La reestructura de la Liga MX genera dudas y deja pendientes los problemas de siempre
A pesar de las medidas anunciadas, analistas, comentaristas, periodistas y jugadores coincidieron en que estas no atienden el problema de fondo
MÉXICO._ Luego del fracaso de la selección mexicana en la Copa del Mundo de Qatar 2022 —al quedar eliminada en fase de grupos por primera vez desde Argentina 1978— los dirigentes del futbol mexicano anunciaron el martes pasado una serie de modificaciones al sistema de competencia con la finalidad de hacer una reestructuración que permita el desarrollo del balompié nacional de cara al Mundial de 2026 que se realizará de manera conjunta en México, Estados Unidos y Canadá.
El más reciente revés de la selección nacional en tierras árabes, que acabó con una racha de siete mundiales consecutivos pasando al cuarto partido, se suma a otros fracasos en selecciones menores y femeniles como el quedar fuera de los Juegos Olímpicos de París 2024 y la no clasificación de la selección femenil al mundial de la especialidad.
Yon De Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, y Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, ofrecieron una conferencia conjunta para dar a conocer las propuestas, que antes deberán ser aprobadas en mayo durante la asamblea de dueños, y que según los directivos generarán beneficios en nuestro balompié.
“Se propone que el futbol mexicano mejore a través de las siguientes medidas: Primero, fortaleciendo la competencia local, eliminando el repechaje y retomando el ascenso y el descenso. Segundo, fomentando la exportación de jugadores a Europa, revisando actitudes estratégicas tanto de clubes como de jugadores buscando apoyos de la Liga MX y de la propia Federación, abrir espacios adicionales para jugadores mexicanos reduciendo la cantidad de jugadores no formados en México sin afectar la calidad de nuestra Liga MX, contar con cuerpos técnicos y directivos que promuevan la comunicación y una sana relación dentro de cada una de nuestras selecciones, buscar mejorar la calidad de los partidos internacionales tanto amistosos como en competencia, evitar el aislamiento excesivo de la selección, asumir cada uno la propia responsabilidad para poder mejorar como industria, esto es de todos”, dijo Yon De Luisa.
Pese a las promesas de cambio, analistas, comentaristas, periodistas deportivos, entrenadores, jugadores y gente que pertenece al medio futbolístico han expresado su preocupación, pues coinciden en que las medidas anunciadas sólo proponen un cambio externo y no atienden problemáticas de fondo como la multipropiedad, los intereses económicos de los dueños y televisoras y la formación de jugadores, por mencionar algunos temas.
Uno de los grandes puntos, que tanto la Liga MX y la Federación Mexicana de Futbol vienen arrastrando desde hace varios años, es el de la multipropiedad de equipos.
En mayo de 2013, Decio de María Serrano, quien en aquellos años se desempeñaba como presidente de la Liga MX, afirmó que la multipropiedad quedaría eliminada en 2018.
“Las reglas están puestas y a final de mayo del 2018, el tema de la multipropiedad tiene que desaparecer. [...] No habrá marcha atrás, es una decisión de la Asamblea clara y establecida y se hará cumplir”, dijo Decio de María.
Pero la realidad es que a 10 años de aquellas palabras de Decio de María, dentro del futbol mexicano aún existen tres implicados en este tema: Grupo Pachuca, al cual pertenecen Pachuca y León; Grupo Orlegi que tiene a Santos y Atlas, y Grupo Caliente dueño de Xolos de Tijuana y Querétaro.
México es uno de los pocos países en el mundo que permite la multipropiedad. La FIFA ya se ha pronunciado al respecto y pidió a la FMF terminar con esta práctica de cara al próximo mundial de futbol. En tanto, Yon De Luisa ha establecido el 2026 como la fecha límite para poner fin a este tema.
Otro de los puntos que generó dudas entre el gremio futbolístico fue la a creación de un comité de selecciones nacionales el cual será el encargado de tomar las decisiones importantes dentro del Tricolor. Éste grupo estará integrado por cinco propietarios de varios clubes: Amaury Vergara de Chivas; Emilio Azcárraga del América; Alejandro Irarragorri de Atlas y Santos; Ernesto Tinajero de Necaxa y Jorge Alberto Hank de Tijuana y Querétaro. Destaca la ausencia de Jesús Martínez dueño de Pachuca, quien declinó a la invitación por motivos no revelados.
A tan sólo unos días de su creación, dicho comité ya tiene su primera gran polémica, la designación de Rodrigo Ares de Parga como director ejecutivo de selecciones nacionales. Su nombramiento sorprendió pues fue presidente del patronato que controla a los Pumas de la UNAM. Durante tres años de gestión, el equipo sólo accedió a una liguilla. Tras su paso por el cuadro universitario se integró al Querétaro, un equipo que acostumbrado a pelear en los lugares de la parte baja de la tabla de clasificación.
“El comité vio a Rodrigo [Ares de Parga] que tiene esa capacidad de gestión y que puede empujar el proceso a mediano corto y largo, pero tendremos evaluaciones para ver si el barco va en buen sentido, para saber si la gestión avanza como se pensaba”, justificó Yon De Luisa.
Ahora, el comité de selecciones nacionales tiene entre sus manos la designación del próximo entrenador de la selección mexicana en sustitución del argentino Gerardo “Tata” Martino. Sin embargo, analistas y periodistas deportivos señalan que la última palabra la tendrá Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, empresa que desde hace décadas maneja los hilos del Tricolor.
Otros de los grandes cambios sugeridos, que deberán ser aprobados por los dueños de los equipos, es la eliminación del repechaje que se estrenó en 2020 y que permite que 12 de los 18 equipos accedan a la liguilla. También se reducirá el número de jugadores extranjeros en México de ocho a siete con la finalidad de permitir la aparición de jóvenes talentos y se retomará el ascenso y descenso, el cual fue eliminado para garantizar la estabilidad financiera de los clubes.
Mikel Arriola detalló que el formato actual de dos torneos y dos campeones por año se mantendría sin cambios, además agregarían un trofeo para el equipo que sume más puntos en el año calendario, lo cual serviría para incentivar procesos largos donde se le pueda dar más espacio a jugadores jóvenes.
Dicha propuesta generó dudas, pues existe la posibilidad de que en un año futbolístico haya hasta tres campeones diferentes, los dos ganadores de los torneos apertura y clausura y el campeón por puntos. El propio Mikel Arriola ha reconocido en diversas entrevistas que en la próxima asamblea de dueños se determinará si el reconocimiento al equipo que quede primero de la tabla se contará como un título oficial.
Se espera que estas medidas entren en vigor a mediados de 2023 —más de seis meses después de la histórica eliminación de la selección mexicana en Qatar— con el objetivo de comenzar a reformar un futbol ha dejado de ser atractivo para el espectador y que genera grandes dividendos económicos para sus dueños.