Despiden al trepador de montaña Mónico Lizárraga
"Familiares y amigos pedalean junto al ciclista rumbo a su última morada"
ESCUINAPA._ El escuinapense Juan José Hernández Mendoza señaló en su libro ‘la cuna más humilde puede mecer los más grande sueños’, en su despedida y último recorrido el ciclista de MTB José Mónico Lizárraga Castañeda demostró lo grande que fue su vida, y aunque su cuna fue humilde le permitieron cumplir sus sueños entre los grandes.
De la comunidad del Camarón, en la zona serrana, el ciclista aprendió a no tener obstáculos, pese a ser una zona de marginación utilizó a su favor la geografía del lugar y aprendió con ello a brillar en el estado a través del deporte.
“No había una subida que se le escapara, no había cuestas grandes ni peligrosas, siempre podía, esta subida tampoco se le escapó, para él no había cansancio y bailaba aun sin música, decía que tenía la música por dentro” señaló su papá Benjamín Lizárraga.
Su hijo aprendió a tener fortaleza desde que se fue a la comunidad del Camarón a estudiar la Primaria, viviendo en casa de sus abuelos y donde no tenía dificultad para bajar los cerros empinados de esa comunidad serrana.
Los ciclistas que empezaban entonces tuvieron más de una ocasión las porras de su hijo, para que avanzaran esas pendientes, esos cerros, algo que él hacía con ligereza y diversión, sin cansancio, señala.
Momento de consuelo
El señor Benjamín Lizárraga muestra fuerza aunque parece quebrarse de pronto, se sienten acompañados por el cariño que su hijo sembró y cosechó en su último adiós.
Para su esposa, Petra Castañeda, su nuera Miriam Cabrera y sus nietas de 5 años y 6 meses que quedaron de su primogénito, es familia la que está con ellos.
“Todos los que están aquí son familia, unos de sangre y otros de ‘pedal’, pero son para nosotros familia, que vienen de Rosario, de Mazatlán, de Culiacán a despedirlo”, señala mientras voltea a ver a todos en el camposanto.