Italia estalla de júbilo al recibir a los campeones de la Eurocopa
El Presidente italiano Sergio Mattarella celebró en Wembley y posteriormente en Roma la obtención del trofeo continental con los jugadores
ROMA._ Miles de Aficionados llenaron el lunes las calles de Roma para ovacionar a los campeones de Europa mientras el equipo italiano realizaba un recorrido triunfal por la ciudad a bordo de autobuses sin techo, poniéndole fin a una jornada en la que fueron homenajeados en el palacio presidencial y en la oficina del primer ministro y recibieron una invitación papal.
La primera selección italiana en ganar la Euro en 53 años sabía que tenía frente a sí un día agitado a su llegada al Aeropuerto Leonardo da Vinci, donde fueron recibidos con una pancarta sobre la pista, que decía “Grazie Azzurri”.
Ante la ovación de los trabajadores del aeropuerto, el capitán Giorgio Chiellini levantó el puño y el técnico Roberto Mancini levantó el trofeo sobre su cabeza. También hubo aplausos para el defensor Leonardo Spinazzola al bajar las escaleras en un solo pie, el otro envuelto en yeso por una lesión en el tendón de Aquiles.
El Presidente italiano Sergio Mattarella estuvo en Wembley la noche del domingo para celebrar con los aficionados Azzurri después de que Italia ganó la final de la Euro 2020 en tanda de penales sobre Inglaterra. Posteriormente, el mandatario volvió a Roma para estar en el palacio presidencial y recibir a los campeones.
“No soy un experto”, reconoció el mandatario, “pero pienso que merecieron la victoria más allá de lo que sucedió en los penales”.
El técnico Mancini respondió: “Permítame agradecerle por ser nuestro aficionado número 1. Vimos su felicidad, eso nos dio enorme placer”.
En otro elogio, Mattarella comentó: “Desplegaron la armonía de equipo entre ustedes y su juego, y en la actualidad eso tiene un valor extraordinario, mucho deportivismo”.
“Este es el éxito del grupo, que incluso en los momentos difíciles nunca perdió el rumbo”, dijo Chiellini.
Mattarella también elogió a otro de sus invitados, el tenista Matteo Berretini, quien llegó a la final de Wimbledon antes de caer el domingo ante Novak Djokovic.
El tenista le obsequió a Mattarella una raqueta y después se coló a los autobuses con los futbolistas, que compartieron las ovaciones del público.
A medida que el autobús se alejaba hacia la Piazza Venezia, y eventualmente hacia el hotel del equipo, los jugadores, con sus medallas de campeón que recibieron menos de 24 horas atrás, tomaron fotografías de los festejos de los aficionados y los alentaron a seguir celebrando.
Hubo suficiente alegría que llegó a la suite del décimo piso en la que se encuentra el papa Francisco, quien incluso antes del triunfo italiano pudo saborear las mieles del campeonato de Argentina, que ganó el sábado la Copa América.