El Querétaro ha tenido varios propietarios y todos ellos son ligados a malos manejos
El club Gallos Blancos de Querétaro, envuelto en las agresiones de este fin de semana en su estadio, ha pasado por varios dueños señalados de presuntos malos manejos, lo que ha llevado antes al club ante el riesgo de ser desafiliado del futbol mexicano
MÉXICO._ En la última década, el equipo de futbol los Gallos Blancos de Querétaro, cuya directiva fue sancionada esta semana tras la violencia extraordinaria registrada en el Estadio Corregidora, ha pasado por los bolsillos de diferentes magnates vinculados con supuestos actos de corrupción, lo que ha llevado antes al club ante el riesgo de ser desafiliado del futbol mexicano debido a que el reglamento de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) indica que todo equipo perderá su afiliación si el dueño y/o directivo incurren en actos delictivos.
En 2013 el dueño era Amado Yáñez Osuna, quien un año después fue acusado por el escándalo de fraude millonario de Oceanografía a CitiBanamex. Yáñez vendió el conjunto a Olegario Vázquez Aldir, de Grupo Ángeles, aunque en un inicio sólo sería socio del grupo de la conductora Inés Sainz. En 2019, lo adquirió Jorge Hank Rhon, propietario de la empresa de apuestas deportivas Caliente Sports que patrocina a la Liga MX, y en 2020 pasó a un grupo de socios incluyendo al promotor deportivo Greg Taylor de Promanage, quien es señalado por supuestamente haberse beneficiado al vender a equipos mexicanos jugadores extranjeros a sobreprecio.
En vez de que el equipo albiazul fuera desafiliado por los actos de este fin de semana, la directiva integrada por Gabriel Solares, Adolfo Ríos, Manuel Velarde y Greg Taylor —estos dos últimos señalados por presuntamente liderar una red de prestanombres y empresas fachada para la compra venta de jugadores a sobreprecio— fueron inhabilitados por cinco años de cualquier actividad de dirección en cualquier club miembro de la Federación Mexicana de Futbol. Es decir, en 2027 pueden regresar.
El título de afiliación del Gallos se regresó al propietario original, la apostadora Caliente Sports de Hank Rhon, quien el año pasado contendió sin éxito por la candidatura de Baja California, once años después de haber sido detenido por portación de armas.
El artículo 26 del Código de Ética de la FIFA prohibe que oficiales, jugadores, agentes organizadores de partidos e intermediarios estén asociados a casas de apuestas.
Esta empresa de apuestas tiene la condición de vender al equipo de los emplumados antes de que concluya este 2022, pero en el caso de no lograr enajenarlo, la Liga MX asumirá la responsabilidad de asignar el certificado de afiliación, informó su presidente Mikel Arriola Peñalosa, ex candidato priista a la gubernatura de la Ciudad de México.
Arriola adelantó que ya está abierto el proceso de venta y, aunque siguen calculando el monto, dimensionó que “esta inversión es una de las más importantes que se van a hacer en la historia” de la Liga BBVA MX.
“Lo que hicieron las barras —dijo Arriola en rueda de prensa— fue apoderarse de los grupos de animación, lo que queremos son grupos de animación que verdaderamente vayan a apoyar a su club, no queremos criminales disfrazados”.
Pero regresando al 2013, desde hace nueve años, los indagados por presuntos delitos han sido los dueños del conjunto queretano. Amado Yáñez, copropietario del Querétaro, fue encarcelado durante un año por fraude millonario y desvío de dinero; Hank Rhon viola el código de ética de la FIFA y Taylor se vio orillado en el 2017 a salir a cuadro en la cadena deportiva ESPN para tratar de desmentir su red de compraventa de jugadores a sobreprecios en dólares.
“A partir de la responsabilidad del club Gallos Blancos de Querétaro, y que se desprende de la investigación y resolución de la Comisión Interdisciplinaria, claramente la administración actual no fue capaz de garantizar la seguridad de los aficionados en el estadio [...] No queremos hacer pagar a los jugadores [desafiliando al equipo], la responsabilidad es de la directiva y hay que sancionar a la directiva”, afirmó el presidente de la Liga MX Mikel Arreola.
Para el Presidente Andrés Manuel López Obrador, las responsabilidades no deben decidirse sólo en “una cuestión cupular, de arriba, que proteja siempre intereses”, en este caso por la asamblea de dueños de equipos de futbol, sino consultando a todos los involucrados. “Estoy seguro que los dueños de los equipos van a ayudar y todos”, comentó la mañana del miércoles desde Palacio Nacional.
Durante un año, tanto el equipo femenil como el varonil de Querétaro jugarán todos los partidos como local a puerta cerrada y se pagará una multa por un millón 500 mil pesos. En caso de que el club cambie de plaza, como lo hizo Jaguares en 2013, el veto continúa. Entre aficionados se ha comentado que las sanciones no son proporcionales a la violencia vivida el sábado.
Además, durante tres años el grupo de animación no podrá acudir a partidos en el estadio queretano; se prohibirá de por vida ingresar a cualquier partido a los que se encuentren responsables de los golpes con armas blancas que dejaron al menos 26 lesionados, según cifras oficiales; ningún club podrá financiar a grupos de animación y la seguridad quedará limitada sólo a autoridades públicas, entre otras medidas aprobadas por la asamblea de dueños.
LA RED DE SOBREPRECIOS
El promotor deportivo Greg Taylor, hasta esta semana uno de los dueños del equipo de futbol de Querétaro, sin licencia de la FIFA habría liderado al menos entre 2011 y 2015 una “agencia representativa” de promotores, incluyendo al otro socio de Gallos Blancos, Manuel Velarde.
La supuesta red incluía a prestanombres, empresas fachada para triangulación de dinero y a directores técnicos como los ex seleccionadores nacionales Miguel “Piojo” Herrera y José Manuel “Chepo” de la Torre o a Francisco Palencia, la cual presuntamente generó miles de dólares con la compraventa de jugadores a sobreprecio y la evasión de impuestos, de acuerdo con la investigación periodística de Amir Ibrahim publicada en enero de 2021 por el diario El Quintana Roo.mx.
Para lograr monopolizar las contrataciones de jugadores —plantea el texto documentado con chats de WhatsApp, correos electrónicos, contratos privados, operaciones bancarias, facturas, grabaciones y videos—, se asegura que se habría contado con la complicidad de las autoridades dentro y fuera de los clubes, y de la Federación Mexicana de Futbol, presidida desde 2018 por Yon de Luisa Plazas, quien también condenó las agresiones del fin de semana.
En los años en que supuestamente operó la red, también documentada por el medio deportivo ESPN, los presidentes de la FMF fueron Justino Compeán Palacios (2006-2015) y Decio de María Serrano (2015-2018), dos de los ocho multados por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) por el tope salarial impuesto en la Liga MX Femenil que agudizó la brecha y por impedir que los jugadores se contraten libremente, el conocido pacto de caballeros, una práctica prohibida por la FIFA para garantizar la libertad de empleo a los profesionales del balompié.
“Taylor ordenaba a los promotores conseguir a los jugadores enfatizando en ‘conseguirlo barato, para después venderlo nosotros’, según sus propias palabras. ‘Te voy a sorprender con el precio de compra del jugador, vas a ver’, le contestaban”, describe el reportaje publicado hace un año que enriquece el de ESPN dado a conocer desde 2017.
Aunque esto viola la regla de la FIFA de que todas las transacciones deben realizarse directamente de club a club, el mexicano nacido en Estados Unidos, Greg Taylor, siguió siendo socio del Querétaro un año más hasta los ataques entre barras de hace unos días. Entre 2016 y 2017 Taylor se distanció de la empresa porque su esposa estaba enferma.
La investigación ejemplificó que la compra venta del delantero brasileño Rafael Augusto Sóbis habría dejado una ganancia a la red de Taylor de 2 millones 215 mil dólares en junio de 2015. Les costó 2 millones 350 mil dólares y lo vendieron en 4 millones 500 mil dólares al Tigres de Nuevo León, con razón social Sinergia Deportiva (en San Nicolás de los Garza, Nuevo León), con un concepto marcado como “professional services”, a través de una empresa holandesa fachada llamada Stadio Yards B.V.
A mediados de 2015, Taylor vetó de la red al director técnico Gustavo Matosas y al promotor Fernando Pavón luego de una riña entre ambos “por traiciones económicas”, consigna el periodista. En 2019 cesaron a Matosas como técnico del Atlético San Luis por su participación en ese este negocio alterno y fue sustituido por Memo Vázquez, también miembro del “cártel del gol”, como lo denominó la investigación periodística.
En una entrevista televisiva de 2017 el promotor Taylor le negó al periodista deportivo José Ramón Fernández tener “acaparado el mercado” y dijo que son “especulaciones”.
“Nuestra empresa —que no es pública, sino para clientes— se ha dedicado a hacer lo que una agencia hace, como son conocidas en Europa y Estados Unidos, que es facilitarle su profesión al deportista”, afirmó. “Todos estos mitos que se manejan y se han venido especulando no tienen fundamento”, agregó hace un lustro.
Hoy está inhabilitado, pero por ser corresponsable de la falta de seguridad en el estadio Corregidora, como determinó la Liga MX.
LAS “MAÑAS” DE YÁÑEZ
Para mantener a los Gallos Blancos en primera división a pesar de que había descendido por sus resultados en la cancha, la compañía Oceanografía, propiedad del entonces copropietario del Querétaro Amado Yáñez Osuna, compró en mayo de 2013 el club Jaguares de Chiapas a Grupo Salinas y lo transfirió a la ciudad de Querétaro. Las reglas de la Liga MX permitían entonces esa jugada que terminó desapareciendo a Jaguares.
Pero en octubre del 2014 Yáñez fue detenido por un presunto fraude por más de 500 millones de dólares. La naviera pidió créditos a Banamex y usó como garantía los pagos que esperaba de supuestos contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex), empresa estatal entonces dirigida por Emilio Lozoya Austin, ahora en prisión preventiva por los supuesto sobornos que recibió de la firma brasileña Odebrecht destinados presuntamente a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
Yáñez lleva permanentemente el brazalete en tiempo real para evitar su fuga, que se le colocó hace casi cinco años cuando pagó una fianza para salir del Reclusorio Sur.
Pero también estuvo relacionado con Caja Libertad, la financiera con sede en Querétaro para presunto lavado de dinero, esto según la denuncia que en 2019 el empresario Sergio Bustamante Figueroa presentó ante la Fiscalía General (FGR) por operaciones con recursos de procedencia ilícita contra Juan Collado Mocelo, abogado del Presidente Carlos Salinas de Gortari detenido en el Reclusorio Norte.
“En el año de 2014 me consta que Libertad servía para lavar dinero de una persona de nombre Martín Díaz [accionista de Oceanografía], a través de una empresa en la que se hacían movimientos financieros que también involucraban a una empresa llamada Oceanografía, propiedad del señor Amado Yáñez, persona con la que el señor José Antonio Rico Rico [uno de los consejeros presidentes de Caja Libertad] tenía negocios que también involucraban a otros personajes, de hecho, el señor Rico Rico nos mostró pagarés firmados por el señor Amado Yáñez a favor de Rico por 8 millones de dólares, dado que el señor Rico Rico le vendió el equipo de futbol Gallos Blancos”, declaró Bustamante.
Esos millones de billetes verdes desembolsados por el dueño de Oceanografía supuestamente fueron repartidos entre Rico Rico y Collado, según dijo Bustamante. Pero en otra parte de la denuncia mencionó que Yáñez se asoció con José Luis Alvarado Tapia, empresario inmobiliario en el estado de Querétaro, para adquirir al club con un descuento.
“Lo más sorprendente es que el Sr. Alvarado [socio de Yáñez] le compra el 50 por ciento del equipo Gallos Blancos a José Antonio Rico Rico con créditos de Libertad Servicios Financieros, ordenados y autorizados por José Antonio Rico Rico. El señor Alvarado no pagó lo créditos. Rico Rico delante de mí le comentó que él arreglaba el tema de los créditos para que no se pagaran o cuando menos se pagaran con un descuento muy importante, lo que resultaba en un menoscabo para Libertad Servicios Financieros”, afirmó el empresario denunciante.
En un comunicado, la empresa queretana Caja Libertad negó haber sido dueña de los Gallos Blancos dijo que sólo fue patrocinadora. Pero según la denuncia de Bustamante, Rico Rico utilizó créditos de Caja Libertad para comprar a los Gallos en 2002, pero los hermanos Jorge y Alejandro Vázquez Mellado “aparentaron” haber comprado al equipo, ya que “la compra de un equipo de futbol iba a ser mal vista en el ámbito social y financiero”.
Además, la conductora de deportes Inés Sainz Gallo y su esposo Héctor Pérez Rojano estaban en pláticas con el magnate Yáñez Osuna para involucrarse como socios del equipo de los Gallos Blancos. Pero para entonces ya estaba cercado por el escándalo del fraude de Oceanografía a Banamex y por el supuesto desvío de 55 millones de pesos a su empresa administradora del club de futbol.
El 30 de mayo de 2014, cuando ya se investigaba a Yáñez y el equipo ya estaba en posesión del Servicio de Enajenación de Bienes (SAE), el dueño del Grupo Ángeles, Olegario Vázquez Aldir, anunció la adquisición completa del equipo.
Días antes la conductora televisiva Inés Sainz había ido a las oficinas de Grupo Ángeles para firmar un contrato para ser imagen de los Hospitales Ángeles. Comentó que estaba cerca de adquirir a Gallos Blancos y les ofreció entrar como socios minoritarios, según narra el diario deportivo Juan Futbol.
Grupo Ángeles mandó una carta al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes adhiriéndose de manera oficial como socio al Grupo que encabezaba Sainz y su esposo, cuya oferta de 120 millones de pesos ya estaba avalada por el SAT.
Ante el incumplimiento del acuerdo previo, la conductora Sainz y su esposo denunciaron ante la Procuraduría General a Grupo Ángeles por supuestamente haber comprado a Gallos de manera ilícita en presunta complicidad con funcionarios del SAE e incluso dirigentes de la Federación Mexicana del Futbol. Pero hace cuatro años retiró su demanda.
EL ABUSO DE HANK RHON
En 2019, Grupo Imagen (de Grupo Ángeles) decidió vender el equipo del Querétaro a Grupo Caliente, propiedad del también ex alcalde de Tijuana, Baja California, Jorge Hank Rhon, quien a su vez en 2020 pasó el club a manos de los socios Greg Taylor y Manuel Velarde.
Sin embargo, por los hechos del sábado en el estadio Corregidora, las autoridades del futbol mexicano lo cedieron a su dueño anterior, esto es, Caliente Sports, lo que choca con lo indicado en el Código de Ética de la FIFA.
“Las personas sujetas a este código tienen prohibido participar, directa o indirectamente, en apuestas, juegos de azar, loterías y actividades o negocios similares relacionados con partidos o competiciones de fútbol y/u otras actividades relacionadas con el futbol”, plantea el artículo 26 del Código de Ética de la FIFA.
El documento también advierte que se prohíbe tener todo tipo de intereses, de forma directa o indirecta en entidades, empresas u organizaciones que promuevan, negocien, organicen o dirijan apuestas, juegos de azar, loterías o eventos o transacciones similares relacionadas con partidos.
Ahora Hank Rhon, hijo del priista Carlos Hank González señalado de nexos con el narcotráfico de la década de los 90, tiene hasta finales de este año para lograr vender, una vez más, al equipo de los Gallos de Querétaro.