Familia cumple promesa y convierte en ofrenda de gratitud a la Virgen del Rosario
La familia Rivera Valenzuela esperó 22 años para poder cumplir la promesa de donar el vestido a la patrona de los rosarenses
EL ROSARIO._ Como ofrenda de gratitud al conservar la salud del jefe de familia don Manuel Rivera Lizárraga hace 22 años, su esposa e hijos acudieron a recoger la palabra empeñada al donar el vestido para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario.
“Esto debe a que mi padre hace 22 años tuvo un primer infarto y pues nosotros no sabíamos el problema en el que él estaba... Le pedimos mucho a la virgen y él también se encomendó a ella, se hicieron todos los procedimientos y se logró salir de la situación en la que estaba”, explicó María Isabel Rivera Valenzuela, hija y representante de la familia.
Manifestó que al faltar su padre acudieron en familia a cumplir aquella promesa, ya que les permitió que sobreviviera de aquel infarto y se los conservó por alrededor de 18 años, además de que le dio una muerte en paz y consuelo en este momento a la familia.
Poco antes de las 12:00 horas, colaboradores descendieron la imagen de su nicho en el centro del retablo dorado en pan de oro para iniciar el tradicional ritual de cambio de vestido en presencia de su esposa, hijos, nietos y fieles.
Destacó que con paciencia esperaron a que llegara el momento donde pudieran ser parte de la fiesta de los rosarenses donando el este atuendo.
Sobre las emociones que mueve esta donación, expuso “Mucha emoción, mucha alegría, porque era un compromiso que teníamos que cumplir y pues gracias a Dios mi madre le tocó presenciar esto”.
De la donación, señaló que participan su mamá, Concepción Valenzuela de Rivera, y siete hermanos, Felipe de Jesús, Silvia Ramona, Manuel Procopio, Rosa María, Manuel Gaspar, María Conchita. En lo que respecta a la elección del color del vestido, aseguró que el azul es porque era el favorito de su padre y el beige para darle una debida combinación.
“Los detalles del vestido es una falda con encaje estilo damasco con guipur en hilo de oro antiguo y oro nuevo, la mantilla es de encaje damasco con guipur; gorguera que lleva en el cuello redondo confeccionado con tiras de encaje suizo”, detalló.
Otros detalles que mencionó, es un sagrado corazón con alas, y que emite un sonido apenas audible el cual se cree atrae a los ángeles, sobre una cruz bordada que simboliza su fe cristiana católica.
Con relación a la elaboración, indicó que fue desde hace dos meses y es creación del vestido fue Eugenio Alzas de Tepoxtlán, Estado de México.
Concluyó que es importante para su familia formar parte de esta tradición ya detrás de cada vestido hay una historia.