El arte le salvó la vida, asegura Miguel Flores

Noroeste/Redacción
13 diciembre 2024

El maestro ha entregado su dedicación durante 26 años al Centro Municipal de las Artes

El arte ha permitido al maestro Miguel Flores externar sus emociones, compartir experiencias personales, y en un momento determinado, lo salvó.

Así lo compartió en la última presentación de temporada Diálogos de Nuestra Historia, foro ciudadano del Instituto de Cultura Turismo y Arte de Mazatlán que se dedica a exponer, debatir, citar y retroalimentar sobre temas que enorgullecen a la sociedad mazatleca.

Miguel Flores estuvo acompañado por el maestro Ramón Gómez Polo y Alonso Guerra, quienes destacaron la importancia que ha tenido el trabajo y dedicación que el maestro Miguel Flores ha entregado durante 26 años al Centro Municipal de Artes.

Miguel Flores expreso que como artista, exterioriza sus emociones a través de la pintura, que es su pasión. Comenzó a dibujar desde los 6 años de edad y considera que su padre puso la semilla de la vocación por la pintura en él.

Estudió a Rubens, Caravaggio y Rembrandt de modo personal, a los 17 años partió a Los Ángeles para reencontrarse con su padre después de una separación, en su viaje padeció de un proceso de carencias y ambientes sociales hostiles, sin embargo, el encuentro con el pintor Mario Parra le fue marcando un camino de crecimiento artístico.

En esos tiempos también se dedicó a visitar los museos que albergaban verdaderas obras de arte, admiró y contempló la obra de Rembrandt titulada “La Resurrección de Lázaro” en donde la técnica lo sorprendió y motivó para comprender la figura en movimiento, la cual es imprescindible en una obra de arte.

Sucesos trágicos vividos en carne propia por el maestro Miguel Flores fueron inspiración para expresar la fragilidad humana ante el vertiginoso crecimiento industrial, su obra titulada “La ciudad Mecánica” así lo expone.

La fuerza y el poder de la expresión son factores que tienen que estar integrados en el arte, así lo expone el maestro Flores, y durante un capítulo de vida pensó en desvivirse, sin embargo, la mirada a uno de sus dibujos en donde aparece un demonio lo hizo comprender que había sido exorcizado para salvarlo.

Ese suceso lo hizo volver a México, a Mazatlán, y fue aquí en donde recibió ofertas de trabajo que han integrado la restauración de uno de los murales de Catedral, también ha restaurado una obra de José María Velasco y restauró las obras de la Iglesia San Juan Bautista en Badiraguato.

Así fue el cierre de temporada de Diálogos con Nuestra Historia, que se lleva a cabo en la Plazuela Machado, en las afueras del Centro Municipal de Artes, en donde el artista Miguel Flores concedió el honor de compartir sus más profundas emociones humanas.