Presupuesto aprobado no mejora situación actual del campo sinaloense

Omar Ahumada
15 diciembre 2024

El 11 de diciembre se aprobó en la Cámara de Diputados el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2025. El presupuesto sufrió algunos cambios con respecto al Proyecto de Presupuesto Propuesto el pasado 15 de noviembre, donde se reasignaron recursos por el orden de los 44,241 millones de pesos.

Este ajuste reduce recursos al poder judicial y ahora también se ajusta al legislativo, pero también se hace un reporte importante al INE. En cambio, se recuperan recursos para algunas de las universidades públicas como la UNAM, el IPN y los Institutos Tecnológicos, así como algunas Secretarías como la SCT, la de Cultura, la de Mujeres, Hacienda y la SADER.

El presupuesto al campo cambio en la cámara de diputados de la propuesta inicial de 73,617 millones de pesos para llegar a 74,515 millones de pesos (contra los 74,109 mdp del año pasado), por lo que ahora hay un ligero incremento términos nominales, pero un recorte si lo consideramos en términos reales, esto es considerando la inflación (misma que al mes de noviembre se estima en un 4.5%). Si acaso lo más notable es que fue una de las que incrementaron recursos en esta reasignación, aunque fue la que menos tuvo incremento de las favorecidas.

Entre los rubros favorecidos por el incremento se encuentra la educación con una reasignación (398 mdp), para dejar un incremento nominal de casi un 1%, pero una caída real de casi el 3.5% (como se puede ver en la tabla). Este programa cubre las Universidades asignadas presupuestalmente a la SADER como son Chapingo, Colegio de Posgraduado y la Narro. Este rubro tiene que ver principalmente con los sueldos de personal de las universidades públicas, lo que implica una ligera reducción en los salarios y/o las prestaciones en términos reales.

Otro de los programas favorecido por el ajuste de los diputados, es el de Producción para el Bienestar que ahora tiene 16,800 mpd, un incremento de 500 mdp con relación a la propuesta del ejecutivo. Este programa tiene un incremento nominal de alrededor del 3% pero de nuevo un decrecimiento en términos reales. Este incremento de 500 mdp más los 397 mdp en Educación suman los 897 mdp que reasignó la Cámara de Diputados a la SADER.

Como se había mencionado desde la propuesta del ejecutivo los programas más beneficiados fueron los que crecieron en alrededor de un 3.8% nominal, como son el de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (3,640 millones), Diconsa (2,561 millones), Liconsa (1,480 millones) y el Programa de Adquisición de Leche Nacional (3,758 millones). Estos tres últimos son orientados a regiones del Sureste y no impactan a nuestros productores. En cambio, el de Sanidades e Inocuidad es muy relevante para mantener las sanidades en todos los estados y para evitar la entrada de enfermades a nuestro país. El conservar o mejorar nuestra situación sanitaria es vital para acceder a nuevos y mejores mercados, pero también para conservar los mercados de exportación, lo que podría tener serias consecuencias, en un contexto de epidemias, amenazas de enfermedades, y de disputas comerciales, que se puede complicar por las diferentes medidas proteccionistas que pudieran provenir de la nueva administración de Trump.

El resto de los programas tiene peores números, por ejemplo, el más perjudicado con una reducción mayor a -9.6%, fue el de Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura (1,600 millones), que considerando la inflación sería una reducción mayor al 14%. Dado que casi no hay recursos de este programa orientado a nuestro estado, no hay mayor afectación para nuestros productores.

En cambio, el Programa de Precios de Garantía es muy importante para el Estado, porque de este monto se han dado los apoyos para pagar las 1.8 millones de toneladas a precio especial para los pequeños productores en otros años y los apoyos por tonelada de la temporada pasada. Por esa razón es preocupante que este programa también tuvo una reducción de 34 millones con respecto al año pasado (para llegar a 12,500 millones), lo que implica alrededor de un 4.7% de reducción real con respecto al año pasado. Por lo que se debe usar ese recurso para apoyar la rentabilidad para los productores, especialmente en una temporada con menores hectáreas de maíz y con potenciales reducciones en la producción por la menor cantidad de riegos. Consideramos sería más eficiente un ingreso objetivo generalizado y la implementación de la agricultura por contrato, esto significa que solo se daría un apoyo si el precio pactado en los contratos está por debajo del ingreso objetivo. Dando la oportunidad a que con el mismo presupuesto se pueda apoyar a toda la producción del Estado, cosa que no ha sucedido en los dos años anteriores.

Este primer paquete presupuestario, no se ven reflejadas las prioridades externadas en el plan de gobierno de la nueva administración, por ejemplo: “Hacer de la soberanía alimentaria el eje rector de la política para el campo y garantizar la autosuficiencia de maíz blanco libre de transgénicos. Asimismo, lograr que el precio de la tortilla sea justo”, o en la provisión de bienes públicos, de nuevo con las sanidades y la inocuidad, pero tampoco hay apoyos adicionales para remediar los problemas de sequía o para impulsar la tecnificación de riego, que era otro de los compromisos de la administración: “Tecnificar más de 200 mil hectáreas de riego, iniciando con trece distritos prioritarios: Baja California, Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes, Chihuahua, Hidalgo, Morelos, Coahuila, Durango y Tamaulipas”.

Con respecto a este último rubro en los programas de Infraestructura Hidroagrícola y Programas Hidráulicos se propone en el proyecto de presupuesto para 2025 de 3,979 mdp contra los 4,354 mdp aprobados para el 2024, lo que implica una reducción nominal de 9% y una real del 13.5%.

Esto a pesar del lanzamiento del Plan Hídrico Nacional 2024-2030, donde se menciona la necesidad de tecnificar a los terrenos de producción, pero eso se hará mediante la regularización de concesiones vencidas, para acceder a subsidios, créditos y programas, pero que no se especifican los origines para esos presupuestos.

Tal vez tendremos que esperar que esas prioridades se vean reflejadas en el segundo año de presupuesto, pero por el momento el campo sigue necesitando de inversiones importantes en infraestructura para mantener la producción y preservar la seguridad alimentaria del país, de lo contrario tendremos que seguir importantes grandes cantidades de granos.