Me vi al espejo y fue suficiente para decir ‘sí soy mujer’: Danaé, mujer transgénero
Danaé Echavarría Robledo ha padecido violencia por el solo hecho de ser transgénero, como en la calle, en redes sociales, a través de comentarios despectivos hacia su persona; pero que seguirá en el camino, ya que se aceptó tal como es
CULIACÁN._ Dentro de las instalaciones de su escuela primaria, fue cuando Danaé Echavarría Robledo se percató que era diferente. Aunque se mirara como un niño, muy dentro de sí no se sentía así.
Ya tenía problemas con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, porque era muy inquieta y sus maestros no entendían por qué no se concentraba en clase.
Con sus compañeros también tenía problemas, porque al caminar, al hablar, su modo de ser no era tan “masculino” como el de los otros niños, por lo que la llevó a ocultar sus emociones y pensamientos, ya que para los demás no era correcto.
“Siempre tuve la incomodidad con mi género, pero nunca lo expresé, nunca dije nada porque se me socializó como a un niño, entonces yo tenía que guardarme todo para pues, evitar burlas, bullying, acoso; trataba de evitar todo lo que me llevaba problemas en la escuela con otros niños”, comentó.
“Porque yo ya tenía muchos problemas en la escuela, yo era una persona muy inquieta, tenía problemas con los maestros, me llegaron a golpear, me gritaban, no les caían bien porque era muy inquieta por mi TDH y pues, los niños en la escuela eran muy crueles”, explicó.
Al entrar a la secundaria fue un poco diferente, ahí comenzó a relacionarse con más niñas de su edad y se percató que le agradaba estar con ellas, porque eran muy abiertas en diversos temas y se sentía confortable.
“Hasta que, pues empecé a relacionarme más con mujeres en la secundaria, a finales de la secundaria, a través de ellas empecé a darme cuenta que pues, yo también era parte de la comunidad, aunque no sabía de qué manera”, mencionó.
Danaé comentó que en un principio creyó que era bisexual y se obligó asimisma a que serlo, ya que de alguna manera podía explicar la forma en la que se sentía, aunque nunca fue así.
“Yo creí que era bisexual, me engañé a mi misma creyendo que era bisexual y así estuve mucho tiempo. Creí que era género fluido, como que agarré etiquetas, digamos intermedias que no son realmente intermedias, pero digamos el puente entre una y otra”, indicó.
“Pues a mí, me costó machín la idea de que yo no era una persona cisgénero, me daba miedo reclamar esas etiquetas, el ser una mujer, el ser lesbiana, me parecían cosas muy difíciles para reclamar en mi persona. Yo sentía que no estaba en posición de llamarme así, que no tenía derecho por todo el discurso de odio”, señaló.
Después lo decidió, comenzó a usar ropa femenina y admitir que su género era lesbiana, ya que el ser transgénero no dice relación con la orientación sexual de la persona, lo anterior a palabras de Danaé.
“Se alineó todo, me animé a usar ropa femenina, me gustó muchísimo. Me vi al espejo y fue suficiente para decir ‘sí soy mujer’ y pues, admitir que soy lesbiana fue un proceso igual, sólo que con más reflexión, ya teniendo más consciencia de mi identidad de género”, comentó.
“He enfrentado no tanto desafíos por ser lesbiana, si acaso personas desligitimizando mi identidad diciendo ‘no puedes ser lesbiana porque eres trans, las mujeres trans solo están con hombres’, eso me han dicho”, mencionó.
De la misma manera, indicó que ha padecido violencia por el solo hecho de ser transgénero, como en la calle, en redes sociales, a través de comentarios despectivos hacia su persona; pero que seguirá en el camino, ya que se aceptó tal como es.
“He sufrido más ser trans, más que otra cosa, el acoso en redes, el acoso en la calle, me han negado trabajos por serlo”, afirmó.
“Soy precavida en cada momento de mi vida esperando cualquier agresión, trato de estar preparada y aún así corro muchos riesgos. Sí soy muy imprudente a veces, pero trato de no ponerme tanto en peligro”, resaltó Danaé.