Despiden a la maestra ‘Moncy’ en su natal Agua Verde
Docentes y alumnos ofrecieron un homenaje póstumo en reconocimiento a sus virtudes tanto dentro como fuera del aula
EL ROSARIO._ El silencio que cubre como un velo de duelo a la sindicatura de Agua Verde, se rompe con el llanto de dolor de familiares, amigos, comunidad escolar y vecinos, aunado a los vehículos en los que llegan para despedir los restos de la profesora Eva Ramona, mejor conocida como “Moncy”.
Un tumulto de personas de todas las edades, reflejo los más de 30 años de servicio docente en los planteles de Agua Verde, El Pozole y Chametla, se dieron cita para acompañar hasta su última morada en el panteón de la comunidad.
Esto tras perder la vida en un accidente la tarde del pasado sábado sobre la carretera estatal Agua Verde-El Caimanero.
Vecinos aseguran que la comunidad de vocación pesquera apenas se recuperaba del deceso de un menor por complicaciones del dengue y ahora es golpeada por esta tragedia.
Del que fuera su domicilio en vida, sobre la calle Rafael Buelna, salió la carroza fúnebre en primer lugar para participar de la misa de exequias, a las 9:00 horas, en el templo parroquial del Señor San José.
A paso lento el cortejo fúnebre salió del templo católico para acudir a su segundo hogar, el plantel al que dedicó su vocación formadora.
Al ingresar al Cobaes, escoltada por directivos de los diferentes planteles a los que dedicó su vida, sonó la banda de guerra y con ellos se avivó el dolor que se reflejó en sollozos.
En el centro de la cancha cívica esperaban arreglos florales, alumnos con globos para efectuar un homenaje póstumo, con guardias realizadas por compañeros con los cuales compartió grandes momentos.
En el acto se ofrecieron discursos que hacían hincapié de los talentos y virtudes dentro y fuera de las aulas, como maestra, mujer y persona.
Antes de partir al sepulcro que la esperaba en el cementerio, se efectuó el último pase de lista donde al pronunciar tres veces su nombre los asistentes prestaron sus voces para gritar “presente”, y culminar con un fuerte aplauso.