Comparte Bobadilla historias de ‘El Ñacas y el Tacuachi’
El monero presenta su libro en la jornada conmemorativa por el sexto aniversario de la muerte de Javier Valdez
Crear personajes ha sido una tarea que para Ricardo Bobadilla no ha sido sencilla, pero tiene el yugo de la entrega cuando se publica a diario. Y así como puede faltar media hora para la entrega y no llegan las ideas, otras veces en cinco minutos las tiene.
Se inspira en historias que le cuentan o las que observa y sus grandes influencias han sido moneros como Rius, Jis, Trino.
Al presentar su libro El Ñacas y el Tacuachi, sicarios a la orden, balas expansivas de humor negro, durante la jornada conmemorativa por el sexto aniversario del fallecimiento del periodista Javier Valdez, organizada por el diario Ríodoce, Ricardo Bobadilla se dijo emocionado y nervioso y compartió anécdotas desde sus primeras publicaciones hasta que se concretó esta publicación.
En el Archivo Histórico, el monero agradeció que lo invitaran a ser parte de esta jornada conmemorativa que recuerda, dijo que son “seis años huérfanos de Javier”.
El libro es una compilación de las historietas de El Ñacas y El Tacuachi que Bobadilla creó en 2009, en una apuesta por un humor implacable y filoso para hablar de lo que se vive a diario en incontables lugares de México marcados por la violencia.
Los personajes expresan la cotidianidad de narcos, mujeres seducidas por el poder, la desigualdad social, el abuso de poder y la corrupción.
En la presentación estuvo acompañado por Óscar Fidel González Mendívil y por el monero Francisco Campaña “Paquiro”
“Porque Ismael no quiso presentar el libro, dijo que a él sólo le gusta hablar mal de la gente”, dijo Bobadilla provocando la risa de los asistentes. “Y bajo esas premisas aceptaron Óscar Fidel y Paquiro”.
González Mendívil comentó que los personajes de Bobadilla son de los culichis.
“Ha habido esfuerzos en Sinaloa de publicar cómic, desde muchos espacios y formas, desde caricaturistas profesionales, y nunca había visto un esfuerzo, un dominio, apasionamiento por explorar la forma”,
Los dibujos del Ñacas y Tacuachi están tan bien hechos que parece que cualquiera los puede hacer, dijo.
“Vean cómo fluye el lenguaje, primera cuestión que veo distintiva, además de la característica del trazo. Se ven, se sienten como rústicos culichis, son de nosotros, sin lugar ni temor a equivocarnos dices estos son culichis, rescata este lenguaje y nos hace cercanos al entorno”, apuntó
“Y su estilo de dibujo, que para mí es como fluido, líquido, si se fijan en los contornos del muñeco, para mí es fluido, de repente parece como que fluyen, en la escena se trasladan, aunque parece que están estáticos”.
El Ñacas y el Tlacuache no son maestros de ética, entendieron que el crimen existe y no necesita permiso, pero no se plantea en términos de bueno y malo, sino que es un producto social, añadió.
Paquiro agradeció que lo invitaran a presentar la primera compilación de monos de Bobadilla y deseó dé el salto a otras modalidades, como la animación.
“Ricardo tiene más personajes que Walt Disney, no solo el Ñacas y el Tlacuache, tiene los Cochipolicías, el pariente y es sorprendente esa capacidad que tiene de estar cambiando de canal, como van los tiempos de entrega.
Le preguntó cómo puede ir de unos personajes a otros cuando se enfrenta a la página en blanco. Reconoció que su estilo es único y personal.
“Publicar a diario tiene el yugo de la entrega, pero para la creación de los personajes, les robo las historias a mis amigas, en las reuniones de mi pareja, y siempre respeto el perfil de cada personaje, es complicado, a veces lo logro a veces no”, confesó.
El lenguaje, dijo, es parte de la comicidad de los personajes.
Paquiro comentó que fue testigo del proceso de publicación y de cómo logró cumplir ese sueño de todo monero de publicar el libro.
Bobadilla agradeció el apoyo que Javier Valdez siempre le brindó.