Exploran la identidad sinaloense a través de las páginas de ‘Sinaloa Milagro de Luz’

Daniela Flores
23 mayo 2024

Arturo Santamaría Gómez presenta en Culiacán el libro en el que analiza la perdurable característica del orgullo sinaloense, desde sus raíces históricas hasta el desafío de estigmas como el narcotráfico y la violencia

CULIACÁN._ Bajo la tesis de que el orgullo por ser sinaloenses es una característica que ha perdurado a lo largo del tiempo, se presentó el libro “Sinaloa Milagro de Luz: Identidades e imaginarios en la narrativa sinaloense”, del autor Arturo Santamaría Gómez.

La presentación del libro estuvo a cargo Adrián López Ortiz, director general de Grupo Noroeste; y de Jorge Ibarra Martínez, colaborador del periódico, quien abrió la conversación partiendo de la percepción histórica del sinaloense.

En particular, comparó desde otras perspectivas la mirada de la identidad de los habitantes de Sinaloa respecto a otros estados durante épocas pasadas.

“También hizo que la religión católica no abrigara la manera en cómo se dio en otras partes del País... José Cayetano Valadez se compara la diferencia entre mazatlecos y jaliscienses y tapatíos y se asombra de que, para empezar, en Guadalajara no había mujeres en la calle, normalmente eran puros hombres”, dijo.

Otros elementos que han formado el carácter del sinaloense, prosiguió, son la migración y la sofisticación por el México blanco.

“Todos esos elementos van marcando la historia de la personalidad del sinaloense”.

Sin dejar fuera el tiempo reciente, Ibarra Martínez señaló que el libro aborda el resultado del crimen organizado en cuanto a la incidencia sobre la identidad propia y externa de la población en el estado.

“Una de las cosas que han marcado la personalidad del sinaloense es el crimen organizado que cambio incluso la percepción de nosotros”.

Sin embargo, bajo esa misma premisa, dentro de la obra, concluye que esa cara no es permanente

En ese mismo sentido, Adrián López Ortiz comentó que el libro resulta pertinente para reflexionar sobre qué y quiénes somos desde una vista propia que a la vez concluya en una capacidad de cambio positivo.

“La necesidad de ese Sinaloa, no dejar que esas etiquetas o lo que se entiende como lo sinaloense desde fuera nos defina, sino que eso sea una construcción que salga desde dentro”, manifestó.

“Deberíamos los sinaloenses con las broncas que tenemos, con las virtudes que tenemos, con las condiciones que tenemos, continuamente estarnos reflexionando, pensado y exigiendo desde las premisas y conclusiones que diseñemos para eso, una capacidad para cambiar, para mejorar”.

A su vez, López Ortiz explicó que, pese a la violencia que vive en el estado, resulta necesario encarar esa situación que de manera general influye en la vida de todos y todas las personas que habitan Sinaloa.

“Si fueras de Mérida esto no tendría ningún sentido, pero eres de Culiacán y si eres de Culiacán no puedes tener una visión reduccionista, moralina de lo que es el Sinaloa, la narcocultura, los impactos del crimen organizado, porque tenemos una obligación de entender de una manera mejor eso que somos”, sostuvo.

“Porque eso que somos, ese romanticismo, esa banda, esa cerveza, esa cultura, tiene expresiones en lo concreto y en lo simbólico, pero en lo concreto ha tenido precios costosos... Como esta lógica del sinaloense honesto, echado para adelante, cortés, ha trasmutado en el sinaloense violento, agresivo, irrespetuoso”.

Comentó que el libro, además de presentar una idea sobre quiénes somos y de dónde venimos, también provoca interés en intentar buscar el lugar en el que queremos estar en los próximos 30 años.

“Qué tanto estamos teniendo capacidades desde la ciencia, el arte, la industria, la tecnología, para poder entrarle o al menos empezar a reimaginarnos de una manera que no sea el estigma sino lo que queramos que eso sea, que no nos sea puesto desde un poder fáctico”, puntualizó.

“El gran valor del libro está en hacer este rescate de dónde venimos y quiénes somos, pero también en la provocación de deberíamos intentar a otros lugares”.

La presentación culminó con la participación del autor de la obra, Arturo Santamaría Gómez, quien señaló que las identidades mutan a través de los años y, aunque parezca que pueden tener permanencia, son temporales, y en eso mismo está el convencernos de que la violencia no es eterna.

“No hay esencias en las identidades, estas mutan, se negocian, se transforman y se van algunas cosas, tienden a modificarse; todos los rasgos aunque pueden tener permanencia no son eternos, por lo mismo no hay que convencernos de que la violencia es para siempre”, dijo.

“Sinaloa en el mundo es narcotráfico y violencia, y mostrar también que hay otras cosas”.


- ¿Ese es uno de los propósitos del libro?

- Es mucha pretensión que pueda lograr algo importante, pero es un intento. Que se convenzan que hay mucho talento para lo bueno.