Arturo Ipiéns plasma en nueva escultura del Venado el carácter del mazatleco

Marisela González
06 mayo 2024

El escultor Arturo Ipiéns es el creador del Venado de 10.90 metros que está colocado en la Glorieta del Paseo del Atlántico, al norte de Mazatlán; a la escultura le faltan detalles para que quede inaugurada

Representar el carácter, corazón y pasión de los mazatlecos es la finalidad principal de la escultura gigante de un Venado, que está colocada en la Glorieta del Paseo del Atlántico, al norte de Mazatlán.

El escultor, arquitecto, compositor musical y poeta, Arturo Ipiéns, es el creador de la escultura de 10.90 metros que ya está colocada en la glorieta.

El artista informó que está prácticamente terminado el trabajo del proyecto, que realizó a petición del empresario mazatleco José Óscar Sánchez, fundador de Dportenis.

A la escultura monumental le faltan detalles para que quede inaugurada, pero ya está debidamente anclada.

“Ya está el ancla debida en el concreto, ahí se hizo la placa, ya después aquí abajo se pone un cemento especial expansivo conocido como grout, y eso le da total estabilidad; en cuanto a la estructura ya no hay más que hacer; ahora la figura está solo con un fondo anticorrosivo, no es el rojo definitivo, es un rojo más brillante, más vivo”, explicó el artista.

“La altura total de la placa al cuerno más alto de la escultura es de 10.90 metros, y de la placa al asfalto es 1.5 metros, por lo tanto tenemos 12.40 en total desde el asfalto”, dijo.

Una composición

El Venado por su estructura y tamaño se tuvo que formar en tres piezas.

“Todavía hay que hacer unos ajustes, como lo trajimos en tres piezas, hay una unión entre el cuerpo delantero y el trasero, y otra la cabeza. Así lo trajimos porque no había manera de que cupiera de otro modo por su tamaño”.

Para el artista es la primera vez que realiza una escultura de esta magnitud.

“De este tamaño no había hecho ninguna escultura, sí había hecho varias esculturas tanto en bronce como en acero de gran formato, pero nunca una de esta dimensión y de este peso, son 14 toneladas, todo es acero al carbón del grado 50, que es un acero más resistente”, dijo.

“Tenemos una estructura interior parecida a lo que se hace cuando se construyen los barcos, sobre todo los barcos de madera, con una serie de costillas o diafragma como le llamamos, que en tanto en un sentido como el otro nos da una resistencia magnífica, existe un cálculo estructural como si fuera un edificio para soportar huracanes, terremotos”.

Aseguró que la estructura es de gran confiabilidad.

“En realidad es como un edificio montado en cuatro columnas, es un cálculo semejante, pero es una estructura que a mí me da mucha confianza, no se escatimó en absoluto en nada, y mucho menos en eso”.

El inicio

La idea de realizar y montar una imagen como ésta, que formará parte de los monumentos del puerto, fue del empresario que realizó la donación, incluso comentó el escultor que se comprometió a donar la iluminación y hacerse cargo del mantenimiento de manera permanente.

“La idea surgió hace 6 años, en el 2018, el empresario que hace la donación ya me había encargado algunos trabajos particulares y me propuso elegir la figura del Venado, dado que Mazatlán significa eso, Tierra de Venados, que es un símbolo muy importante; en aquel momento le hice un modelo en bronce, en pequeña escala, que lo aceptó y le gustó mucho”, recordó.

“En ese momento no se dieron las circunstancias para operar en un lugar adecuado, luego vino el tema de la pandemia y todo eso se retraso, pero el año pasado alrededor de junio me dijo ‘vamos a seguir, ya tengo el lugar óptimo para esta escultura’, entonces hicimos la nueva cotización, el cálculo, todos los preparativos y comenzamos el 24 de octubre la fabricación en el taller de Guadalajara”.

Por la complejidad geométrica dijo que se tardaron seis meses en culminar prácticamente los trabajos de elaboración.

“Son alrededor de 6 meses de trabajo. Para hacer esto, son 14 toneladas, tiene mucha complejidad geométrica, muchas líneas que hay que cuidar, muchos planos”, dice.

Representación mazatleca

Desea que El Venado sea representativo para el puerto.

“El hecho de decir que es un venado, pues sí es un venado, pero no es un Venado realista, es una transfiguración de un venado, de una interpretación de un venado; la idea original es el representar el carácter de el mazatleco, de gente orgullosa de su tierra, que mira hacía adelante, positiva”.

Manifestó que una vez culminado el proyecto, los ciudadanos verán el objetivo más claramente.

“Ya se verá cuando se descubra el trabajo en toda la cabeza, tanto la cornamenta como si fuera una corona, la expresión de los ojos, una mirada que ve hacía el norte, hacía lo lejos, hacía el futuro, con cierta sobriedad, para mí el calificativo sería altivo, es la altivez que manifiesta un venado, un macho adulto, fuerte”.

“Geométricamente también representa algunas heridas, hay algunos huecos triangulares en algunas partes que eso viene a representar la historia de la ciudad, con su problemática, la que haya tenido a lo largo del tiempo, con los éxitos y la manera de resolver los problemas, ese es el simbolismo que yo le doy, pero cada quien va a tener su propia interpretación como sucede en cualquier obra de arte, ni siquiera se va a llamar Venado, se podría llamar Orgullo, Altivez, estamos en eso, en ver qué nombre llevará”.

Simbolismo dominante

El color rojo comentó que representa el color más dominante de la naturaleza, de ahí que se eligió para esta escultura.

“El rojo es el color dominante en la naturaleza, quiero decir, que no es el que más abunda, pero es el más fuerte, además tiene una connotación dramática, entre otras, como la sangre, pero la sangre en movimiento es vida”, afirmó.

“Que no son rojos, no, no son rojos, tampoco es un venado, es un volumen geométrico, un volumen con una geometría peculiar, adaptada al material, si esto se hubiera hecho en bronce habría hecho tal vez otras formas, porque el bronce tiene su propia naturaleza, la técnica de bronce permite hacer curvaturas que es prácticamente imposible hacerlas en acero, porque es un proceso muy diferente, es de corte y pegado, y el bronce es un vaciado, entonces hay un molde previo, aquí no hay un molde, aquí hay un trazo, unos lineamientos con las directrices”.

Una mirada segura

Para el artista lo más importante en esta escultura fue el trabajar la mirada del venado, que pudiera reflejar.

“En el rostro trabajé, obviamente todo esto lo hice con un equipo al que estoy muy agradecido, pero personalmente trabajé el tema de los ojos porque como en todo rostro lo más importante es la mirada. Traté de que fuera una mirada serena, a la vez lejana, que vea a lo lejos, y sobre todo firme, segura de sí, orgulloso de sí, orgulloso de su ser”, explicó.

“Y la cornamenta tiene muy cuidado los trazos, no es absolutamente simétrica porque en la naturaleza no hay nada exactamente simétrico, pero quien lo vea, verá muy armonioso el trazo de los cuernos”.

La madurez

El que la figura sea fuerte y robusta representa la madurez del animal.

“Es robusto desde el inicio porque esa fue la idea, no hacer un bambi, sino un venado adulto, maduro, digamos el jefe de la manada, cómo un líder en muchos aspectos, con un crecimiento muy interesante, con los problemas inherente a cualquier ciudad, pero bueno yo, personalmente, que no vivo aquí me gusta mucha la gente de aquí, siento que es muy amable, muy segura y muy abierta, y eso inspiró el carácter de esta obra”.

Los terminados

El trabajo va a un 97 por ciento, y la develación del mismo será posterior a las elecciones.

“La próxima semana empezamos con la cuadrilla de terminados, como hicimos una unión tenemos que cubrir esa unión con el material con el que está recubierto todo, y después volver aplicar capas de fondo anticorrosivo para que el clima de aquí, que es marino y más agresivo que en una ciudad no le perjudique, y después varias capas de pintura y revisiones de detalles, digamos que es ‘el maquillaje’, ya está en camerino antes de salir a escena.

Afirmó que la calidad está garantizada ya que se utilizarán pinturas adecuadas al clima.

“El acero es fácil de oxidar, pero son pinturas que se utilizan para embarcaciones de poliuretano y con cuatro o cinco capas se protege muy bien, y obviamente va a requerir mantenimiento de cinco o seis años, del cual se compromete hacerlo el donador de la pieza”..

En un sueño

Para el artista es un logró muy grande en su carrera el haber realizado este proyecto que lo llena de satisfacción.

“El haber hecho esta escultura tan significativa para una ciudad es muy importante para mí, a veces siento que estoy en un sueño porque además no fue ni pesado, aunque fue pesado porque fueron muchas horas de trabajo, pero yo sentía que entraba al taller como si fuera a un jardín de infantes, a divertirme, a pasarla muy bien porque son retos cotidianos de cómo resolver el doblés, la curvatura de una placa, en fin, muchos detalles técnicos que junto con los compañeros pudimos ir resolviendo de manera satisfactoria; eso me gustó hacer, sino no, no me dedicaría a esto y los disfrutó mucho”.

Sobre el artista

Arturo (Gallegos) Ipiéns nació en San Luis de Potosí en 1962, pero radica desde hace muchos años en Guadalajara. Es arquitecto, escultor, compositor musical y poeta hispano-mexicano, de madre zaragozana.

Ha ejercido su trabajo a lo largo de dos décadas y ha ejecutado alrededor de dos centenares de obras escultóricas. Utiliza los metales, principalmente bronce y hierro como vehículo para plasmar sus ideas. Cuenta con obra de caballete al igual que con piezas de mediano y gran formato.

Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en diversas localidades del país y su obra se distribuye entre coleccionistas privados, nacionales y extranjeros.

Participó en la Bienal Jalisco-España, de 2007, llevada a cabo en el Paseo Montejo de Mérida, Yucatán, con la obra titulada ‘Toro II’ (4 m’ de altura).