Bordar es expresarse, protestar y hacer arte: Angelina Zamudio
Angelina Zamudio asegura que en el mundo el bordado está siendo utilizado como un medio de activismo social
En el bordado, Angelina Zamudio encontró una forma de expresarse, de protestar, de exigir justicia y hacer arte.
Empezó a raíz de una invitación de la artista Elina Chauvet, que había hecho una campaña que llamó Confianza y ella a su vez hizo la invitación a través de Facebook, y acudieron 40 personas, de las cuales 39 eran mujeres y un hombre.
Al bordar experimentó paz, tranquilidad, por eso ahora su intención es que el bordado ya no sea cuestión de género, sino que borden hombres y niños.
“El bordado es una terapia, una forma de expresarse, de protestar, de exigir justicia y hacer arte, ya no es el bordado de servilleta, muy valiosa, pero ahora las mujeres en todo el mundo están utilizando el bordado como un medio de activismo social”, asegura.
Hermandad entre mujeres
Angelina Zamudio nació en Culiacán. Es hija única de José Cruz Zamudio, a quien llamaban Cuy, y de Julia Padilla de Zamudio. Se formó en la Escuela de Comunicación Social, con especialidad en Relaciones Públicas y por muchos años trabajó en medios de comunicación impresos y radiofónicos.
Participar como bordadora y como escritora en las diversas actividades en torno al Día Internacional de la Mujer es para ella muy significativo.
“Que las mujeres nos unamos es algo maravilloso, yo creo que es uno de los grandes logros de la humanidad y también que se unan los hombres. Sin embargo cuando las mujeres nos unimos hablamos de nuestros sentimientos, miedos, de los hijos, de los sueños, nos apoyamos, sí es verdad que a veces hay roces, pero creo que es parte de la humanidad, quién no tiene un roce con alguien”, señala.
“Sin embargo, creo en la sororidad que es la hermandad entre mujeres y a mí me ha tocado ser beneficiada de ellas, no solamente de mi madre, de mis tías, sino de muchas amigas que me han apoyado en mi vida, en momentos difíciles y momentos felices y creo que gracias a ellas puedo enriquecerme, y he visto cómo puedo aportar un granito de arena a otra amiga que necesita de mí en algún momento”.
Y es que se ha rodeado de mujeres en diversas agrupaciones y colectivos a los que ha pertenecido, como cuando presidió la asociación de comunicadoras, el Club Rotario Culiacán Humaya, luego en sus talleres de Corazón de Mujer, inspirados en la columna que escribía en Noroeste.
“Las mujeres que llegan se hermanan, se abrazan, ponen su hombro y hay un grupo de amigas del primer taller que di al público en 2009 y todavía se juntan”, comparte.
“Ahora estoy en Bordadoras de corazón, que nació porque empiezo a dar el taller Emociones y bordado, empecé a hacer reuniones de lectoras, de corazón de mujer, la columna, y ahí hubo tal química en las asistentes que formamos el grupo de bordadoras.
“Tenemos mujeres de Colombia que bordan por la paz, por tanta violencia que han vivido, acá en México por las personas desaparecidas, por Javier Valdez, y nos dedicamos a bordar por nuestras tradiciones, como el Día de muertos, por la salud femenina, lo hemos hecho por el cáncer de mama, por las heroínas mexicanas”.
Ser libre, no valiente
Este año, como parte de las actividades en conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, el colectivo hará un bordado con la frase “Quiero ser libre, no valiente”.
“Una mujer que camina por una calle de noche tiene que vencer su miedo de que algo vaya a pasar, o cuando se baja del camión. A mí me tocó bajarme a las 11 de la noche del camión, cuando venía de la escuela, era irme rezando por que no pasara nada”, comparte.
“La mujer eso quiere, yo quiero libertad para mis hijas, que si ellas quieren andar en short, caminar de madrugada, qué tiene de malo, por eso es esa frase”.
Al ser hija única, Angelina encontró en sus primas y amigas, la hermana que siempre quiso.
“Yo creo que por eso me uno tanto a las mujeres, siempre sentí la necesidad de tener hermanas, sobre todo hermana mayor, me hubiera encantado, y pues para eso tengo a mis primas, amigas que me llevan 15, 20 años, y de todas las edades, ellas han sido mis ejemplos a seguir”.
Está casada con el diseñador Ito Contreras, con quien procreó a sus hijas Ana Julia, Frida y Cristina Contreras Zamudio. Además tiene ya una nieta, Mía.
Y es justamente Ito quien la ha apoyado en esta tarea con algunos diseños que ella borda en la tela.
“Empecé a bordar frases de mi columna corazón de mujer, empecé como bordadora de frases, es lo que más me gusta, las palabras”:
Luego hizo bordado relleno y foto bordado, con transferencia de imágenes o pegadas.
Uno de esos trabajos se inspiró en mujeres que han hecho historia, como Olympe de Gouges , la escritora, dramaturga y filósofa francesa, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana; las escritoras Virginia Wolf, Simone de Beauvoir y Rosario Castellanos, así como Hermila Galindo, la sufragista más icónica de México.
Apoyo durante la pandemia
Angelina tiene una maestría en Desarrollo Humano, una especialidad en Core Energética y un diplomado en Tanatología y en temas de Género, que le han dado herramientas para apoyar a jóvenes y adultos durante la pandemia.
Actualmente imparte el taller Juventud en Armonía en secundaria del STASE, al que se incorporaron 12 adolescentes para recibir apoyo emocional por la pandemia.
“Me ha tocado dar terapia, la mayoría que me llega son por duelo, hemos trabajado con personas que perdieron a su ser querido con esto, cosas muy fuertes”.
Uno de los talleres más significativos lo impartió a 17 mujeres privadas de su libertad en el CECJUDE, que en su mayoría estaban ahí, por apoyar a su pareja en algún delito.
“Siempre asistieron y participaron con toda sinceridad, abrieron su corazón y aprendieron a que debían valorarse como personas, como mujeres y su mayor ilusión era cumplir su condena y salir para reunirse con sus hijos e hijas”.
La mejor manera de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, es hacerlo desde su propio entorno, considera. A partir de un granito de arena se pueden generar grandes cosas.
“Yo diría a las mujeres que me rodean que recuerden que tienen derecho a todos los derechos, que cuando reciban una agresión jamás serán culpables ellas, que pidan ayuda
a lo mejor a través de mi muro de Facebook, de un bordado, de una plática, creo que si es necesario todavía que las mujeres y hombres re-aprendamos a vivir diferente entre géneros. Un hombre y una mujer somos diferentes pero tenemos los mismos derechos y los cambios los hacemos desde nuestra propia trinchera”, dice.
“La mamá con sus hijos e hijas, los dos van a lavar la loza, un día el hijo le sirve a la hermana otro día ella al hermano, que haya colaboración, se cuiden unos a otros. La maestra en su salón, esas cosas tan sencillas o pequeñas se van haciendo grandes y podemos ir inyectando lo que tanto buscamos”.
Considera bueno que este día se hable de las políticas públicas, que haya marchas, pero también es necesario hacer cosas desde casa.
“Me ha tocado estar en talleres de derechos de las mujeres, paridad de género y dicen las mujeres ‘mira yo aquí empoderada y tengo que llegar a lavar la loza a mi casa porque si no, nadie lo hace’... la mujer tiene que re-aprender que la casa no es nada más de ella, sino de todos los que viven ahí y que no le van a ayudar a limpiarla, sino que van a colaborar.
Como parte de las actividades de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, participará en el evento ¡Vamos a bordar! Quiero ser libre, no valiente, este miércoles 9 de marzo, de 16:00 a 18:00 horas, en el Parque Las Riberas, a espaldas de Ley 3 Ríos.