Y sobre las calles de Culiacán, los restos de la violencia
"Mientras la ciudad se dispone a regresar a la normalidad, en diferentes avenidas retiran vehículos quemados"
CULIACÁN._ Después de una jornada violenta en que Culiacán estuvo bajo amenaza de la delincuencia organizada, hoy se dispone a regresar a la normalidad, aunque con el temor de la inseguridad aún vigente.
No hay clases en la ciudad porque así lo dispuso la autoridad para proteger a la mayoría de la población.
Noroeste realizó un recorrido por diferentes puntos en los que permanecen vialidades bloqueadas, restos de vehículos y sangre y casquillos tirados.
En el Congreso del Estado aún humea un camión de volteo que fue robado en Las Quintas. También un tráiler y un camión de reparto en el crucero de Enrique Cabrera y Enrique Félix Castro.
Frente al estadio de Dorados de Sinaloa, también permencen los restos carbonizados de una patrulla de Tránsito, otro camión urbano y un camión revolvedora de concreto.
A unos 100 metros de la Fiscalía General del Estado, esta mañana fueron retirados más de 10 vehículos con impactos de bala.
En el suelo todavía hay restos de sangre y casquillos de balas.
Esta mañana, el Gabinete de Seguridad federal encabezó una conferencia de prensa con el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, en el Salón Gobernadores, para dar detalles sobre la situación que atraviesa Culiacán.
Un "operativo fallido" para detener a uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, Ovidio Guzmán López, sirvió para mantenerlo en su casa para ejecutar una orden de aprehensión para extradición a los Estados Unidos, pero la reacción de grupos armados no permitió a los elementos soportar la espera de una orden de cateo.
Y el Gobierno confía en que la normalidad ya empieza a restablecerse en la ciudad, aunque las avenidas lucen desoladas y en varias de ellas, yacen los restos de lo que fue la violencia del jueves.
El silencio se impone después de una tarde de terror en que la capacidad de fuego del crimen organizado superó al Gobierno.
Este viernes no es igual que otros en Culiacán. Por ahora, la gente prefiere mantenerse en resguardo. Y el silencio se impone en la ciudad.