Abre sus puertas la FIL de Guadalajara
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara es la reunión editorial más importante de Iberoamérica y la segunda del mundo después de la de Frankfurt
La entrega del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances a la poeta mexicana Coral Bracho, el recuerdo de Raúl Padilla López, quien la presidió hasta abril pasado que falleció, marcó el inicio de la edición 37 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Durante el primer fin de semana de la FIL, la Unión Europea, Invitada de Honor, inauguró el pabellón con su Orquesta de la Juventud y mostró a los asistentes su biblioteca digital interactiva y un acervo físico, con ejemplares de los 27 países que la integran
En la apertura, Ricardo Villanueva Lomelí, rector de la Universidad de Guadalajara, leyó una carta dirigida a Padilla López.
“Quiero explicarles a todos los presentes que no existe la muerte para aquellos cuya obra los trasciende, y aquí estamos, Raúl, dando vida a tu obra, y dando vida a tu trascendencia”, el público hizo una larga ovación de pie.
Marisol Schulz Manaut, directora de la FIL, señaló que la edición 37 inaugura una época “triste y agridulce” por ser la primera ocasión, desde 1987, que se lleva a cabo una Feria sin Raúl Padilla.
“Para honrar su memoria, en nombre de todo el Comité Organizador, de mi equipo y, me atrevo a decir que de todos los universitarios, nos comprometemos a cuidar su legado, a que la FIL tenga larga vida, a que la FIL siga en el lugar de prestigio en el que Raúl la ubicó. Con mucha tristeza tomamos esta estafeta. Aunque siempre nos hará falta su perfeccionismo, su visión, su calidez y generosidad, su determinación y osadía”.
Premio FIL de literatura
Coral Bracho recibió el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023, “por su continuada indagación en la politicidad de la poesía, y el peso de la palabra escrita”, señaló Javier Guerrero, representante del jurado.
Durante su discurso, la poeta lamentó que la humanidad aún haya llegado hasta este punto de la historia sin erradicar las conductas que la laceran.
“¿Cómo es posible, en fin, y ha sido posible, que la violencia se haya vuelto una expresión cotidiana en países como el nuestro, donde los homicidios son ya incontables?”.
De todos estos temas, prosiguió, habla y se cuestiona la poesía, la cual busca adentrarse con el fin de mostrar lo que la costumbre poco a poco tiende a ocultarle a las personas.
“Recibo este premio, tan inesperado como conmovedor, por mi actividad como poeta desde mi juventud. Una actividad que disfruto enormemente y que ha enriquecido de innumerables modos mi vida”, dijo.
La poesía, añadió, es una búsqueda vital a través del poder del lenguaje que no sólo ahonda en la sensibilidad humana y busca transmitir sentimientos y sensaciones de una manera única.
“Escribir poesía es experimentar una fuerza creativa que brota desde la estructura más íntima del lenguaje, y pone constantemente en relación las propiedades sonoras y plásticas de las palabras con sus sentidos... Una forma única de ver, sentir y comunicar que nos produce una constante sensación de descubrimiento”.
Brian Glynn, director general para las Américas de Política Exterior de la Unión Europea, destacó el propósito de la construcción de una unión de culturas.
De la Unión Europea participarán 70 autores provenientes de 27 estados miembros y de Ucrania, y en general se llevarán a cabo 630 presentaciones de libros. Se espera la asistencia de alrededor de 850 mil personas en esta edición.
Inauguran el Salón Literario Carlos Fuentes en la FIL
La escritora italiana Dacia Maraini recibió la medalla Carlos Fuentes durante la apertura del Salón Literario Carlos Fuentes de la edición 37 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en una ceremonia presidida por el Rector General de la Universidad de Guadalajara, doctor Ricardo Villanueva Lomelí y la viuda de Carlos Fuentes, Silvia Lemus.
En la conferencia en la que fue acompañada por la escritora Guadalupe Nettel, Maraini contó anécdotas de su vida, de su relación con la literatura, de la maternidad, de la inmigración y de los tres años que pasó en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.
“Mi vida era muy feliz hasta los siete años con una familia llena de cariño, mis papás eran intelectuales, mi madre era pintora y mi padre antropólogo, eran antinazistas y antifascistas”.