Recibe Élmer Mendoza Doctorado Honoris Causa de la UAS
El escritor cuenta con una carrera de 43 años, en la que ha realizado diversas publicaciones de novelas y cuentos que se desarrollan, principalmente, en Culiacán
El escritor culiacanense, Élmer Mendoza Valenzuela, recibió por parte de una Universidad Autónoma de Sinaloa un Doctorado Honoris Causa por su desempeño en el campo de la literatura.
El evento, que se transmitió de manera virtual debido a la pandemia por coronavirus y las restricciones sanitarias, fue presidido por el Rector de la Casa Rosalina, Juan Eulogio Guerra Liera.
Se contó con la presencia virtual de los funcionarios estatales Juan Alfonso Mejía López y Efren Encinas Torres, secretarios de educación y de salud; el Alcalde con licencia Jesús Estrada Ferreiro; el ex director general del Instituto Politécnico Nacional y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, José Enrique Villa Rivera; el delegado del ISSSTE en Sinaloa, Marcial Silva Gómez; el poeta, Jaime Labastida; los ex rectores de la UAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, Antonio Corrales Burgueño y David Moreno Lizárraga; y la Rectora de la Universidad Autónoma de Occidente, Sylvia Paz Díaz Camacho.
Mendoza Valenzuela agradeció el reconocimiento y describió los recursos literarios que se encuentran en sus textos, y la estructuras de los mismos, destacando el lenguaje ‘culichi’ con el que se desarrollan sus historias.
“Ese lenguaje, su acústica novedosa, me ayudó a reforzar el ritmo de mi narrativa de tal manera que mis lectores se resisten a suspender la lectura antes de llegar a la última página”, mencionó.
“Cuando me convertí en escritor me propuse poner a Culiacán en el mapa de la cultura universal, nada menos, y es muy posible que lo haya logrado, o en todo caso he abierto una puerta por la que la generación siguiente puede entrar y llegar aún más lejos que yo”.
Élmer Mendoza Valenzuela nació en 1949 en Culiacán, cursó estudios de ingeniería electrónica en el instituto politécnico nacional de 1970 a 1975. Cumplidos los 28 años pasó una noche en vela escribiendo historias, fue ahí cuando decidió convertirse en escritor y dejar su trabajo como ingeniero.
Su primer publicación fue Mucho que reconocer, una recopilación de cuentos publicada en 1978, mientras que su primer novela fue Un asesino solitario, publicada en 1999.
Se integró como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua el 26 de abril de 2012.
Actualmente es catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en donde imparte materias relacionadas con la construcción de textos literarios.
“He tratado de convencer a mis alumnos de que aspiren a la grandeza, los animo a que abandonen su zona de confort y que lo apuesten todo. La vida es finita y no es buena idea andar por ahí perdiendo el tiempo”, finalizó su discurso.
El Rector Juan Eulogio Guerra Liera abundó en la importancia de que los entes académicos promocionen y reconozcan el acervo cultural.
“Como la madre generosa que alimenta la mente del ser humano, y nutre el espíritu de sus hijos, las universidades tienen en su esencia no solo la tarea de generar conocimientos y transmitirlos, sino también la noble misión de recrear y difundir la cultura”, dijo.
“Con la entrega del Doctorado Honoris Causa a Elmer Mendoza no solo damos cumplimiento al acuerdo unánime de este máximo órgano colegiado, al hacerlo damos cumplimiento a una misión institucional fundamental como lo es la difusión de la cultura. Que la comunidad rosalina celebre este Doctorado Honoris Causa, que todas y todos los universitarios y sus millones de lectores celebren la vida y la obra de Elmer Mendoza”.
En los últimos 70 años la UAS ha entregado el Doctorado Honoris Causa a 38 hombres y mujeres de ciencia, la política, las artes plásticas, de la medicina y luchadores sociales, todos de una gran estatura moral, hoy se suma Élmer Mendoza a esta relación en la que aparecen nombres de grandes escritores mexicanos como Carlos Fuentes, Elena Poniatowska, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, así como la cuentista sinaloense Inés Arredondo y el poeta, sinaloense también, Jaime Labastida.