Cuando no hay compromiso en la pareja
El amor es, sin duda, uno de los términos más atractivos para poetas, escritores, filósofos, cineastas... y por supuesto para psicólogos, neuropsicólogos, neuropsiquiatras, médicos, entre otros... El amor no es uno más de los temas humanos, tal vez sea uno de los que más nos identifique.
Compromiso, se refiere a la decisión de amar y mantener el amor con la otra persona. También se define como la intención de “apostar” por la relación de pareja y conseguir mantenerla en el tiempo –por encima de distintos tipos de obstáculos y dificultades–.
En terapia yo les explico que para que una pareja sea exitosa, debe de ser lo más parecido a ti, compartir los mismos intereses, gustos, sentir atracción física, y lo más importante: compromiso, en el noviazgo es tu oportunidad de investigar que tan comprometido está tu pareja, si en realidad se ve en un futuro contigo y si no, hablarlo, porque sin compromiso no va a hacer una buena relación, aún casados la persona que no se compromete no lo hará.
El miedo al compromiso es la preocupación, duda o inseguridad de iniciar o mantener una relación, por encima de los obstáculos o dificultades que puedan aparecer. En general se expresa en forma de pensamientos y emociones contradictorias, que provocan un importante malestar emocional en quien lo padece y en su pareja.
Estamos viviendo en una época en la que cada vez se valora más la libertad para vivir la vida del modo que queramos, el tema del compromiso en la pareja resulta muy complejo. Y no solo hablo el casarse, puede haber parejas muy comprometidas sin haber firmado ningún acta de matrimonio.
En nuestros días el individualismo lo impregna todo, y eso para algunos significa que los ciertos vínculos emocionales intensos, como el amor de pareja, ya no tienen demasiado sentido. Sin embargo, cualquier relación amorosa requiere de una cierta cantidad de compromiso, algo que demuestre que estamos dispuestos a invertir esfuerzos en ella.
“No basta el amor”, una frase muy importante, las personas creen que el amor es el único ingrediente dentro de una pareja, novios, o matrimonio, cualquier relación de pareja necesita, para subsistir, algo más que el puro sentimiento del amor
El compromiso en la pareja es el conjunto de todas aquellas garantías que muestran que la relación de pareja tiene y tendrá un contexto en el que desarrollarse y existir como tal. Así pues, su componente fundamental es la estabilidad, la cual permite tener confianza en que el noviazgo o el matrimonio tienen futuro.
Las personas con miedo al compromiso se distinguen que al pensar en un proyecto de vida en común les cuesta tomar decisiones sobre: vivir juntos, mudarse, casarse, tener hijos...
Se preocupan por la sensación de que la relación va mal, y se cuestionan si sienten o no amor suficiente y si vale la pena mantener una relación que perciben con carencias de emociones como deseo, pasión, apoyo, comprensión...
El que se le dificulta comprometerse tiene más presente lo que pierden estando en pareja que los beneficios que aporta, “No puedo estar con otras personas o no puedo salir con los amigos”. Sienten que pierden su libertad, autonomía e independencia.
Les cuesta aceptar algunas normas de relación de pareja. Sienten que son los “culpables” del sufrimiento de la otra persona y prefieren romper antes de continuar sintiendo estas emociones negativas.
Les cuesta “cambiar su rol”, asumir la pérdida del anterior, madurar para dejar de ser hijo o hija, y pasar a ser pareja. La comunicación con la pareja es inadecuada, no se expresa con asertividad. Desean realizar actividades sin la pareja más que con la pareja.
La ruptura con la pareja suele llegar cuando tienen que dar un paso más para avanzar en la relación. El miedo al compromiso implica un temor a mantener una relación a largo plazo. Ese miedo genera una gran ansiedad, por lo que la persona no logra mantener una relación durante mucho tiempo. Si le presionan para que se comprometa, probablemente pondrá fin a la relación, aunque luego se arrepienta.
El compromiso se construye en función del día a día, en los comportamientos y acciones ‘simples’ que constituyen la convivencia de una pareja. El grado de interés y participación en la toma de decisiones, en respetar y cumplir las promesas, en proteger al otro y ponerlo en el primer lugar de importancia de sus vidas
En la pareja, si hay compromiso los miembros se involucran en la vida del otro, se interesan por la familia, los amigos, el trabajo, las aspiraciones y preocupaciones, etc. Además, existe un apoyo recíproco incluyendo apoyo en proyectos individuales.