A Ernestina y Eliseo el amor los mantiene juntos desde hace 70 años
Ernestina y Eliseo “ven al mundo” tomados de la mano desde su casa en Escuinapa, luego de mantener una relación longeva donde el fruto de su amor les regaló 12 hijos
ESCUINAPA._ Los hijos crecieron, sus cabezas están plateadas y los pasos son más lentos pero para Ernestina López Herrera y Eliseo Barrón Prado su historia de amor iniciada hace 70 años se mantiene vigente.
En las tardes se van a ‘ver el mundo’ fuera de casa, en la calle, donde saludan a las personas, donde observan cómo el mundo ha cambiado, mucho más que cuando se casaron e iniciaron su familia en lo que era el rancho Arroyo Grande, ubicado hoy en la periferia de la ciudad.
“En las tardes salimos a la calle, le digo ‘vamos a ver el mundo’, como le decía mi hermano a mi papá, cuando lo llevaban a dar la vuelta cuando una de mis hermanas andaba de novia, le decía ¿a dónde vas? Mi hermano decía ‘a ver el mundo’, así lo invito yo” dice doña Ernestina.
Ella platica su historia, la que inició cuando ella buscaba huir de un pretendiente que no le agradaba y vio en el amigo de su hermana a un hombre que podía ayudarle a que la otra persona no la acompañara.
Así empezaron a salir, cuando el mercado municipal era un pequeño conjunto de espacios de venta y el cine ‘Regis’ vivía su esplendor frente a la plazuela Ramón Corona.
Empezaron a platicar por las tardes, cuando se veían, ella continuaba teniendo pretendientes que de pronto le decían que Eliseo decía que eran novios cuando no era así.
“Le dije oye me están diciendo que dices que somos novios y él me contesta ‘pues sí somos novios’ y pues así empezamos”, expresa mientras sonríe.
Existen partes de esa historia de amor que de pronto se vuelven incómodas, pero son reales señala doña Ernestina, aunque a Don Eliseo no le gusten, pero así fueron, es una realidad que no hay perfección, pero el amor los ha mantenido juntos.
La historia tiene momentos de inmadurez quizá, cuando se casaron eran dos jóvenes de 20 y 18 años, ella de mayor edad era tranquila, le gustaba estar en casa, él también era de salir poco, indica.
En estos 70 años procrearon 12 hijos, vivieron la dolorosa perdida de 3, 2 niñas en edad preescolar y 1 joven de 20 años, su historia les ha permitido ver cómo los 9 hijos que viven son personas de bien, profesionistas, entregados a sus trabajos.
Don Eliseo se ha convertido en su compañero total desde hace unos años, en que ella usa andadera después de dos caídas, no le gusta dejarla sola, en eso traduce él la palabra amor.
“No salgo para nada, nunca me gusto tomar, fumar, es uno más enfadoso porque está aquí todo el tiempo y desde que se cayó menos salgo, yo le arrimo todos los días lo que necesita para que haga la comida y estoy con ella a un lado”, expresa Don Eliseo.
Hoy tienen 90 y 88 años, no ven su vida uno sin el otro, están juntos todo el tiempo, disfrutan de las tardes en que sus hijos y nietos llenan la casa con sus risas y pláticas, Dios ha sido bueno con ellos señala Doña Ernestina quien por un tiempo fue catequista, que más pueden pedir, el amor los mantiene juntos y firmes para seguir escribiendo páginas a su historia.