Fallece ex segunda base de Marineros y Medias Blancas, Julio Cruz
Julio Cruz fue miembro original de los Marineros de Seattle en 1977 y luego pasó a ser una pieza importante dentro del equipo de los Medias Blancas de Chicago
SEATTLE._ El miércoles, la comunidad de Grandes Ligas lamentó el fallecimiento del boricua Julio Cruz, miembro original de los Marineros de Seattle en 1977 y quien luego pasó a ser una pieza importante dentro del equipo de los Medias Blancas de Chicago. Desde el 2003, fue comentarista en español de las transmisiones de Seattle. Tenía 67 años.
Conocido por su gran sonrisa y vibrante personalidad, Cruz fue uno de los favoritos de los aficionados durante sus seis temporadas con los Marineros y por sus casi dos décadas como parte del equipo de transmisión.
Cruz deja a su esposa Morjgan y a sus tres hijos, Austin, Alexander y Jourdon.
“Julio compartió su generosidad y humor. Sabemos lo querido que es dentro de la comunidad del béisbol y más allá”, expresó la familia Cruz mediante un comunicado publicado por los Marineros. “Nuestra familia está agradecida por sus buenos deseos y apoyo”.
Cruz llegó a los Marineros en el Draft de expansión en 1976, cuando fue seleccionado desde los Angelinos. Hizo su debut en las Mayores en la siguiente temporada. Terminó disputando un total de 742 partidos por Seattle, en los que bateó .243/.327/.307 con 17 jonrones y 162 empujadas. Pero el boricua será recordado por su velocidad y sus 290 bases robadas, cantidad que se mantiene como la segunda mayor en la historia de la franquicia.
“‘Cruzer’ fue un original, tanto de nuestro equipo de 1977 como en el resto de su vida”, dijo el vicepresidente de los Marineros y consejero oficial, Randy Adamack. “Julio escogió que ésta fuera su casa, decidiendo ver crecer a su familia aquí. Ha estado bien cerca de la organización durante 25 años, uno de los vínculos más largos de nuestra historia”.
Cruz jugó con los Medias Blancas hasta 1986, antes de retirarse. Pero fue su presencia en el club en 1983 lo que será recordado, especialmente con el equipo conquistando el banderín del Oeste de la Americana.
“Tenía una habilidad eléctrica como jugador, pero también fue parte importante de aquellos equipos por su personalidad”, dijo el manager de los Medias Blancas, Tony LaRussa, quien dirigió el club en 1983. “Era una persona cariñosa. Debido a eso, tenía una conexión especial con sus compañeros en el terreno. Muchos de nosotros habíamos mantenido el contacto con él. Es un día muy triste. Era muy joven. Será extrañado”.
“Los recuerdos de Julio son más sobre su persona que como jugador”, dijo el miembro del Salón de la Fama, Harold Baines. “Era un gran amigo. Nos impulsó en 1983. Por eso ganamos. Recuerdo que solía saltar desde el piso del dugout hacia el primer escalón que daba al terreno. Eran cuatro o cinco escalones, era una demostración de su capacidad atlética”.
“No encontrarás a alguien con más energía”, dijo Ron Kittle, quien ganó el Premio a Novato del Año en 1983 vistiendo el uniforme de los Medias Blancas. “Era único de varias maneras”.
Aparte de la cabina de la transmisiones y el terreno, Cruz se mantuvo involucrado en el béisbol juvenil y en otras causas comunitarias, incluyendo Toys for Kids y campañas de concientización del cáncer de seno y de próstata. En el 2016, fue reconocido por los Marineros como el primer ganador del SEAT21, premio creado por Major League Baseball para exaltar a los miembros de la comunidad que representan el espíritu humanitario del puertorriqueño Robert Clemente.
(Con información de MLB)