Violencia orilla a Cocina Elsa a cerrar temporalmente en Culiacán tras 70 años de operación
La Cocina Elsa tuvo que cerrar sus puertas en fechas del aniversario de luctuoso de su fundadora, la señora Elsa Sainz
Desde hace 70 años la Cocina Elsa había estado operando de manera ininterrumpida y adaptándose ante situaciones difíciles, sin embargo la violencia que se registra en Sinaloa desde hace seis semanas orilló a sus administradoras a tomar la decisión de cerrar de manera temporal.
El cierre temporal del restaurante se realizó la misma semana en la que su fundadora, la señora Elsa Sainz, cumplió un año de haber fallecido.
El restaurante es una cocina de comida mexicana ubicada en la calle Lago de Cuitzeo, en Las Quintas.
Para quienes administran el espacio la decisión de cerrar de manera temporal representa un sacrificio pues el negocio es el legado que dejó la matriarca de la familia. El restaurante es trabajado por miembros de la familia por lo que al suspender actividades no se tomaron medidas como el despido de personal.
Guadalupe Hernández, sobrina de la señora Elsa, señala que la decisión de cerrar corresponde a un tema económico pues no es redituable mantener abierto el establecimiento al no tener ventas suficientes.
“Temporalmente, esperemos que sea temporal, de plano hay que trabajar, no tenemos otro ingreso, mi pensión todavía no llega, ya casi, estoy en espera ya la metí y todo pero ¿mientras?”, señala.
“Imagínate 4 piezas, o no le pongamos piezas, imagínate que vendo 300, lo más mil pesos, ¿qué haces tú con mil pesos? si el kilo de carne cuesta 200, y es pata, pierna, pollo hígado, y la res, más el pozole”.
El principal reto que enfrenta el restaurante es el pago de servicios, como el agua y la luz, por lo que la señora Guadalupe llamó a la autoridad en materia de economía a establecer acuerdos de condonación de estos servicios a locales comerciales.
Destacó que desde que inició la crisis de seguridad el pasado 9 de septiembre el restaurante familiar bajó en su afluencia, pues las personas evitan salir durante las noches.
“Estamos solos, estamos secuestrados en la misma casa. Sales a la carrera, asustado, paniqueado, compras lo que tienes que comprar en cualquier tienda y vámonos. A las 5 de la tarde tu ves que viene la gente de trabajar, a las 8 de la noche ya no ves pasar carro más que pura Guardia Nacional y militares, y los helicópteros. No es vida”, apuntó.