Ponen sobre la mesa los retos de la reconversión a maíz amarillo en el Primer Ciclo de Diálogos AARC
Con base en el interés y la experiencia de algunos productores socios de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC) hacia la producción de maíz amarillo a través de varias décadas, surge el Primer Ciclo de Diálogos de Maíz Amarillo AARC, mismo que se llevó a cabo el jueves 29 de abril, en las instalaciones de la Asociación. Donde se trataron temas como los retos de la reconversión, rentabilidad y comercialización alusivos a dicho cultivo, entre productores, la asociación y sus aliados estratégicos como el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
La mesa redonda tuvo carácter híbrido, presencial con menos de 20 personas y tomando las medidas sanitarias recomendadas para prevenir contagios de Covid-19, y, fue transmitida en vivo por la página de Facebook de la AARC.
A los diálogos asistieron algunos productores de maíz amarillo de la región y fueron moderados por los analistas económicos del Departamento de Estudios y Análisis Económico de la AARC, Nio Sainz y Miguel Delgado, así como el coordinador del departamento, Omar Ahumada. Además, se contó con invitados especiales como el presidente de la AARC, Enrique Rodarte, Eduardo Hernández, gerente comercial de la asociación, Enrique Pérez e Ismael Lugo del Departamento de Estrategias Agrícolas, a la par, de la importante participación de los socios productores, Diego Monjardín y Francisco Véjar, y el coordinador del Hub Sinaloa del CIMMYT, Leonardo Lugo.
Durante la primera ronda, en la exposición de motivos se abordaron los retos de la reconversión, donde nuestro país es autosuficiente en maíz blanco, pero altamente deficitario en maíz amarillo y un gran importador de Estados Unidos, donde en el año pasado se registraron más de 13 millones de toneladas de producto importado, de acuerdo con cifras oficiales.
En esta coyuntura donde el gobierno que aún no prohíbe los transgénicos para su uso como alimento de animales, pero sí prevé restricciones para su consumo humano. También tenemos un gobierno que desde hace varios años no contempla incentivos de reconversión, ya sea, en la adquisición de insumos o un apoyo al precio, que si bien, en el pasado, este tipo de programas tuvieron algunas deficiencias, sirvieron para incentivar a los productores a emprender en la reconversión.
Por otro lado, tenemos la tarea de destacar ventajas en el uso de variedades de maíz amarillo, como puede ser el que tengan ciclos más cortos y que puedan ayudar al tema de sequía inminente que estamos pasando, y que, por ello, puede que necesite estímulos.
En respuesta, Enrique Rodarte dijo que el cultivo de maíz amarillo puede ser una herramienta que puede venir a beneficiar el precio del maíz blanco. “Si todos sembráramos cierto porcentaje de maíz amarillo, podríamos disminuir los porcentajes de disponibilidad de maíz blanco y esto ayudaría a cotizar el maíz blanco, que fuera más cotizado”, comentó Rodarte.
Lo anterior es lo que está en el fondo de todo, agregó Rodarte, acompañado de otras cosas más técnicas, de rendimiento, por ejemplo, el maíz amarillo tiene un alto potencial, si se hace el adecuado desarrollo de variedades. En realidad en el mundo, la mayor superficie que se siembra es de amarillo, en esta lógica, es lo que más se ha investigado, el reto está en que estas tecnologías y avances aterricen en México y en nuestra región, dijo Rodarte.
Ahora bien, el reto está en concientizar que somos autosuficientes en maíz blanco, pero que todo el amarillo que se importa tiene que importarse, ya que diferentes sectores lo necesitan, el ganadero, la industria alimenticia, etc. Es por ello, que Rodarte invitó a buscar una manera de resaltar la calidad y lograr diferenciales de precio.
Por su parte, Leonardo Lugo, coordinador del Hub Sinaloa del CIMMYT, comentó que existen miedos en cuanto a los rendimientos que se pueden tener con el maíz amarillo, frente al blanco, sin embargo, la oportunidad reside en evaluar las ventajas de costos en los insumos para este cultivo, como puede ser la adquisición de semilla más barata y reducir la aplicación de fertilizantes, por ejemplo.
Lugo agregó, que el CIMMYT está trabajando en la cohesión de una red, entre productores, asociaciones, grupos de científicos y técnicos, con las industrias para facilitar negociaciones que puedan ofrecer un incentivo al precio de las variedades de amarillo que las empresas requieren.
En este sentido, la AARC realiza sus esfuerzos para servir de respaldo a los productores, con la ayuda de sus aliados como el CIMMYT, para fungir como enlace de dichos compradores que ofrecen un sobreprecio. A este tema, Eduardo Hernández, gerente comercial de la AARC, dijo que el mercado presenta algunas oportunidades y nichos interesantes, como es la industria del almidón o la creciente demanda de China. Hernández, concluyó diciendo que estas oportunidades son muy cambiantes, porque ciclo a ciclo se presentan nuevos escenarios y que, ese es uno de los retos que asume la asociación.
Por otro lado, Diego Monjardín en sus cinco años de experiencia sembrando variedades de maíz amarillo en Navolato, habló de la necesidad de explorar más a fondo los temas de rendimientos y buscar con ello la balanza, tomando en cuenta aristas como las facilidades o ventajas en la comercialización, partiendo de que el amarillo es más fácil de vender que el blanco, y con todo esto, ir atendiendo las inquietudes que tienen los productores e iluminando los tabúes que giran en torno a la reconversión.
Monjardín cerró su participación diciendo que pese a los grandes retos, para él este cultivo ha sido redituable y esta es una de las razones por las que ha decidido especializarse como productor y caminar hacia mejores rendimientos y tratar de compartirlos con otros productores, tener oportunidad de dialogar más en este tipo de eventos, debido a que, en sus ensayos, “el maíz amarillo ha sido y seguirá siendo una buena opción”, indicó Monjardín.
A manera de conclusión, Francisco Véjar, quien tiene casi tres décadas produciendo maíz amarillo, expresó que su travesía ha sido de aprendizaje constante y que no ha parado de buscar mejores variedades. Ahora “las semilleras están volteando a meter más investigación al amarillo”, comentó Vejar, en consecuencia de las restricciones programadas a las importaciones.
Existe un interés de las casas semilleras hacia este cultivo, reiteró Véjar, quien agregó que el reto es que los productores caminen hacia la reconversión para acelerar este interés, y de esta manera, incentivar la producción de mejores híbridos.
Redacción: Nio Sainz, Analista Económico de la AARC
Fuente: www.facebook.com/aarc.culiacan