Crioterapia
Amigo lector de Noroeste, es común que el ser humano durante su estancia en esta vida sufra diferentes traumatismos que van desde leves hasta severos, y una de las medidas a tomar para el manejo preventivo de posibles complicaciones y mejorar el pronóstico es la crioterapia y la inmovilización, en la atención de campo (campo o sitio de la actividad física donde sucede la lesión), entre más rápido y agudo sea el manejo el pronóstico de la lesión será mejor, por esto la importancia que tiene la medicina preventiva en lesiones deportivas.
Es cierto que muchas veces “existen acomedidos” que quieren hacer un bien, pero es mejor no hacer nada cuando no se tienen los conocimientos mínimo necesarios. Así que en este caso es mejor no hacer nada, solo buscar ayuda, o en caso necesario llevar al “paciente” a recibir atención profesional.
Se entiende por crioterapia a la aplicación del frío con fines terapéuticos. En los últimos años a nivel profesional y también (por oír) se da la discusión sobre la conveniencia de sí o no de la aplicación de calor por su efecto negativo, principalmente en el caso de inflamación.
Existe una tendencia de fisioterapeutas que descartan prácticamente cualquier método de termoterapia y en cambio usan de manera repetida la crioterapia antes, durante y después de los tratamientos.
En el manejo del frío en lesiones músculo esqueléticas está indicada la crioterapia, ya que esta inhibe o disminuye la cascada de la inflamación, para esto existen diferentes protocolos, donde cada uno de estos se usarán de acuerdo a la experiencia del profesional médico.
Fisiología del frío. Para la aplicación de frío en el cuerpo se deben de tomar en cuenta diferentes indicaciones con el objetivo de no causar daño, por esto al aplicar un objeto o elemento a baja temperatura sobre el cuerpo, lo que vamos a obtener en primer lugar es una respuesta de vasoconstricción refleja de los vasos sanguíneos superficiales de la zona en la que se ha realizado la aplicación. En el pasado se pensaba que esta vasoconstricción era permanente y duradera, por lo que tras un accidente o traumatismo se recomendaba la aplicación de hielo durante un tiempo ilimitado.
En investigaciones recientes, los estudios han podido demostrar que esta vasoconstricción no es permanente, sino que ante la agresión de frío prolongado, y cuando llega la piel a una temperatura local de unos 15 grados centígrados, produce un efecto rebote de vasodilatación o hiperemia reactiva, que es el efecto contrario a lo que buscamos.
Cuando aplicamos el frío tendremos muy en cuenta este efecto rebote para intentar evitarlo poniendo y retirando el hielo a intervalos cortos de tiempo. También se debe tomar en cuenta la zona donde se aplica, ya que a mayor masa (músculo principalmente), será el tiempo de aplicación. Por ejemplo, existen protocolos donde la aplicación de frío es de 30 minutos por una hora de descanso, en este se sostiene que a los 23 minutos empieza la vasodilatación, pero sea cual sea el protocolo siempre se buscará la recuperación de la lesión.
Se conoce que dependiendo del método de la aplicación de frío este efecto rebote aparece con mayor o menor prontitud. Para el hielo picado, que es la aplicación más frecuente en el ámbito deportivo, se considera que aparece hacia los 20 minutos del comienzo de la aplicación, por lo que se recomienda no llegar a este tiempo con el hielo sobre la piel y retirarlo con antelación para volver a colocarlo pasado unos minutos.
El frío va a provocar, en la zona tratada, una disminución importante de los metabolitos de los tejidos, observándose un ligero aumento en las fases de hiperemia reactiva, estos efectos postraumatismo obliga a su indicación.
La principal indicación de la crioterapia es la disminución del dolor, debido a su efecto anestésico o de entumecimiento de la zona. Este efecto se produce porque el frío bloquea la transmisión del dolor por las terminaciones nerviosas libres.
Amigo lector de Noroeste, es común que el ser humano durante su estancia en esta vida sufra diferentes traumatismos que van desde leves hasta severos, y una de las medidas a tomar para el manejo preventivo de posibles complicaciones y mejorar el pronóstico es la crioterapia y la inmovilización.