Ángela Peralta: la mexicana que cantó en la Scala de Milán

Dantiela Mendoza
15 noviembre 2015

"En el Siglo 19, una joven soprano sorprendió a la aristocracia europea con su voz; hoy se cumplen 131 años de su fallecimiento en Mazatlán"

MAZATLÁN._ Dotada de una prodigiosa voz, la cantante de ópera María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta y Castera, conocida mundialmente como Ángela Peralta, fue la primera cantante mexicana en cantar en la Scala de Milán, en el año de 1862, con tan sólo 17 años de edad. 

Durante poco más de 20 años de carrera artística, la soprano cantó para grandes personalidades de la época y aristócratas, gracias a su voz prodigiosa fue llamada por los cronistas de la época como "El Ruiseñor Mexicano",
El talento musical y vocal de Ángela Peralta fueron descubiertos cuando era niña, a la edad de 6 años, y pese a su origen humilde, recibió una excelente educación artística, uno de sus maestros fue Agustín Balderas, miembro del jurado que seleccionó el Himno Nacional Mexicano. 

A los 8 años cantó la cavatina de la ópera Belisario, de Gaetano Donizetti, e ingresó al Conservatorio Nacional de Música, hasta que a los 15 años, al terminar sus estudios, debutó en el Teatro Nacional, representando el papel de Leonora, en Il trovatore, de Giuseppe Verdi. 

Con ese impulso de fama pero sin ningún apoyo oficial, su padre, don Manuel Peralta Páez, decidió llevarla a Europa para perfeccionar su técnica vocal y fue así como la mexicana alcanzó una grande fama, logró hacer tres exitosas giras en Europa e infinidad de presentaciones en México. 

Incluso, Ángela Peralta formó parte de la corte del imperio de Maximiliano y Carlota, en calidad de Figura Primerísima del Teatro Imperial Mexicano, como Cantarina de Cámara del Imperio, lo que en su momento le valieron la admiración y el rechazo de la sociedad mexicana. 

Sin embargo, la vida amorosa no corrió en el mismo sentido, pues aunque logró casarse con su primer gran amor, Eugenio Castera Velázquez de la Cadena, en 1866, su matrimonio fracasó y no pudo ser madre, debido a una enfermedad mental del marido, que lo llevó a terminar sus días recluido en un manicomio. 

Tras enviudar, en 1877, la cantante inició una relación amorosa con su administrador, don Julián Montiel y Duarte, con quien finalmente se casó en artículo mortis en Mazatlán, el mismo día de su muerte, el 30 de agosto de 1883, sin llegar a presentarse, pues la ciudad sufría de una epidemia de fiebre amarilla.

LA SCALA
El 13 de mayo de 1862, Ángela Peralta debutó en la Scala de Milán con "Lucía di Lammermoor", de Gaetano Donizetti, con gran éxito. Las crónicas relatan que el público alabó su canto y hasta un hijo de Donizetti celebró la milagrosa voz de la soprano, lamentando que su padre no viviera para escucharla.

COMPOSITORA
Además de cantar, Ángela Peralta fue una consumada arpista y compuso numerosas piezas románticas, entre ellas galopas, danzas, fantasías y valses. De su repertorio como compositora se recuerdan, sobre todo, las canciones "México", "Un recuerdo de mi patria", "Nostalgia", "Adiós a México", "Pensando en ti" y "Margarita".

GIRA TRÁGICA
Tratando de recuperar la fama que había llegado a encumbrarla en lo más alto del universo operístico internacional, Ángela Peralta creó en 1882 su propia compañía de ópera y viajó por el norte de la República Mexicana. Se presentó en Querétaro, Celaya, Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí y Morelia, en el Teatro Progreso de Monterrey, en Saltillo, Durango y La Paz.
Al llegar a Mazatlán cantó en ensayos "Il trovatore" y "Aída", pero fue víctima de la epidemia de fiebre amarilla, que la llevó a la muerte el 30 de agosto de 1883 a la edad de 38 años, en el cuarto número 10 del Hotel Iturbide, que estaba junto al Teatro Rubio, recinto que hoy lleva su nombre. La compañía tenía 80 integrantes, sólo sobrevivieron seis.

BODA MORTIS
La leyenda de muerte de Ángela Peralta tiene varias versiones, siendo la más recordada la que dice que contrajo nupcias en artículo mortis con Julián Montiel y Duarte, su administrador y amante, quien manipuló la ceremonia, ya con ella muerta, para quedarse con los los bienes de la diva, como su viudo.

DOS TUMBAS
Originalmente, Ángela Peralta fue sepultada en el Panteón Municipal de Mazatlán, hoy Panteón Ángela Peralta, pero en abril de 1937 sus restos mortales fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres, siendo la primera mujer mexicana en ser admitida en ese sepulcro para celebridades, sin embargo, la primera cripta sigue conservando su placa. 

DOS TEATROS
En tributo a Ángela Peralta, dos teatros en México llevan su nombre, el primero de ellos en San Miguel de Allende, Guanajuato, recinto que fue inaugurado el 20 de mayo de 1873, con una presen-tación de la cantante de ópera.
El segundo está en Mazatlán, donde nunca tuvo una presentación oficial, sólo ensayó, pero por haber muerto en un edificio contiguo en el año de 1943 se determinó cambiar de nombre al Teatro Rubio por el de Cine Ángela Peralta, que luego pasaría a ser Teatro Ángela Peralta.