Víctor González cumple sueño de lanzar frente a su familia en México
El zurdo nayarita fue parte de los encuentros que los Yanquis, club donde milita, se midió a los Diablos Rojos en el Estadio Alfredo Harp Helú
CIUDAD DE MÉXICO._ Víctor González pensó que ya había experimentado las emociones más grandes que el deporte de sus amores le puede ofrecer, salir trotando del bullpen para lanzar en cuatro juegos de Serie Mundial. El nayarita ha demostrado ser un hombre imperturbable, incluso agenciándose la victoria en el juego decisivo del campeonato de los Dodgers en 2020.
Pero mientras González permanecía en el bullpen del jardín izquierdo durante la quinta entrada del primer juego de exhibición el domingo en el Estadio Alfredo Harp Helú, se llevó dos dedos de su mano a su cuello y luego presionó, sorprendido por ver su pulso acelerado. El mexicano estaba a minutos de lanzar frente a su madre y su abuelo por primera vez como profesional.
“Es mucha la emoción que se siente en ese momento. No sabes qué hacer”, exclamó González. “El nivel de entusiasmo es bien alto, la cantidad de presión que sientes. Quieres dar un buen espectáculo”.
De todas las experiencias que la serie de dos partidos de los Yanquis frente a los Diablos Rojos del México generó, ver a González subir al montículo en su país natal frente a sus amigos y familiares fue una de las más memorables.
González dominó a los primeros dos bateadores que enfrentó -uno de ellos mediante un ponche— antes de que el mexicano Juan Carlos Gamboa se embasara mediante un mal tiro del paracorto Max Burt. El venezolano Franklin Barreto conectó un sencillo al bosque izquierdo, y el dominicano Robinson Canó – con su elegante swing intacto a pesar de tener 49 años – le siguió con un sencillo remolcador al jardín central.
“Simplemente me decía a mí mismo, ‘Hombre, tengo que calmarme un poco. Voy demasiado rápido’”, confesó González.
González retiró al siguiente bateador para acabar la entrada, en la que permitió una carrera sucia. González, de 28 años, dejó de la loma mientras los fanáticos de pie coreaban su nombre, resistiéndose a la petición de ondear su gorra.
“He lanzado en las Grandes Ligas por algún tiempo ahora y nunca había tenido esta sensación”, aseguró González. “Las emociones que tuve (el domingo) en el montículo fueron completamente diferentes”.
Dentro de un pequeño autobús que “El Cora” rentó, la familia González, entre ellos su madre, Norma Ortiz, y su abuelo, Miguel, se desplazó 900 kilómetros desde Tuxpan, Nayarit, la ciudad natal del zurdo, a la Ciudad de México para verlo lanzar en persona.
“Cuando la vi, creo que ella estaba bien nerviosa”, dijo González, cuya esposa, Carolina, también se encontraba entre los 15 familiares que asistieron al partido. “Mi abuelo me dio un fuerte abrazo y un beso después del juego; no pudo contener el llanto. La última vez que me vio lanzar yo era un niño”.
El partido del domingo también significó mucho para Jonathan Loáisiga, ya que el derecho nicaragüense tuvo la oportunidad de lanzar frente a su madre por primera vez como miembro de los Yanquis.
“Me siento orgulloso de la oportunidad de venir aquí y que mi madre me vea lanzar por primera vez, es un bello momento que ella nunca olvidará”, dijo Loáisiga.
González fue uno de tres jugadores nacidos en México que hicieron el viaje con los Yanquis para esta serie. El lanzador Luis Serna y el infielder Jared Serna, originarios de San Luis Río Colorado, México, y Guaymas, México, respectivamente, también fueron incluidos en el róster.
Serna, de 19 años, tuvo una apertura agridulce en el segundo juego de la serie de exhibición, al recibir un grand slam del cubano Diosbel Arias que provocó que Aaron Boone lo relevara luego de 2.1 episodios.
Al final, la experiencia quedó ahí para el joven prospecto de los Yanquis.
“Se trata de un muchacho de quien esperamos mucho dentro de la organización”, dijo el piloto Aaron Boone. “Lo he visto lanzar un par de veces esta primavera. El muchacho parece tener la oportunidad de ser realmente bueno. Nos sentimos bien emocionados acerca de su futuro y de la oportunidad que tuvo de lanzar en su país”.
Aunque Giancarlo Stanton, José Treviño y Anthony Volpe llegaron como las cartas fuertes en el evento (¡Stanton incluso fue captado con una máscara de lucha libre de Blue Demon durante la práctica de bateo el lunes!), González fue recibido como un héroe nacional.
El zurdo sonrió, mostrándose un poco tímido, cuando saltó del dugout de la tercera base antes del partido del domingo y escuchó a la fanaticada corear su apellido: “¡GON-ZÁL-EZ! ¡GON-ZÁL-EZ!”.
“Significa mucho”, confesó González. “Lo felices que lucen todos por ser parte de esta experiencia, es increíble. Espero que todos tengan la oportunidad de venir aquí. Estoy seguro de que los aficionados mexicanos están ansiosos de ver a equipos de Grandes Ligas jugar aquí”.