuba.

Realizó sus estudios en la Academia Alicia Alonso y bailarina fundadora del Ballet Nacional de Cuba, convirtiéndose en una de sus principales figuras junto a Loipa Araujo, Mirta Plá, Josefina Méndez, Aurora Bosch y Margarita de Sáa.

Bajo la dirección de Fernando Alonso fundó la Escuela de Ballet en la cual se formaron las nuevas promociones de bailarines cubanos.

También fue promotora y fundadora de la carrera de Arte Danzario del ISA, dirigió la labor de elaboración de los primeros planes y programas de estudio del perfil de ballet fungiendo como su primera profesora en Metodología de la Enseñanza de esta manifestación.

Desarrolló su actividad en países como Argentina, Bulgaria, Bolivia, Brasil, Ecuador, Italia, México, Perú, España y Venezuela; fue miembro de la Comisión de Carrera de Arte Danzario y del Consejo Científico de esta alta casa de estudios.

Llevó a cabalidad la comprensión de las ideas de Alicia y Fernando Alonso y su capacidad para emprender la práctica de estos principios constituyó lo más notable de su labor.

Recibió múltiples reconocimientos, por la labor pedagógica que desempeñó, como las distinciones Raúl Gómez García (del Sindicato de Trabajadores de la Cultura), la condecoración por la Educación Cubana, por la Cultura Nacional.

Las medallas Jesús Menéndez, José Tey y Alejo Carpentier (2001); los diplomas de Fundadora de la Escuela Nacional de Arte, y al Mérito Pedagógico por el Ministerio de Cultura.

Se le otorgaron, además, los Premios Nacional de Danza (2006) y Nacional de Enseñanza Artística (2002).

Por decisión familiar, luego de las honras fúnebres de Ramona de Saá, el 18 de abril, sus restos serán cremados y depositados en el panteón familiar en ceremonia íntima.