Presenta Carlos Calderón Viedas segunda edición de Economía y Justicia, con sus Amigos del Saber
Esta obra, que se publicó por primera vez en 2004, fue presentada en café Yameto, en el centro de Culiacán
La mañana de este sábado, Carlos Calderón Viedas presentó el lanzamiento de la segunda edición de su libro Economía y Justicia, libertad con equidad, acompañado de la organización civil los Amigos del Saber.
Esta obra, que se publicó por primera vez en 2004, fue presentada en café Yameto, en el centro de Culiacán.
En la reunión estuvieron presentes la presidente de los Amigos del Saber, Clara Núñez Hernández; Santos Ariel Agramón, como comentarista del libro y el propio autor, Calderón Viedas. Ahí recordaron que esta edición sale nuevamente a la luz en homenaje a los 50 años de haberse publicado la obra Teoría de la Justicia, del filósofo John Rawls.
En la charla, Calderón Viedas explicó que se le ocurrió esta obra tras estudiar la de Rawls, y comenzó a aplicar el modelo económico y teoría de justicia en el universo fantástico creado por Daniel Defoe en 1719, con Robinson Crusoe.
“Me fui, eché a andar mi imaginación y supuse yo, que en la isla de la desesperación, donde irá una isla que si estuviera, -que es un sitio de la literatura fantástica-, Robinson Crusoe, de (Daniel) Defoe, frente a las costas de Venezuela, y en ese lugar iba Crusoe sobrevivió, naufragó, nadó, llegó hasta la isla, vivió solo durante mucho tiempo”, recordó Calderón Viedas.
Explicó que Crusoe de repente caminando por las playas de esa isla desierta, que él mismo llamó “la isla de la desesperación” porque le desesperaba la soledad, vio una huella humana, se asustó, asombró y tuvo muchas emociones.
“Finalmente se encontró con un aborigen que se había quedado suelto en la isla, de navegaciones que tribus de ese lugar recorrían las islas y se les olvidó ahí, cuando se encuentran fue un momento que además de asombró no provocó ninguna violencia ni nada, y decidieron al final de cuentas vivir juntos, hacer una comunidad y Robinson tuvo un problema nuevo”, explicó.
“... al principio cuando vivía solo, él decidía qué iba a comer, él decidía qué iba a producir y él decía con cuánto se iba a quedar, y siempre se iba a quedar con todo, porque estaba solo, entonces no tenía ningún problema para resolver esas grandes preguntas, que toda la economía de todo el mundo tiene que plantearse y se ha planteado toda la vida, cuando se encuentra a Viernes, entonces qué, el qué produzco, cómo produzco, y para quién lo produzco, se tenían que resolver tomando en cuenta a otra persona”.