El poderoso impacto de la gratitud

Paúl Chávez
30 diciembre 2023

"Tenemos dos vidas, la 2ª comienza cuando te das cuenta de que tienes solo una” y entonces dejamos de tirar las perlas al mar.

Feliz año

Cada año que empieza nos mueve a la esperanza y cada año que termina nos mueve a la gratitud. ¿Y qué tal si nos proponemos ser profundamente agradecidos este año? Pues una cosa es saber un tema, o creer que lo sabemos, y otra muy distinta es vivirlo. Nos han enseñado a saber, no a vivir lo aprendido, no practicar lo que sabemos crea desconcierto.

Ser agradecidos es un hábito que viene de una honda actitud, no depende del estado de ánimo y va mucho más allá de dar las gracias sinceras. La gratitud se escoge ante el infortunio incluso. Su importancia todos la valoramos, Cicerón la destaca, “la gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás”.

Al agradecer brota la sensación de ir descubriendo y apreciando la hermosura de lo pequeño, opacando el orgullo merecedor. Perdonar implica magnanimidad, sentirnos perdonados da humildad y se agradece profundamente: cambia vidas. Los matrimonios se afianzan con el perdón.

Agradecer las cosas “malas”

Agradezcamos diario las bendiciones recibidas que ignoramos, ese ciclista que apenas esquivamos, llegar sanos y salvos a casa no es casualidad. Quienes perdieron el tren se salvaron de morir en las Torres Gemelas, otro se salvó al meterse a comprar algo, otro se paró a bolearse los zapatos, otro se reportó enfermo, Michael Jackson tenía una cita temprano pero se quedó dormido.

Incluso las cosas graves tienen su lado bueno, lo emocional impide verlo. El psiquiatra Viktor Frankl les preguntaba a algunos por qué no se suicidaron en el campo de concentración nazi, ellos siempre tenían algo y alguien que los movía. Perder ese alguien también tiene sentido. Al encontrarse a un viejo colega abatido le preguntó la razón: acababa de morir su esposa. Y entonces surgió la pregunta mágica -¿Dígame Dr. qué hubiese sucedido si Ud. hubiese muerto primero? -“Oh, le respondió, ella hubiese sufrido muchísimo”. –Ya lo ve, ahora Ud. está ahorrándole ese sufrimiento.

Sus potentes beneficios

Estudios científicos han demostrado que ser profundamente agradecidos, incluso forzándolo, produce una emoción que sana la salud mental y física; da satisfacción, optimismo, mejora la felicidad, la autoestima, las relaciones sociales, fortalece el sistema inmune, alivia la depresión, la envidia, la soledad y se duerme mejor. La tristeza es madre de malestares y afecta el ánimo cegándolo.

El agradecimiento como terapia.

Jaime contribuyó a la fama de la psicóloga chilena Pilar Sordo. Acudió a la 1ª sesión muy deprimido, ciego con 40 años, vivía solo, un amigo le ayudaba a transcribir del Braille, “en la 1ª consulta le dejé de tarea escribir todas las cosas buenas que le pasaban en el día. Había sido injusta por dejarle esa tarea, no creí que la cumpliera, tenía yo una soberbia”. A la semana entró con su bastón de ciego y un maletín, ella le confesó sus dudas. Jaime le mostró su maletín: eran 4 cuadernos empastados gruesos. “Al leer uno empecé a llorar con hipo, Jaime sorprendido -“¡Qué curioso sentir al psicólogo llorando!” –“Pero Jaime, no entiendo nada ¿Cómo has podido ver estas cosas si yo nunca las veo? ¿Entonces, quién está más discapacitado? La de él es obvia, pero nosotros hacemos todo lo posible por ocultar la discapacidad del alma. Me di cuenta entonces que estaba más deprimida que él”.

Jaime escribió: “agradezco el agua de la ducha, agradezco secarme con una toalla suave, meterme a la cama con sábanas limpias, la pijama limpia, el olor del pan tostado, el sol en la cara al caminar, el olor a jazmín del parque, las chispas del refresco pegándome en la nariz, la gentileza de una cajera en el súper”. Jaime al escribir su tarea diligentemente ya no necesitó terapia.

Jaime nos enseña a abrir los ojos del alma, numerosas cosas nos suceden cada día, la ceguera emocional impide verlas, la tristeza se correlaciona con no ser agradecidos. La miseria consiste en ver lo que falta en abundancia. Y eso crea vacío, insatisfacción, quejas constantes, malestar, enfermedades, pleitos.

Hace meses publiqué este caso aquí y me hice el hábito de ir agradeciendo al manejar pero no fue suficiente, escribirlo lo refuerza.

La fe agradecida

La fe agradecida produce milagros. Pedir siempre desde la carencia en cierto modo es una falta de agradecimiento a Dios por tantas cosas buenas recibidas que no vemos, dudamos de su bondad infinita.

Gregg Braden un físico y conferencista acompañó a un indígena a rezar a la montaña para que cesara la sequía. Al danzar cantando observó cómo movía sus pies. Al terminar le preguntó, el indígena pedía imaginándose sus pies llenos de lodo por la lluvia que “caía” al rezar. Día después vino una tormenta.

La fe agradecida crea abundancia

El aforismo si lo ves y lo crees... lo creas expresa una verdad. Los empresarios saben el sorprendente poder de una visión clara. Cultivar la gratitud consciente sí funciona. “Es una manera de ver la vida, reconociendo que ella no nos debe nada y que todo lo que tenemos es un regalo”. Vivir es un regalo.

Anotemos cada día “un plan de prosperidad emocional” escribiendo todas las cosas buenas que nos pasan. Gracias por practicarlo.