Con un tiro de esquina, Kjaer frustra la victoria del Manchester United y empata a 1 el Milán

SinEmbargo.MX
11 marzo 2021

Leyendas indudables del continente, la Liga Europa ahora es la realidad del United y el Milán

MANCHESTER._ En el minuto 91, en un saque de esquina, Simon Kjaer frustró al Manchester United, al que igualó en Old Trafford (1-1), pero quizá hizo justicia para agitar su duelo por una plaza en los cuartos de final de la Liga Europa, a los que se aproximan con firmeza tanto el Villarreal como el Ajax.

La victoria española por 0-2 en Kiev frente al Dínamo, con los centrales Pau Torres y Raúl Albiol como goleadores, lo pone en el camino más seguro a la siguiente ronda, pendiente de la vuelta en el estadio de La Cerámica, al igual que el 3-0 del Ajax al Young Boys, mientras que el Rangers empató 1-1 con el Slavia en Praga.

Leyendas indudables del continente, la Liga Europa ahora es la realidad del United y el Milán, porque el primero no fue capaz de superar la fase de grupos de la “Champions” y porque el segundo no la juega desde hace siete años, cuando cayó en octavos de final con el Atlético de Madrid en 2013-14 e inició una deriva de la que, instante a instante, vira hacia un destino más acorde a su historia.

El United dudó, el Milán asustó. Ni siquiera la cantidad de bajas con las que el bloque italiano se presentó en Old Trafford, entre ellas Zlatan Ibrahimovic, Hakan Calhanoglu o Theo Hernández, facilitó la victoria del equipo inglés, aliviado cuando el línea señaló el fuera de juego de Rafael Leao en el minuto 5 y, sobre todo, cuando el VAR vio una mano -nada clara- de Franck Kessie cuando controló un saque de banda y conectó de volea con el gol.

Era el minuto 10. No valió. Y el 0-0 se mantuvo hasta el 50, hasta que Bruno Fernandes apareció para inventarse un pase sensacional a la espalda de la defensa y a la cabeza del juvenil de 18 años Amad Diallo Traoré, cuyo testarazo entre el central y el portero Donnarumma significó el 1-0, pero no la victoria, porque Simon Kjaer surgió con un cabezazo para empatar en el minuto 91.

San Siro tiene ahora la palabra, mientras el conjunto inglés no parece ya tan favorito, ni mucho menos, como se presuponía; nada que ver con lo que sí demostró el Villarreal en Kiev con un 0-2 que prácticamente sentencia su pase a los cuartos de final: Pau Torres, que luego sufrió una lesión muscular, abrió la cuenta a la media hora con el 0-1, Raúl Albiol la cerró con el 0-2 en el 52.

Con un gol en cada tiempo, es un resultado fabuloso para el bloque de Unai Emery para afrontar el choque de vuelta en el estadio de La Cerámica, mientras contrarresta en Europa, con firmeza y con la portería a cero, la imagen de irregularidad y los vaivenes que atraviesa en LaLiga Santander en las últimas fechas.

Sus únicas tres victorias en las diez citas de competición oficial más recientes corresponden al torneo continental, donde sí se desenvuelve dentro de las expectativas, ganador de su eliminatoria anterior de dieciseisavos de final contra el Salzburgo y en una posición inmejorable para superar al Dínamo de Kiev.

Además del United y el Milán, hay otro campeón continental -lo fue 4 veces- en la Liga Europa: el Ajax. Su resurgimiento en 2018-19, cuando alcanzó las semifinales de la Champions, fue una luz apagada después, porque, en el fútbol actual, su economía no puede competir con los más ‘grandes’, por mucho que él lo sea -o lo haya sido- sin ninguna discusión a lo largo del más de medio siglo de existencia de los torneos europeos.

Ahora no asume por ahora el papel de favorito en la Liga Europa, aunque su resultado de este jueves ofrece algún síntoma de ello. Venció 3-0 en el Amsterdam Arena frente al Young Boys. Davy Klaasen, superada la hora de partido, conectó el 1-0 con la derecha para aportarle una ventaja que agrandó Dusan Tadic y que completó Brobbey. El 1-0 fue en el 62, el 2-0 en el 82 y el 3-0 en el 92.

En Praga, mientras, el Slavia y el Rangers igualaron a uno. Al golazo de Nicolae Stanciu respondió el bloque escocés con el 1-1 de Filip Helander, en una acción desconcertante que sólo entendió Giannis Hagi entre su propia fe y el exceso de confianza de Kollar.