Enzo Fernández hizo otro golazo de colección en el triunfo de Chelsea
LONDRES._ Cuando el Chelsea rozaba su decimoquinto pinchazo de la temporada en la Premier League, se desmelenó en el tiempo añadido para marcar dos tantos de Connor Gallagher y del argentino Enzo Fernández que desnivelaron la balanza de un partido muy sufrido ante el Crystal Palace (1-3).
Parece que el Chelsea está destinado a sufrir esta temporada en cada uno de sus partidos. No hay día tranquilo en la oficina para los hombres de Mauricio Pochettino, que se enfrentaron a su enésimo examen del curso y salió indemne gracias a un apretón final cuando el marcador parecía destinado al empate. Con 1-1 en el minuto 91, aparecieron Gallagher y Enzo Fernández para marcar de forma consecutiva y acabar con la agonía.
La montaña rusa de resultados en los que vive el Chelsea no le ha permitido vivir muchos periodos de tranquilidad. Sus últimos marcadores, dos derrotas ante el Liverpool (4-1) y el Wolverhampton (2-4), invitaban a una nueva jornada con la lupa puesta sobre el técnico argentino.
Aunque la victoria sobre el Aston Villa en la repetición de los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra alivió la situación, la errática marcha en la Premier League, undécimo antes de empezar la jornada, exigía una reacción inmediata del Chelsea.
Pochettino casi repitió el mismo once del Aston Villa. Confió en el bloque que funcionó. Sólo Badiashile cedió su hueco en el centro de la defensa a Thiago Silva, que descansó en Copa para coger fuerzas de cara al reto del Crystal Palace. Y, casi con los mismos hombres que funcionaron apenas cinco días antes, el Chelsea mostró de nuevo su cara más gris en la primera parte.
De hecho, en los primeros 45 minutos apenas sólo disparo en una ocasión y fue en el tiempo añadido. Y, ni siquiera, el intento de Galagher, vio portería. Ese fue todo el bagaje ofensivo de un equipo al que se le exigía mucho más dinamismo con la pelota ante un rival que defendió en bloque bajo.
El Chelsea tenía que encontrar a hombres como Palmer, pera la falta de velocidad en la circulación de la pelota y la escasez de ideas, convirtieron a uno de sus mejores hombres en un islote. Y, enfrente, el Crystal Palace, bien armado atrás, salía de la cueva de vez en cuando con una velocidad endiablada y con mucho peligro.
Y, fruto de sus intentonas, en una de ellas dio en la diana con un golazo del colombiano Jefferson Lerma, que se sacó de la chistera un trallazo desde fuera del área inapelable para Petrovic, que vio pasar un misil ante la pasividad defensiva de sus compañeros.
De nuevo, al Chelsea le tocaba remar contracorriente. Otra vez surgían los problemas y Pochettino decidió en el descanso que la solución podía llegar con la salida del terreno de juego de Madueke y con la entrada de Nkunku. Pudo surtir efecto el cambio, porque en un par de minutos, consiguió empatar el partido con una jugada por la banda derecha de Gusto que remató a la red Gallagher.
El Chelsea se encontró con el tanto del empate a las primeras de cambio y psicológicamente el gol de Gallagher provocó un cambio de dinámica en el partido. Al contrario que en la primera parte, el Chelsea consiguió dominar la pelota con más sentido. Consiguió la punta de velocidad que necesitaba para circular el balón con más peligro y se hizo dueño y señor del partido.
Pero ese dominio no se tradujo en casi nada. Fue absolutamente estéril. Y, encima, la burbuja se rompió en el último cuarto, en el que se igualaron las tornas y el Palace hasta pudo marcar con un cañonazo de Matheus França que detuvo Petrovic con problemas.
Los minutos fueron pasando y el Chelsea quería y no podía, una historia en exceso repetida esta temporada. Pero en esta ocasión, la sangre no llegó al río. Una llegada desde atrás de Gallagher y un contragolpe que culminó Enzo Fernández, evitaron males mayores para un equipo que se salvó por los pelos y que por fin sonrío en la Premier League.