Dan último adiós al joven futbolista Agustín Antonio
Compañeros de la Academia Pachuca en Mazatlán acompañaron a Agustín durante toda la ceremonia
MAZATLÁN._ Un último adiós recibió el joven futbolista Agustín Antonio por parte de familiares, amigos y compañeros, durante una ceremonia religiosa, la cual tuvo lugar en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.
En una ceremonia religiosa de gran solemnidad presidida por el sacerdote de dicha congregación, Alejandro López, se le despidió al joven arquero, quien era jugador de la Academia Pachuca de Mazatlán.
En este ritual ceremonial, el clérigo compartió un mensaje esperanzador, buscando dejar en todos los presentes tranquilidad y fortaleza, durante los duros momentos que les han tocado vivir con la pérdida de Agustín.
“En estos momentos tan difíciles y dolorosos, es importante saber que este niño creció con ustedes, una familia amorosa y practicando un deporte, por lo que hoy está gozando de la compañía de nuestro Señor”, dijo el religioso.
“Era un joven alegre, cariñoso, amoroso con su familia, un joven que era feliz con lo que hacía y hoy está sonriendo desde el cielo, feliz y les pide que ustedes también lo sean”, añadió.
Quienes estuvieron acompañando a Agustín Antonio en todo momento fueron sus compañeros de equipo, pues durante la celebración de la misa, se turnaban para hacer guardia junto a su féretro.
Finalmente, la ceremonia religiosa culminó con un mensaje por parte del eclesiástico, en el que invitó a todos a recordar al joven arquero como la persona alegre y noble que siempre fue, despidiéndolo de la parroquia con aplausos.
Un último recorrido en los campos
Como una alegoría a la vida futbolística que tanto le apasionaba, se llevó a Agustín Antonio una última vez a los campos de futbol de la Unidad Deportiva Toledo Corro, donde diariamente realizaba sus entrenamientos con sus amigos y compañeros de equipo.
El recorrido se llevó a cabo en el campo principal de dicha unidad deportiva, donde se dieron cita cientos de conocidos del joven arquero, quienes lo recibieron en su llegada entre lágrimas y aplausos.
El trayecto de Agustín culminó bajo los tres arcos, donde fue colocado por unos minutos su sarcófago para detener un último disparo a portería y finalmente recibir el cariño y amor por parte de todos sus colegas de equipo y familiares.