Un informe y dos rectores para la UAS
Los consejeros universitarios respaldan con aplauso el mensaje de defensa de la Universidad
El auditorio de la Autonomía Universitaria desde las 10:00 de la mañana ya había una cantidad considerable de personas y media hora después, podría considerarse que se encontraba lleno, incluso en la entrada.
El informe de labores de Rectoría, es uno de los eventos más importantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa y más en estos días, que aprovechando la ocasión, los discursos negando cualquier tipo de acusación en contra de funcionarios de la institución se hicieron llegar.
Quince minutos después, los pasos de Héctor Melesio Cuén Ojeda se miraron desde el estacionamiento, estaba en compañía de otro antiguo Rector de la UAS, Víctor Antonio Corrales Burgueño y la sombra de un paraguas los cobijaba por los intensos rayos del sol.
Continuó su camino para adentrarse al edificio, cuando universitarios lo atiborraron de saludos animados y sonrisas muy abiertas, preguntando acerca de lo nuevo, y de lo viejo. Ellos también le hicieron el favor de escoltarlo hacia la entrada al auditorio.
A pesar de las 11:00 de la mañana, hora en que comenzaría el evento, los principales protagonistas no se hacían ver. Tal vez era una manera de hacer la entrada triunfal como una estrella de cine, hacer acto de presencia y demostrar lo contrario a lo que sus problemas legales les gritan.
12 minutos después, llegaron de golpe Jesús Madueña Molina, Rector separado de su cargo, y Robespierre Lizárraga Otero, encargado del despacho de Rectoría, quienes encabezarían el momento principal del evento, el discurso acerca de los informes de 2023 a 2024.
Vestidos de forma similar, camisa blanca y traje azul marino, se adentraron al auditorio y detrás de ellos la multitud que estaba en la entrada esperando a estas dos figuras importantes para la universidad.
Dentro del edificio, todos los asientos estaban ocupados, alrededor de unas 800 personas estaban reunidas, contando que algunos estaban de pie buscando dónde acomodarse.
Al poco rato, con la bienvenida de la presentadora y casi media hora después de lo previsto, comenzó el evento. Luego de un video en el que narraron los acontecimientos más sobresalientes que realizó la institución y sus universitarios, Lizárraga Otero dio su discurso.
Fue animado y con ímpetu, como si de una revolución se tratara, mostrando el orgullo hacia la organización y lo que los funcionarios han tenido que afrontar en los últimos 15 meses.
“Esta realidad que nos toca afrontar, ha planteado a esta comunidad, retos y desafíos inesperados, pero como digna y fuerte, esta comunidad ha arrasado a lo que ataque ha tenido que afrontar”, planteó como primeras palabras hacia la comunidad universitaria.
“Los últimos tiempos han sido de adversidad, aún así, la gestión y la administración de calidad como el lema de la universidad lo señala, ha ido hacia la excelencia, hacia la cúspide. Cada día somos más responsables y comprometidos porque nuestra misión y objeto a ellos nos mueve”, prosiguió el encargado de rectoría.
Además, agradeció el esfuerzo de los antiguos rectores que estuvieron al frente de la UAS alguna vez, como lo es Cuén Ojeda y Corrales Burgueño.
Mientras eso sucedía, una que otra persona gritaba desde el público, mostrando su apoyo y reconociendo hacia las personas que tenían enfrente.
Al finalizar el turno de Robespierre, la gente alzaban sus voces en alto y en algún momento gritaban:
“¡Madueña, Madueña!, ¡Madueña, Madueña!”, mientras los chiflidos y los aplausos se hacían más intensos.
Luego llegó el turno de aquel que habían nombrado tanto en el medio día, Madueña Molina se paró delante del Consejo Universitario y no dio un discurso exactamente, más bien fue un profundo agradecimiento a los que estuvieron con él en todo momento y aquellos que él tenía admiración.
“Reitero mi gratitud a toda la comunidad Rosalina que han salido a la calle a demandar respeto a la dignidad y autonomía universitaria que han alzado la voz para exigir que se ponga fin al discurso de odio que nada aporta al desarrollo de la educación y de la sociedad”, indicó.
También aprovechó para señalar la resistencia de defensa jurídica que ha llevado la UAS y los universitarios en todo este tiempo.
“Ha sido tal el asedio de esta dependencia que al día de hoy existen nueve carpetas de investigación en este rubro y tres vinculaciones a proceso y acumulo dos separaciones del cargo, porque aunque no lo parezca, pero estando suspendido del cargo el Juez me volvió a suspender pero no sé de qué, pero así es la justicia en Sinaloa”.
Para concluir sus palabras, reiteró su agradecimiento al Consejo Universitario por haber depositado confianza en él y deseando que su desempeño en el cargo haya sido óptimo para todos.
“Quiero reiterar mi agradecimiento a este Honorable Consejo Universitario y a la comunidad Rosalina, gracias por depositar su confianza en mi persona y en mi propuesta, gracias por acompañarme como rector durante 28 meses, tiempo en el que puse todo mi empeño y capacidad para cumplir con su encomienda, espero haber estado a la altura de las aspiraciones de todas y todos ustedes. A pesar de las circunstancias fue este el mejor tiempo de toda mi vida”, expresó.
Después de eso, fuera como si todo el ánimo que las palabras de Lizárraga Otero habían provocado, Madueña Molina se las hubiera robado, pues el auditorio se mantuvo más sereno y tranquilo después.
Faltaban 40 minutos para terminar y el auditorio por dentro se había vaciado, habían personas sí, pero la multitud de antes ya no estaba, ni el ímpetu de los académicos.