MEDICINA DEL DEPORTE

Dr. Epifanio Castañeda Labra
03 febrero 2021

"Ejercicio y afecciones respiratorias"

Amigo lector de Noroeste, las infecciones en el ser vivo, desde la historia siempre han estado presentes, en forma leve hasta severas, y en ocasiones ser causa de muerte. En el caso del hombre, las afecciones respiratorias son tan comunes y de causa (etiología) variable, que entre el 90 a 100% de la población padece cuando menos un cuadro respiratorio en el año, el cual puede ser desde leve a severo.

Estas afecciones en su mayoría son autolimitadas, aunque algunas requieren de manejo médico y de cuidados generales, pero será el paciente quien se cuide y haga las medidas preventivas, donde éstas incluyan alimentación, hidratación, ejercicio y cuidados generales.

El ejercicio forma parte de la rehabilitación en pacientes con diferentes afecciones pulmonares; está orientado a mejorar la capacidad funcional y la resistencia, a disminuir la disnea y a mejorar la capacidad funcional y la resistencia. Al disminuir la disnea se logra tener una mejor calidad de vida.

En general, los principios del entrenamiento son similares para pacientes con diversas afecciones respiratorias, como el asma, la epoc o la enfermedad pulmonar intersticial.

El asma es una enfermedad caracterizada por la inflamación e hiperreactividad de la vía área. El episodio agudo puede estar causado por diferentes factores, entre ellos el ejercicio. El asma inducida por la actividad física puede darse en una fase temprana (5-15 minutos de iniciado el ejercicio) o en una fase tardía (4-6 horas luego de finalizado el ejercicio). En la mayoría de los casos se produce en pacientes asmáticos; también existen condiciones predisponentes, como el aire frío y seco, y el ejercicio intenso.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica incluye un grupo de enfermedades progresivas que presentan destrucción alveolar, retención de secreciones mucosas, estrechamiento de las vías aéreas y debilidad de los músculos respiratorios. Al existir estas alteraciones en la fisiología de los pulmones, se altera su funcionamiento, esto disminuye el intercambio gaseoso, lo que provoca una falta de oxigenación (hipoxia) a órganos y sistemas que forman al ser vivo, alterando su funcionamiento fisiológico de los mismos, por lo que, aunado al manejo de medicamentos, también en estos pacientes, por lo general, se recomienda la práctica de una actividad que incluya muchos grupos musculares, realizada tres a cinco veces por semana, con una intensidad progresiva, donde esta progresión es secundaria a la mejora de la condición física del individuo.

En los pacientes asmáticos se deben tratar otras condiciones alérgicas, como las rinitis y, de ser necesario, administrar medicación previa a la participación deportiva. Esta medicación debe ser bajo preinscripción médica, ya que los corticoides, antihistamínicos y algunos analgésicos no esteroideos son dopantes en el deportista. Aunque cuando es necesario el uso de estos medicamentos, el encargado médico debe justificar su indicación.

Cuando la alteración respiratoria se debe a otras condicionantes con traumas al pulmón (accidentes, perforaciones al pulmón, etc.), al igual que en las anteriores se debe de realizar ejercicios pulmonares (acordes al estado físico del pulmón), tanto asistidos por fisioterapeuta, como por el paciente mismo, siempre revisando la funcionalidad y la oxigenación, nunca se debe llegar al cansancio, fatiga o dolor en el paciente.

Bien también desde esta columna le invitamos a no bajar la guardia, tenga presente que la salud suya depende de usted, haga lo que haga la sociedad o las autoridades para propagar la pandemia o para controlarla, a usted y a mí sólo nos queda hacer caso a las medidas preventivas: lavarse las manos, usar cubrebocas, lentes o careta, sana distancia 1.5 metros o más, los asintomáticos somos los más peligrosos (van dejando el virus sin darse cuenta). RECUERDE QUE USTED PUEDE LLEVAR LA MUERTE A SU CASA.