Brilla el espíritu navideño en el Concierto Decembrino

Noroeste/Redacción
06 diciembre 2024

Aplauden a Jessika Arévalo e Itzeli del Rosario como solistas, con la OSSLA y el ensamble vocal Musarte, en un programa sin fisuras

La magia de la Navidad llegó al Teatro Pablo de Villavicencio con un concierto lleno de emociones y selectas piezas de diferentes épocas y países en torno a los valores y el anhelo de paz y esperanza.

Se trató del Tradicional Concierto Decembrino, con el que cerró con broche de oro la Temporada 2024 de la Sociedad Artística Sinaloense y el Instituto Sinaloense de Cultura.

La Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes en su parte medular, el sorprendente debut del Ensamble Vocal Musarte, integrado con 14 vocalistas dirigidos por la soprano Perla Orrantia, y como solistas la soprano guatemalteca Jessika Arévalo y la mezzosoprano jalisciense Itzeli del Rosario, todo bajo la dirección del maestro Maximiliano Flores, como director huésped.

Ante un público de todas las edades, el programa abrió con la pieza orquestal Christmas Overture, de Samuel Coleridge-Taylor, tras lo cual entró la soprano Jessika Arévalo, quien cantó magistralmente el tema Rejoice (del oratorio El Mesías, de Georg Friedrich Händel), seguida por la mezzosoprano Itzeli del Rosario con el Exsultate, Jubilate, de Wolfgang Amadeus Mozart.

Luego a dúo, la plegaria Evening Prayer, (de la ópera Hansel y Gretel, de Engelbert Humperdinck) en una sublime interpretación, tras lo cual, sola, Jessika Arévalo fue aplaudida por su interpretación de Pie Jesu, de Andrew Lloyd Webber.

En esta parte entró a escena el Ensamble Vocal Musarte, con 16 voces, para cantar Laudate Dominum (de Mozart), con la mezzosoprano Itzeli del Rosario como solista, para cerrar la primera parte con otros dos cantos corales de El Mesías, de Händel: And the glory of the Lord, y con la célebre y trepidante Aleluya, que arrancó ovaciones en los asistentes.

Tras el intermedio, el programa siguió con la famosa Farandole, de la ópera L’Arlésienne, de Georges Bizet, para luego entrar Jessika Arévalo y enternecer a todos con el aria Ο mío babino caro, (de la ópera Gianni Schicchi, de Giacomo Puccini), seguida de Casta Diva (de la ópera Norma, de Vincenzo Bellini), en una divina interpretación de Itzeli del Rosario.

Luego, ambas voces se fusionaron para cantar el precioso Dúo de las Flores (de la ópera Lakmé, de Leo Delibes), y, no menos preciosa, Belle Nuit, o La barcarola (de la ópera Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach), entre los estruendosos aplausos del público.

Siguió con el aria Se Romeo T’uccise (de la ópera Capuletos yi Montescos, de Bellini), cantada por partes por la soprano y la mezzosoprano, para que luego Arévalo regalara una memorable versión del aria Heia, In Den Bergen (de La Princesa de las Csardas, de Emmerich Kálmán), para luego cantar ambas solistas en dúo otra más de Bellini, Sì, Fino All’ora (de Norma).

Ya hacia el cierre, volvió el Ensamble Vocal Musart con Gésu Bambino, de Pietro Yon, y concluyó con la conocida serie de villancicos agrupados en la suite 1 The Many Moods of Christmas, de Robert Shaw y Robert Russell Bennett, en la que se cantó y se derramó sobre los presentes el espíritu de la Navidad, con temas como Cristo ya nació, Noche de paz, Las campanas suenan ya y Adeste fidelis, en español.